Mr.Kim

Condena

Narra Jimin

Amanecí con un maldito dolor de cabeza, sentía que estallaría, no quería levantarme de la cama, no quería salir, ni quisiera mirar la luz del sol, si, había llorado toda la noche, llorado por ella, solo por ella, escuché tocar la puerta y esta enseguida se abrió, solo lograron irritarme mas, maldeciria al bastardo que hizo esto, me levanté de una y mire a papá, rayos este ¡viejo esta demente!, no le basto con jordeme la existencia ya.

Seo joon- Levántate Jimin, son las 10:30 am.

Jimin- Llegue de un viaje ayer, tengo descompensado el cuerpo por el horario, ¿Podrías dejarme dormir unos 20 min más?

Seo joon- ¡Te estoy ordenado que te levantes carajo! Arréglate, saldremos a la compañía, te quiero listo en 20 min Park Jimin.

Jimin-Sí, sí, sí padre.

No tenía otra alternativa que acompañarlo y obedecer, de lo contraria me quitaría mi auto favorito y congelaría una que otra tarjeta, me di un baño rápido y busqué ropa formal, escogí un traje clásico negro, camisa blanca y zapatos estilo Oxford de charol, peine mi cabello de lado, me coloqué tónico facial y bloqueardor, al salir mi padre me esperaba junto al secretario Siwon, más los 4 guardaespaldas, esto era un plan con maña para evitar que huyera, de hecho en cualquier oportunidad que tuviera lo Haría para ir con Hye wook, los empleados nos recibieron bien y entramos a la sala de juntas, todos los socios se encontraban allí, mierda, mi padre habló ante todos, la piel se me erizo cuando dijo que yo sería vicepresidente del grupo Park, al parecer nadie esperaba la noticia, fue un impacto total, pero al ser mi padre el socio mayoritario y el inversionista principal solo podian aceptar lo que él quería.

Me dieron una oficina nueva, espaciosa y llena de luz natural, este sería de ahora en adelante mi mayor encierro, hace un año que había terminado la carrera de negocios internacionales, era de esperar que yo me quedara con el imperio que mi padre y abuelos fundaron, tomé una pluma y papel, solo queria plasmar algunas ideas que divagan en mi mente, una palabras para mí, mas qué mias suyas, una carta para deilentar sus ojos y oidos al leerla, para rogarte, implorar, aunque no llegará a tus manos.

Querida Hye wook.

Se que no quieres escucharme, incluso despues de lo que hicimos ni siquiera verme, siento que todo mi ser arde en llamas, que ya ni siquiera estoy seguro de si quiero sonreír.
Yo se que no me perdonaras, actué como un idiota, fuiste mi todo, yo también pude serlo para ti pero perdí mi oportunidad, la tire por la borda, no fui capaz de medir las consecuencias, ahora ellas me llevan, me arrastran a una realidad de la cual no quiero ser parte, si supieras que llore por ti la noche enterará, entré sollozos dije tu nombre, un nombre que solo mancho con mi imprudencia.

Me duelen verte con alguien mas cuando yo era tu dueño, tal vez por creérmelo es que ahora sufro, si, el sufrimiento me acompaña, se que ya no puedo tenerte, quien lo haga que te atesore como yo no puede, por amarte de manera egoísta, al querete solo para mi descubri que los celos me vuelven vulnerable, ya no remedio nada, pero quiero verte feliz, aunque no sea yo el motivo de ello.

Atte.
Park Jimin.

La doblé y metí en un sobre, la guarde en un cajón y sali a comer algo ligero, escapé de los guardias, caminé unas cuantas cuadras y llegue a un café, me senté serca de la ventana para mirar a los transeúntes, sorbi unos cuantos tragos de la taza de café, al ponerla en la mesa gire mi vista hacía fuera, entonces la vi, pense que mis ojos me mentían, pero ella era inconfundible, iba vestida con una falda de mezclilla con apliques de cristales en amarillo y rojo y desilachada en la parte de abaja, dejaba ver sus hermosas piernas, una blusa de manga larga en verde militar, botines altos negro de piel y un bolso blanco tipo lana de Chanel, me levante de donde estaba caminando apresurado para alcanzarla, Hye wook, ella estaba allí esperando en el filo de la acera el cambio de la luz, el semáforo dio paso a las personas, trate de seguirla con la mirada pero se perdio en el mar de gente, regresé a la cafetería, pagué, mi móvil sonó y contesté.