C39: Cosas de mujeres.

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Días después...

—Esto es para ti...—anunció Christopher tendiéndole una caja de regalo a Charlie. Los ojos marrones de la pequeña lo observaron un momento antes de que una enorme sonrisa se instalara en sus labios.

—Pero no es mi cumpleaños...—le recordó ella. Christopher negó.

—Lo sé pero cuando pasamos por la tienda de electrónicos en el centro comercial y lo vimos no pudimos evitar pensar en ti...—respondió.—anda, ábrelo...seguramente te encantará...

—Ábrelo, amor...—la ánimo Danna ofreciéndole una pequeña sonrisa. Los ojos de la niña se posaron en la cajita cuidadosamente envuelta, soltó un pequeño suspiro y comenzó a deshacer el fino lazo de listón morado. Retiró la tapa de cartón lentamente antes de que un grito emocionado escapara de sus labios.

—¡Es una cámara!—anunció llena de emoción. Christopher llevó sus ojos hasta su esposa y le obsequió una amplia sonrisa que ella amó de manera inmediata.—¡Gracias, papá!

—El regalo no sólo lo compré yo, también es de parte de tu mamá...—le informó él.

—¡Gracias, mami!—añadió poniéndose de pie para abrazarla con fuerza.—Voy a tomar muchas fotos para enseñarle a mis tíos la playa...

—Ese definitivamente suena a un buen plan...—murmuró él encogiéndose de hombros.

—¿Les puedo tomar una foto juntos?—preguntó observándolos a ambos con una pequeña sonrisa traviesa tirando de sus labios. Christopher se echó a reír y asintió.

—¡Todas las que quieras, amor!

Danna se acercó a Christopher, apoyó su cabeza en su brazo y él besó su frente. Charlie los observó maravillada antes de hacer una fotografía.—¡Es bonita!—anunció completamente feliz. Él se echó a reír y negó completamente divertido.—¿Pero ya podemos ir a la piscina? ¡Quiero nadar!—cuestionó arrugando su nariz.

—Sí, ya podemos ir a la piscina...—respondió él.—Sólo por favor recuerda que tienes que ponerte el bloqueador solar...

—¿Vas a venir a la piscina conmigo y con mi papá, mami?—preguntó en dirección a Danna. Ella dejó escapar un largo suspiro y asintió.

—Vayan ustedes y los alcanzo en un par de minutos...

—¿Te sigues sintiendo mal...?—cuestionó Christopher con un deje de preocupación sin apartar sus ojos del rostro de su esposa.—Si quieres podemos volver a casa en este mismo momento, mi amor...—le ofreció el castaño. Ella negó.

Su malestar no era suficientemente fuerte como para pedirle a su marido que volviesen a casa. Eran simples dolores de cabeza. Nada más que eso.

—¿Y perdernos de estar en nuestro primer viaje familiar a la playa?—musitó casi ofendida.—Por supuesto que no...—decidió.—Estoy bien...sólo es cuestión de una aspirina...

—Dan...tu bienestar y el de Charlie para mi es lo más importante, sin importar si estamos en viajes familiares o algo parecido...podemos volver a casa y después ya habrá más viajes...—le explicó él. Ella negó de nueva cuenta.

—No seas exagerado, Chris. De verdad estoy bien...—respondió.

—¿Estás completamente segura de eso...?—insistió el hombre. Ella se quedó quieta observándolo un momento antes de unir sus labios en un pequeño beso tratando de tranquilizarlo.

—Si.—le sonrió.—Los alcanzo en la piscina, llamaré a Camila para preguntarle algo...

—¿Y...puedo saber que...?—cuestionó en voz baja. Danna se echó a reír y negó.

ÉXTASIS(Éxtasis #3)|C.V.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora