08: Noche de películas con el intruso.

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08| Noche de películas con el intruso.

Cómo lo predije, las cosas se salieron de control.

Todo inició cuando llegamos al centro comercial, mi madre había visto una tienda de vestidos y se había metido rápidamente comprando locamente con la excusa de "para eso trabajo, la vida es una y la debo de disfrutar", después de eso fuimos a otra tienda donde compré unas blusas y unos zapatos y Kendall compró unas zapatillas muy lindas.

Mi madre no conforme, nos llevo a los tres a una tienda donde había rebajas, para mí desgracia, habían cosas de maternidad en rebajas lo que ocasionó que mi mamá se emocionara más. Haciéndome comprar ropa para seis/siete/ocho y nueve meses con la excusa de "el tiempo pasará volando y cuando vengas a ver serás una pelota y nada te quedará". Después de salir de esa tienda a acompañamos a Matth a una tiendas masculina para que comprará unas camisas que quería.

Después de dos horas comprando y más de veinte bolsas de diferentes tiendas, aquí estamos, en la doceava tienda que mi madre había elegido para comprar ropa. Matth estaba en la  sección de perfumes y Kendall se encontraba en la parte de vestidores ayudando a mi madre a decidirse por unos vestidos. Por mi parte, estaba sentada en una silla cerca de la parte de  probadores cuando vi un letrero que decía "maternidad", me levanté y empecé a caminar hacia allá.

Cuando llegue vi miles de ropas para bebés de todas las edades, mi corazón se encogió al ver un atuendo de princesa para un bebé de dos meses de nacido, lo tome y me lo puse sobre mi vientre plano.

–¿Este te gusta, amor?– pregunté mientras me veía en un espejo.–Tal vez no te guste, ¿Y si eres varón?

Esta vez dejé el vestido y agarré un atuendo de marinero.

–¿Te gusta éste, amor?– volví a preguntar.

Unas tremendas ganas de llorar me habían invadido, supongo que todo es parte del embarazo.

Vi un mameluco color crema para un bebé recién nacido y lo tome en mis manos, sin pensarlo fui hacia la caja para comprarlo.

–¿Para un sobrino?– escuché que me preguntó la cajera, negué mientras me reía.

–Es para mi.– dije mientras le daba el dinero, vi que la cajera hizo una mueca.–¿Pasa algo?

–No, solo creo que eres algo jovencita como para tener un hijo.– su comentario me había molestado demasiado.

–¿Y a usted que le importa?- pregunté enojada.–Es mi vida, y si estoy embarazada ¿a usted qué?, Me estoy haciendo responsable de esto porque un bebé no tiene la culpa.– agarré el mameluco y me  fui de ahí enojada.

Sin duda pondría mi queja.

Llegué a donde estaba mi mamá y Kendall, la segunda al verme frunció el ceño.

–¿Qué te pasa?– preguntó.

–Fui a la sección de maternidad, y compre esto.– señalé la bolsa donde venía el mameluco.– entonces, la cajera me preguntó si era para un sobrino y yo le dije que era para mi, y ella me dijo que era algo "Jovencita" para estar embarazada, ¿Puedes creerlo?– pregunté mientras me sentaba en un sillón.

–¿Que?- está vez fue la voz de mi madre que habló, ella salió con un vestido color lila ceñido al cuerpo con el ceño fruncido.–¿Esa señora te dijo eso?– preguntó enojada.

–Si.– dije mientras me cruzaba de piernas.–dejaré mi queja.

–¡Claro que lo haremos!– exclamó mi madre enojada.

Puntería Perfecta. [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora