ÉXTASIS(Éxtasis #3)|C.V.|Completa.

C38: El gran día.

Cuando el despertador sonó Danna lo primero que hizo fue ponerse de pie. Ni siquiera había sido necesario pues después de la reunión que habían organizado sus amigas en complicidad con su madre y su suegra no había podido dormir bien de los nervios.

Las ansias por ver a Christopher cada vez eran más grandes y aunque trataba de controlarse era un tanto imposible. Llevó su atención a Pepito que dormía plácidamente encima de las pantuflas de Charlie y sonrió débilmente.

—Buenos días, mami...—susurró Charlie detrás de ella.

—Buenos días, mi amor...—respondió.—¿Estás lista...?

—¿Ya nos vamos a ir a nuestra casa...?—preguntó frotándose los ojos con ambas manos.

—Eh, no...

—¿Vamos a ir con papi...?—Danna sonrió.

—Lo veremos más tarde...—le prometió.—¿Recuerdas el vestido de princesa que te probaste el otro día...?—Charlie asintió.—¡Pues hoy lo usarás!

—¡Las princesas son para niñitas, mamá!—le recordó. Danna se echó a reír.

—Bien, pues dejémoslo en que ese vestido lo usarás hoy...—murmuró.—Seguramente Mafe y tú serán las dos niñas más hermosas del mundo...

—¿Y mi tía Valen...?—cuestionó.

—Ella será la adolescente más hermosa del mundo...—agregó.

—¡Buenos días!—saludó Camila entrando en la habitación con una charola de comida entre las manos.—He traído el desayuno así que espero que las dos estén más que listas...—les sonrió.—La estilista viene en un par de horas y Pier llamó hace quince minutos sólo para recordar que hoy es tu boda con Chris...—musitó.—Como si pudiésemos olvidarnos de algo así...—replicó arrugando la nariz.—Osea, hoy es el gran día...

Danna se echó a reír.—Deja a Pier en paz, pone todo su corazón en su trabajo...

—Ya lo noté...—susurró.—Charlie...tu desayuno lo dejé en el comedor y Mafe está esperándote así que andando que se hace tarde...—la niña le sonrió antes de ponerse de pie.

—Gracias, tía Cam...

—De nada, amor...—le sonrió la pelinegra.—¿Estás lista para el gran día...?—murmuró en dirección a Danna una vez que las dos se encontraron solas en la habitación de huéspedes.

—Creo que si...

—¡Danna!—se quejó.—No se dice, creo que si...se dice, sí. Estoy más que lista para este día, estoy más que lista para pasar el resto de mi vida al lado de Christopher...—la reprendió.

—Es...

—¡Dilo!—le ordenó ella enarcando una de sus cejas.

—Estoy más que lista para este día, estoy más que lista para pasar el resto de mi vida al lado de Christopher...—recitó sintiendo como su corazón comenzaba a dar pequeños saltitos dentro de su pecho. Camila se echó a reír y la miró llena de alegría.

—Tan loco como suena pero es real...—hizo una pausa.—A veces, Dan...vuelves a ser la misma Danna de veintitrés años...

(...)

—¿Por qué me estás mirando así...?—cuestionó Christopher posando sus ojos en los de su madre que lo observaba fijamente con una pequeña sonrisa tirando de sus labios.

—No puedo creer que este día al fin llegó...—soltó.

—¿Te vas a poner a llorar, mamá...?—preguntó en voz baja. Valentina se echó a reír llevando una rebanada de piña a sus labios.