Capítulo 2

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8 años atrás:

31 de diciembre 11:45 pm:

- ¡Kirito, por aquí! - llamó la pequeña Asuna. Alzando su mano llamando la atención del peli negro.

Éste al verla se acercó a pasos lentos, su corazón latía con a gran velocidad y sus ojos brillaban como la oscura noche. Lo único que deseaba era detener el tiempo y quedarse con su querida Asuna.

"mis abuelos discutieron con mi madre, ahora tendré que vivir con ellos, cumplidas las 12 am de año nuevo, me tendré que ir Kirito".

Aquellas palabras resonaban en su cabeza. Al llegar al punto de reunión fue recibido con un fuerte abrazo de parte de la oji miel. Al separarse observó detenidamente el bonito vestido que llevaba puesto para recibir el año nuevo, sonrió de forma ladina y la volvió a acercar a él.

- No te vayas - pidió en suplico de nuevo. Sus ojos amenazaban en llorar en cualquier momento.

_ Sabes que no puedo hacer eso, mis padres y mis abuelos ya tomaron la decisión. Si fuera por mí, me quedaría contigo por siempre.

Quizás solo tenían un año de conocerse, pero aquellos meses fueron los mejores para el par niños. Risas, juegos y salidas a escondidas.

- Te irás y terminaras olvidándome para siempre - dijo el peli negro, con cierto aire triste.

Las pequeñas y suaves manos de la niña de posaron por las mejillas del contrario y sonrió levemente.

- Nunca te olvidaré, nunca nada de ti. Porque quiero prometer algo contigo ésta noche.

Aquello llamó su atención por completo. ¿Una promesa?

Sus ojos la miraron atenta, ésta se dio la vuelta y tomó en sus manos un pequeño regalo, se lo extendió con una sonrisa en sus labios.

- ¡Feliz año nuevo Kirito!

Algo dudoso tomó el regalo y luego la observó a ella, cuidadosamente abrió el regalo, posteriormente observando un hermoso marco de color negro con una foto de ellos dos, tomados de las manos.

Sus ojos se inundaron en lágrimas y la abrazó muy fuerte, sintió como la contraria soltaba un suspiro al corresponder el abrazo.

- Kirito... - llamó ésta. Al escucharla la miró a los ojos. - prometo que al regresar a Tokio, me casaré contigo, viviremos muy muy lejos de aquí y seremos felices y nadie podrá cambiar eso.

- Prometo amarte solo a ti y a nadie más Asuna. Tal y como tus abuelos nos enseñaron, aunque estemos lejos yo te amaré todos los días.

Ahora era ella quien tenía sus ojos llorosos, verla así con una sonrisa en sus labios fue lo más hermoso que había visto en su corta vida. Se acercó a éste y deposito un pequeño beso en la comisura de los labios de contrario, solo faltaba 1 minuto y sus abuelos la estaban buscando.

- Ya me tendré que ir, Kirito. Gracias por todo - dijo y soltó lentamente las manos del pequeño. Éste reaccionó y tomó con firmeza las manos de su querida amiga, impidiéndole irse.

- ¡Toma! Es un regalo de mi parte. Fue el collar de mi madre, pero ahora quiero que lo tengas tú, para que siempre sientas que estoy a tu lado.

- G-Gracias-- dijo, tomando con mucho cuidado aquel collar con la forma de una gota de agua.

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora