Capítulo 28 EXTRA

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Como un caballero:

¿Usted no recuerda nada?

Negó lentamente avergonzado. Mantenía baja su mirada, sintiéndose inferior ante tantas miradas de preocupación, sorpresa y miedo.

La gran preocupación en las personas fue despertada al presentarse una larga lista de jóvenes teniendo fallas al intentar recordar algo importante o cotidiano de sus vidas; al principio los adultos pensaron que eran típicas bromas en adolescentes por el hecho de no querer asistir a clases o ha alguna actividad, no obstante, su temor comenzó al ver la desesperación en sus ojos, el miedo; varios de ellos golpeaban sus cabezas intentando recordar algo. La preocupación en los hospitales fue tal que fue gran sorpresa ver que esa actitud se fue creando en adultos.

Las noticias fueron invadidas con tal novedad tan preocupante. Todos testificaban que sus memorias eran borradas al perder en Ordinal Scale.
Algunos presentaban sensaciones diferentes: cansancio, dolor físico, confusión o en peores casos se desvanecían al recibir el golpe de gracia.

Sus fuertes carcajadas inundaron la habitación. Se sentía en gloria al ver que su trabajo dió frutos y todo aquel que perdiera en Ordinal Scale perdiera sus recuerdos le causaba gran felicidad en su interior.

Según reportes de la policía después de semanas de investigación el famoso juego Ordinal Scale no se han encontrado algún tipo de mal intención para lastimar a todo aquel que lo haya jugado o vaya a jugar.

—Idiotas... – musitó con una gran sonrisa en sus labios. Apartó el computador de su vista.


(...)

Varios celebraban exhaustos, un nuevo Boss fue derrotado. Algunos respiraban de forma rápida, mientras que otros aplaudían desde lejos al ver finalizada la pelea. Algunos se tomaban el tiempo de felicitar al rubio, quien dió el mayor esfuerzo al pelear contra el fuerte dragón.

¡Buen trabajo! – felicitó la idol.

Esta se acercó al ganador y sonrió ampliamente.

Por tu esfuerzo tendrás un p...

—Recervate lo del beso.

Inclinó su cabeza hacia un lado confundida e hizo una mueca.

Ouh, lástima. Será para la próxima.

Dijo y le apuntó con su dedo índice con una nueva sonrisa en sus labios, guiño uno de sus ojos antes de desaparecer.

—Buen trabajo, Eugeo-kun.

Giró su rostro al escuchar la voz del peli negro. Le entregó una mirada de pocos amigos.

—Kirigaya. – dijo simple. La zona de batalla fue desapareciendo lentamente –. Lamentablemente, yo no puedo decir lo mismo de ti. Sólo te haz quedado ahí.

Frunció su entre celo al escuchar las palabras de quien fue su mejor amigo una  vez.

—Me enteré de la forma en que terminaste con Alice-san – dijo en un tono serio. El rubio desvío su mirada hacia otro lado. – Esa no fue la mejor manera en que la debiste de tratar.

—No necesito sermones, Kirigaya. Yo trato a los demás como me tratan a mí.

—Y ¿por eso fuiste capaz de romper los sentimientos de Tieze-chan?

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora