#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#
Escuché mi móvil sonar de forma suave. Inmediatamente, lo apagué antes de mirar a mi alrededor. Parecía que ninguno de los "mosqueteros" se había despertado. Suspiré aliviada antes de mirar por la ventana puesto que ya entraba algo de luz por las rendijas de las persianas.
Hice lo posible por levantarme de la cama sin que Josh lo notara y, por suerte, lo conseguí. Cogí mi ropa doblada y me incorporé con la intención de marcharme. Sin embargo, observé la figura de Ryke, sentado sobre su cama y mirándome con una expresión divertida.
-¿Te vas sin despedirte?- Preguntó en voz baja.
-Sí, no puedo dejar que mis compañeras sepan que dormí fuera.- Susurré en su mismo tono mientras me acercaba para que pudiéramos oírnos.
No quería que ninguno de los demás se despertara.
-Eres una pequeña rompe-corazones.-
-Cállate, seguro que tú has hecho lo mismo.- Añadí mientras le golpeaba con mi ropa sabiendo que no haría ruido.
-Millones de veces pero eso no te excusa, señorita.- Contestó con una sonrisa mientras se defendía. –Ahora viene la gran pregunta del millón... - Añadió haciendo una pausa para darle más dramatismo.
La verdad es que noté que se pensó la pregunta durante aquellos largos segundos pero pareció cambiar de idea.
-... ¿has podido dormir bien en nuestra guarida?-
Le miré sabiendo que sus ojos me estarían prestando especial atención.
-Pensaba que me preguntarías otra cosa.-
-Tengo una lista de preguntas pero creo que no quiero saber la respuesta.- Comentó mientras no me quitaba la vista de encima, lo cual me hizo sentirme incómoda.
-Sí, dormí bien.- Contesté mientras me acercaba a la puerta.
La abrí con cuidado de no hacer ningún sonido.
-Nos veremos por los pasillos, "mosquetero".- Añadí antes de salir, también teniendo cuidado de no hacer ruido al cerrarla.
Caminé sin prisa hasta mi cuarto. Era bastante pronto y los vigilantes solían desaparecer a partir de las cinco de la madrugada. De nuevo, tuve que ser lo más silenciosa posible al entrar en mi habitación. No quería despertar a mis compañeras por lo que, me quité la camisa de Josh y, después de esconderla en mi mochila para devolvérsela más tarde, me puse mi pijama. Aún quedaba un tiempo hasta que fuera la hora de levantarse por lo que decidí echar una pequeña siesta.
#PERSPECTIVA DE JOSH#
Abrí los ojos por un sonido. Un ruido que me despertó de golpe. Los tíos de la habitación de al lado se levantaban dando golpes en las paredes. Aquello no era muy bueno. Miré a mi lado y me quedé pensativo un segundo al ver que Ángel no estaba junto a mí en la cama. Me resultaba raro. Normalmente era yo quien desaparecía de las casas de las chicas dejándolas con aquel vacío. ¿Era eso lo que todas esas adolescentes habían sentido cuando yo me había ido? No resultaba tan agradable que te dieran de tu propia medicina.
Alcé mi vista. Parecía que el único que se encontraba levantado era Ryke mientras que mis otros dos compañeros hacían lo posible por ignorar los ruidos y continuar durmiendo a pesar de que quedara poco para tener que levantarnos.
-Parece que te quedaste solo. ¿Qué se siente?- Dijo Ryke cuando se percató de que me había incorporado en mi cama.
-Es más desagradable de lo que creía pero creo que... sobreviviré.- Me burlé sabiendo que él reiría conmigo.
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¿Quién soy yo?
Ficção AdolescenteNo hay forma más básica de describir una historia que diciendo que contiene un inicio, un problema y un desenlace. No puedo decir lo mismo de esta historia protagonizada por una joven que, como muchos escucharéis decir, está perdida y parece buscar...