Capítulo 49

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Kirito:

—Señor Kirigaya, le presento a Takeru Higa. – llevó una de sus manos hacia el mencionada.– uno de los mejores hackers de Tokio que trabaja para la policía.

Observé al chico, su cabello era rubio, despeinado, usaba lentes y era de tez pálida.

—Mucho gusto. – murmuré inclinando la cabeza levemente. – ¿Cuáles son las noticias?

—Tras la información que recibimos de parte de la oficial Asada, procedimos a comunicarnos con el joven Higa, con la información en la carta y ayuda de las cámaras de seguridad públicas. Retrocedimos los vídeos hasta el día de su boda y encontramos el mismo auto sin matrícula que llevaba el cuerpo inconciente de la joven Asuna Yuuki. Este desapareció sin dejar rastros. Tiempo después se descubrió que el auto fue llevado a un taller para ser desmantelado.

«Un plan hecho casi a la perfección.»

—Le fue pagado a los empleados para que no dieran una sola palabra de quién llevó el auto. No fue fácil sacar la información, pero logramos llegar por el responsable, siendo uno de los empleados del señor Nobuyuki.

Cerré mis manos y se formaron puños, las aprete con fuerza.

«Estás muerto. Te lo advertí. »

—Cambió su nombre y apellido, para pasar desapercibido, compró una nueva propiedad y retiró todo sus fondos de sus cuentas bancarias. No obstante, el hombre nunca cambió de número telefónico, con el cual se comunicó con la señorita Sachi, en paz descanse.

« Te tengo bastardo. »

—Al lograr encontrar la actual ubicación del señor Nobuyuki, no dudamos en comunicarnos con usted para avisarle que mandaremos a todas las unidades posibles que estén cerca de la localidad y atacar.

—Quiero estar presente.

Era la única manera que me haría sentir más tranquilo, ser uno de los primeros en tomar en brazos a mi pequeña Asuna.

—Lo s...

—No me interesa que tan riesgoso sea, mi prometida es quien ha pasado un infierno mientras está esperando un hijo mío. – lo corté, verdaderamente no me interesó en lo absoluto lo que me iba a decir. – Arriesgarme es lo mínimo que debo hacer.

(...)

Tenía unos minutos para poder irme en la patrulla que el detective me había dicho. Shino era una de mis acompañantes, al menos no sería tan silencioso el viaje.

¿Estás loco, verdad?

Habló Eugeo desde la otra línea, lo había llamado para informarle que iría con la patrulla de rescate.

—Debo hacerlo. – hablé, masajeando la sien. – Me he dejado llevar por los sentimientos, ella me necesita, me necesitan.

Puede ser peligroso, no conoces el lugar a donde van, p... – suspiro resignado. – ¡Podrías salir herido o muerto, Kazuto!

—Le prometí una vez a Asuna, que arriesgaría mi propia vida por la suya y pienso cumplirla.

Los oficiales irán por ella, confía en ellos. – nuevamente insistía. – ¡Ella está embarazada! 

—¡Esa es la razón principal del porqué debo ir, Eugeo! – exclame. – ¡La amo demasiado y si ese bastardo le hizo daño juro que acabaré con él!

Ella es fuerte y valiente...

—Ella ahora está cargando con el fruto de nuestro amor, Eugeo. – suspire. – s-si algo le pasa a mi hijo, me volveré loco. Porque sé que ella también saldrá afectada.

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora