Mr.Kim

Hawaii

Me levate a las 06 : 00am gracias a mi alarma, pero eso me dio tiempo de mirar por la venta un largo rato, el amancer llevaba todas mis esperanzas, era como si todo se reiniciará en mí, escuché tocar mi puerta y me pidieron que bajara a desayunar.

No me habia dado tiempo de acomodar mi ropa en el armario asignado, llegamos por la noche a la Isla, los padres de Namjoon a último minuto ya no pudieron venir dejandonos solos, 5 chicos en una gran casa, el secretario Min yoongi estaba a lado de mi habitación y Rebeca en la siguiente, Namjoon y Taehyung tenía su habitación en la planta baja, escogí un ropa ligera, una playera Blanca, unos pantalones largos hasta el tobillo con estapando de palmeras, unos shocks corto, tenis balenciaga double ss y un bolso rojo con pedreria de versache,el clima era realmente bueno, baje a desayunar, fruta tropical, yogurt, ensaladas, jugo de naranja, al terminar todos subimos a una camioneta que nos llevo a un mercado, rebecca apenas y cruzaba mirada conmigo, captaba toda la atención de Namjoon y Taehyung dejándome un poco ignorada por ellos, llegamos y ellos caminaron adelantadose, el secretario yoongi se acercó a mi para conversar.

Yoongi- ¿Cómo durmió señorita Lee?

Hye wook- Oh muy bien secretario Min yoongi.

Yoongi-¿ Puede ser menos formal conmigo?

Hye wook-¡Seguro!, si usted lo desea.

Yoongi- Me haces sentir muy viejo si me llamas secretario Min yoongi, ¿Me veo viejo?
¿Soy un anciano acaso?

Hye wook- Oh ¡En realidad lo es!

Solte una carjada y el me miró desconcertado.

Yoongi- ¡Soy un anciano!

Rió divertido y sarcástico, parecía un gatito cuando sonreía.

Paramos en un puesto callejero para comprar algo, la mayoría de los platos fuertes de la cocina hawaiana se hallan compuestos básicamente de carne, compramos costillas de cerdo cocidas con salsa de soja y sésamo. Un plato exótico simplemente espectacular, seguimos caminando y yo me detuve frente a un pequeño puesto de flores y collares Hawaianos, era la primera vez que venia aquí, mire con el rabillo del ojo como Namjoon se paraba a mi lado finjiendo ser un comprador extraño, yo seguia embelesada admirado, Tomó una corona de flores blancas y la puso en mi cabeza.

Namjoon- Me la llevó, ¿No cree que le queda perfecta a la señorita?

Vendedora- Asi es joven.

Namjoon-¿ Cuánto es?

Vendedora- 5 dolares.

Namjoon- sacó su cartera y pago, solo miraba al suelo algo apenada y sonrojada.

Hye wook- Gracias Nam...

Me tomo por las mejillas apretujandolas, seguido de un besó suave y dulce.

Namjoon-Te quedan muy bien.

Dijo señalando la corona de flores, sus hoyuelos no tardaron en aparecer junto a una sonrisa picara.

Namjoon- Los chicos iran a la playa, pero.

Hye wook- ¿Pero?

Namjoon- Yo quiero ir al museo, así que ven vamos...

Me jalo de la mano obligadame a caminar, el trayecto fue de unos 15 min aproximadamente, cuando llegamos miré un monton de extrageros, francés, latinos, Visitar el Museo de Arte de Honolulu era lo utilmo que me habria de pasar por la mente, sin embargo resultaba interesante admirar más de 50.000 obras de arte, es el museo más grande del estado, era romántico a la vez descubrir auténticos tesoros de artistas internacionales como Gaugin, Monet o Van Gogh, Namjoon parecía apreciar el arte como ninguno otro, también nos deleitamos con el arte hawaiano, además, el edifico en sí ya se considera una gran obra de arte, se escuchaba el sonido del agua callendo desde el cielo, la lluvia y un cielo gris se apodero de nuestro entorno, en Hawaii el clima es bueno durante casi todo el año. Sin embargo, de pequeños ratos de lluvia no se salvan, es muy frecuente que cada día llueva un poquito por lo que los hawaianos ya están acostumbrados y ni siquiera bajo la tormenta llevan paraguas, excepto los turistas que corren por todos lados buscando refugio o usando un paraguas para no empaparce con la llovizna, Namjoon me tomó de la mano para llevarme en medio de todo la situación empapandome lentamente, me tomó entre sus brazos para despues girar en circulos, jocosos, gustosos, sus ojos me encontraban con los mios llenos de bienquerencia.

Sus labios se unieron con los mios en una sintonía perfecta cuando me puso en el suelo, los zapatos empapados, poco importaba ahora el precio de aquellos cuando podía reposar en su boca un largo tiempo, la lluvia se esfumó y solo quedo humeda nuestra ropa a comparación de nuestro cuerpo caliginoso.

Al llegar a casa me di una ducha, solo tentaba mis labios una y otra vez imaginándome ese beso, pero, apesar de esta extraña sensación, una parte de mí extrañaba a Jimin, estaba escondida en lo mas recóndito, pero solo era un recuerdo vago que tal vez ya no merecía un espacio en mi mente.