Puntería Perfecta. [BORRADOR]

Epílogo.

Cinco años después...

–¿Ya casi acabas? –Mary rie, mientras gira ligeramente mi cabeza.

–¿Y si te calmas? Ya casi termino. –pasa una brocha por mi cara colocando un poco de polvo.

–¡Ay, te verás hermosa, mi vida! –mi madre se limpia con cuidado las lágrimas para no dañar su recién maquillaje.

Mary termina de hacerme los últimos arreglos y sonríe orgullosa de su trabajo.

–Sin duda serás la novia más bonita de todo el mundo.

Sonrió nerviosa.

Hace dos años Noah me había pedido matrimonio de la manera más hermosa posible. Solo de recordarlo una sonrisa se escapa de mis labios.

Hoy, después de dos años de espera, estaba a horas de convertirme en su esposa.

–¡Hora de ponerse el vestido! –Eugenie, la organizadora de boda, llega con un hermoso bolso en la mano.

Se lo entrega a Mary y está camina hasta el probador para dejarlo ahí. Intento verme en el espejo pero mi madre me jala del brazo para caminar hacía el probador.
Una vez dentro, me quito la bata y entre Mary y otras dos chicas ayudan a ponerme cuidadosamente el vestido.

Era sin duda un hermoso vestido, largo y blanco como lo imaginaba de pequeña. Tenía la espalda al descubierto y unas mangas largas de encaje, dándole un toque único.  Me ayudan a colocarme las zapatillas y un pequeño liguero en la pierna, que Katlyn y mi madre habían rogado por ponerme.

Por primera vez en todo el rato que llevamos aquí  me dejan verme en el espejo. Un pequeño suspiro de sorpresa sale de mí, ¿Esta era yo? ¿Por qué arreglada en serio que me veía bien?

–Wow. –es lo único que puedo decir al verme.

Atrás, Mary me ve con ternura mientras admira su trabajo bien hecho. Salgo con cuidado del probador y todas me miran asombradas.

Mi madre se abraza a Kendall, amabas me miran con orgullo y un poco de nostalgia. Katlyn camina hacia mí envuelta en un lindo vestido color champagne con un lindo escote en la espalda, me mira con una sonrisa y me envuelve en sus brazos.

–Estoy tan feliz por ti, estúpida –rio y la abrazo más fuerte–. Basta. Me harás llorar y me veo demasiado hermosa como para arruinar el maquillaje.

Nos separamos y reímos para volvernos a abrazar.

Terminan de arreglar los últimos detalles y media hora después me llevan a una pequeña habitación donde sería mi "cuarto de espera". Ahí estaba acompañada de mis damas: Katlyn, Ada, Daiana, y una linda castaña llamada Carrie, la cual era mi amiga de la universidad y novia de Rodrigo, todas envueltas en el mismo vestido color champagne.

–¡Tranquila, Kar! –Dai me sonríe para tranquilizarme–. Noah quedará con la boca abierta cuando te vea.

Le doy una sonrisa y empiezo a jugar con los arreglos de la habitación. Estaba demasiada nerviosa como para pensar.

¿Y si me caía?

¿Y si decía mal mis votos?