Asuna:
¡El día por fin llegó!-Mira lo hermosa que has quedado.
Me halagó la mujer que se hizo cargo de peinarme. Sonreí al verme en el espejo, realmente me veía hermosa, ya quería ver el rostro de Kirito al verme.
El largo vestido blanco que llevaba puesto era un vestido de en sueño. Lo adore desde el primer momento en que lo miré frente a mis ojos. Un collar adornaba mi cuello y parte de mi pecho. La estilista salió de la habitación, me levanté de la silla mirándome en el espejo.
-¿Qué opinas, Yui? - pregunté en un susurro. - ¿te gusta como se ve mamá?
Sonreí tímida al imaginarme una respuesta, decirle Yui me producía gran alegría, algo dentro de mí me decía que sería una niña.
La puerta fue tocada tres veces, voltee sonriente, sabía que mi padre estaba en la puerta. La ceremonia de bodas estaba a tan sólo unos minutos.
-Adelante. - dije y en efecto, mi padre entró con una hermosa sonrisa en su rostro.
Se mantuvo de pie unos segundos viéndome de pies a cabeza, mis mejillas se ruborizaron al sentirme nerviosa, por su primera impresión.
-Aún quedan unos minutos, podemos cancelar la boda - dijo en un tono bromista.
Reí con su comentario.
-Papá... - me acerqué a él sonriente.
-Mi niña - susurró, tomando mis manos. - ¿cómo es posible que hayas crecido tan rápido? Recuerdo que apenas ayer jugabas con muñecas.
Sentí como mis ojos se cristalizaron de forma fugaz, yo tampoco podía creer lo rápido que había pasado el tiempo.
-Sólo parpadee y ya estoy a punto de entregarte en el altar y en poco tiempo en convertirme en abuelo... - me estrechó entre sus brazos, acariciando mis hombros. - Mi pequeña Asuna. Hoy te ves más hermosa y radiante que nunca.
-Papá... Yo siempre seguiré siendo tú pequeña, no tienes porqué preocuparte.
-Lo sé, cariño. Ante mis ojos siempre serás mi pequeña, que siempre necesitó de la ayuda de sus abuelos.
«Abuelos... »
Ellos... No pudieron presenciar nuestra boda...
-Sé que tú más que nadie deseaba que ellos estuvieran aquí, pero sé que ellos deben estar muy orgullosos de ti.
Asenti con la mirada baja. Escuché como el celular de mi padre sonaba, indicando que estaba recibiendo una llamada.
-Disculpa - dijo y miró quién le llamaba. - Debo atenderlo, no tardaré mucho tiempo querida. Prometo apagarlo en la ceremonia.
Suspire para después asentir, nuevamente sola en la habitación. Realmente no podía creer que mi propio padre ponía su trabajo antes que a mí, pero siempre fue así.
«Sé que tu padre nunca hará algo así.»
-Prometo ser diferente a mis padres. - dije posicionando mis manos sobre mi vientre.
La puerta nuevamente fue tocada tres veces. Suspire sacando todos aquellos pensamientos deprimentes, me dedique una sonrisa de lado.
-Adelante. - dije viéndome a través del espejo.
La puerta fue abierta cuidadosamente. Mi sonrisa se borró totalmente, provocando que el ritmo de mi corazón aumentará drásticamente.
-Tanto tiempo, hermosa...~
Escuchar su voz me provocó escalofríos por todo mi cuerpo, inmediatamente empece a temblar del miedo.
-S-Shouichi.
(...)
Kirito:
El zumbido de mis oídos no me permitía oír claramente, mis manos acariciaron el frío piso sintiendo pequeñas piedras.
«A...Suna... »
-¡KIRITO!
Escuché los lejanos gritos de mi mejor amigo. Mis ojos lentamente se fueron abriendo y cerrando; logré visualizar al padre de Asuna totalmente inconciente.
Me levanté lo más rápido que pude y comencé a correr lo mejor que pude, mi cuerpo dolía, producto del impacto contra el suelo.
-¡Asuna! - grité, esperando escuchar una respuesta de su parte.
Divise aquel vestido blanco, era ella, empecé a correr lo más rápido que podía.
Al escuchar un disparo me detuve en seco.
Sentí mi cuerpo caer contra el suelo, cegando mi vista por completo; intenté mantenerme despierto, estire una de mis manos al reconocer el cuerpo inconsciente de Asuna.
«A...Su...Na...»
-¡Kazuto!, ¡KAZUTO!
Sus gritos en un segundo solamente a callaron, dejando un silencio.
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Hilo rojo
Fanfiction"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancia. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper" Una simple leyenda... Una simple leyenda ha unido a d...