Macao

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En la vida vamos buscando amor, algo que nos haga sentir, que estamos vivos, que nada nos vence, algunos tiene dinero pero no amor otro amor pero no dinero, al final todo genera una serie de problemas que involucran a todos los sentimientos y acciones.

En un momento de la vida todos somos lastimados, usualmente todos usamos las mismas palabras que los demás el típico “no eres tú soy yo”, en mi caso fue la violencia la que nos separó, algo no marchaba bien “necesitamos tiempo”, ¿tiempo?No aguantaba un día más la situación, pero mi corazón iba con él a todos lados, aquello que guarde y entregue al peor postor, al menos en los momentos de decepción eso pensaba, no éramos el uno para el otro, pero como podíamos saberlo si siempre tomábamos dirección opuestas en lugar de dirigirnos al mismo lugar .

Y sientes que te rindes, que en medio de el pecho te falta el corazón, decidiste arrancarlo para que ya nadie mas pueda tenerlo.
Y lo apuñalaste hasta quitarle la ultima gota de sangre, y dejas que ahora el cerebro controle todo.
Que piense, que no sienta para no poder estar así, para no sufrir .
Para tragarte tus lágrimas,
Tus rabietas...
Al final, todo pasará.

Salí al balcón a respirar aire fresco, ya estaba lista para ir al evento de la nueva temporada, usaba un vestido en color rojo largo, abierto de los lados, un vestido tradicional, el Qipao, el color representaba la buena fortuna, los bordado estaban en la mitad del hombro derecho, flores en color negro, pero predominado mas el dorado, usaba unos zarcillos sencillos, un bolso negro con tachas y los zapatos Jimmy choo, un recogido en mi cabello, los ojos marcados dando profundidad a mi mirada, el labial rojo, entré al clóset y mire una foto de Jackson aun en el estante donde tenia algunos bolsos y decoraciones, sostuve en mis manos su fotografía, él dejó de quererte y te volviste ese objeto que solo adorna la mesa de centro.
Y si era así, tal vez la experiencia que vivimos juntos no tenia sentido, pero no era la peor historia de amor, tenia partes positivas, no cambiaría aquella vez que comías helado y me lo embarraste en la cara, nos reímos tanto, o cuando caminamos hasta llegar a ese árbol sólo para darnos un beso, cuando me enseñaste a andar en bicicleta, nuestra boda.
Tocaron la puerta, abrí, era Jin listo con un traje también de la colección, sería el modelo principal, me costo al rededor de dos meses convencerlo, entró y me dirigí al baño a ver si no tenía algún imperfecto.

Jin- ¿De nuevo estas tomando esto?

Salí, tenía el frasco de pastillas en la mano mientras leía las letras pequeñas.

Hye wook- Si.

Dije secamente cruzando los brazos y desviando la mirada.

Jin- ¿Desde cuándo?

Hye wook- Hace dos días, vamos...

Jin-¿ Fue Jackson?, debería darle un escarmiento.

Hye wook- No, no lo harás, no dejaré que te perjudique, a mi puede dañarme y hacerme trizas pero siempre defenderé a quienes amo.

Jin- Wookie...

Hye wook- ¡Basta!, este tema me empieza a causar jaqueca, Jungkook nos espera abajo.

Todo el caminó había estado callado, odiaba ser así con Jin, él era como un hermano para mí, al llegar al evento todo marchaba bien, me realizaron una entrevista, después fui tras bambalinas, Jungkook no se separo ni un momento de mí, siempre atento, miraba para ver si nam había venido, pero no logré verlo, pasaron uno a uno los modelos, ya era mi hora de salir a la pasarela, todos me miraban y yo sonreía, los flashes, los aplausos me hirieron sentir mejor y olvidar todo aquello que me acongojaba, mire a Jimin y Namjoon con una dama de unos 48 años, seguramente su mamá, le mande un beso, Jimin hizo una mueca de desagrado y Nam se sonrojó, al terminar fuimos al after party un rato, esperaba ansiosa desde la barra del lugar para ver entrar a Namjoon.

Mr.KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora