—¿Esto es una broma?—cuestionó Danna contemplando el imponente edificio que tenía frente a ella.
Stella Miller se sacó las gafas de sol y la observó un momento.—¿Por qué lo dices...?—preguntó a modo de respuesta. Danna suspiró.
—¿Está segura que esta es la dirección a la que tenemos que llegar?—añadió Danna frunciendo sus cejas. La rubia rio.
—Pues claro, Dan...Goya Foods es nuestro destino...—anunció.—Ahora andando que en media hora tenemos una reunión importante con el dueño y sus inversionistas...—Danna dejó escapar el aire de sus pulmones. Estaba completamente segura que esa era sorpresa de la que Christopher le había hablado la noche anterior. Claro, por eso no había hecho demasiadas preguntas con respecto a su viaje. Tenía algo de sentido si se lo pensaba mejor.
—Andando...—susurró siguiéndola.
Atravesaron las imponentes puertas de cristal para encontrarse en un recinto completamente lujoso donde predominaba el color beige. Una recepcionista de aspecto amable y sonrisa deslumbrante las atendió tan cortésmente que Danna de inmediato pensó que; o bien esa mujer siempre estaba de muy buen humor o realmente amaba su trabajo. Les entregó un par de gafetes con la leyenda "visitantes" y luego les indicó el piso al que tenían que ir.
Cuando entraron en el elevador de inmediato una melodía suave –la típica de los elevadores- se hizo presente. Danna realmente no podía creer lo que estaba pasando. ¿En qué momento había terminado en el elevador de la empresa de Christopher para ir a verlo? Camila tenía razón, sus vidas de nueva cuenta estaban comenzando a enredarse y lo amaba. Amaba saber que por obra del destino –y de la vida, en realidad- sus vidas siempre terminaban mezcladas.
—Es lindo—comentó la mujer llevando sus penetrantes ojos hasta Danna. La castaña apretó sus labios y asintió lentamente porque en realidad no sabía que más hacer.
Tenía que admitir que el diseño de la empresa era completamente imponente y estaba más que claro que la persona que había decorado los interiores tenía muy buen gusto y sabía muy bien lo que hacía. Era impresionante la cantidad de lujos que había ahí dentro y realmente no quería no imaginarse como era el resto de la empresa.
—Lo es...—susurró ella finalmente.
Cuando llegaron al piso número diez el corazón de Danna estaba a punto de salirse de su pecho. Tenía la necesidad de inventarse un dolor de cabeza para poder huir al hotel y se sentía ridícula por querer hacerlo. Era sólo Christopher, el mismo Christopher con el que había hablado la noche anterior. Las puertas del ascensor se abrieron de par en par: Stella Miller comenzó a avanzar como si fuese una de esas modelos en medio de un desfile de modas y todas las miradas se posaron en ella.
Danna inspiró profundamente y la siguió tratando de parecer despreocupada. Hasta que por supuesto se encontró de frente a Jaeleen Belmont sosteniendo un folder y esperando por Stella al final del pasillo.
—Stella, te estábamos esperando para iniciar con la junta...—anunció la chica.—¡La sala de juntas es por aquí!—añadió señalando un pasillo a la izquierda.
—Tengo entendido que faltan quince minutos aun—respondió ella.—Sino te importa, Jaeleen...mi asistente y yo pasaremos a la oficina de Christopher porque quiero charlar con él...
—Puedes hablar conmigo, para eso soy la mano derecha de Christopher—le recordó ella.—Cualquier cosa que quieras hablar con él puedes hacerlo conmigo y yo se lo comunicaré después...
—Quiero hablar con Christopher Vélez—le espetó ella lanzándole una mala mirada.—Así que por favor dile a tu jefe que estoy aquí...
Jaeleen la miró mal y luego se giró para marcharse. Stella negó un poco y luego sin más siguió avanzando hasta la puerta de la oficina de Christopher. Danna se quedó en silencio esperando hasta que luego de un par de golpes él apareció. Pareciendo completamente guapo.
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ÉXTASIS(Éxtasis #3)|C.V.|Completa.
FanfictionLIBRO UNO: ADRENALINA. LIBRO DOS: OPIA. LIBRO TRES: ÉXTASIS. _ _ _ _ _ Sólo el latido al unísono del corazón puede crear el éxtasis.-Anaïs Nin.