#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#
No era un día muy especial, tampoco era raro, ni siquiera era aburrido. Más bien era normal. Caminé por el pasillo con tranquilidad, dirigiéndome directamente hacia la clase del Señor Crith. Sin embargo, llegó un punto en el que comencé a escuchar gritos que provenían de otro pasillo por el que tenía que pasar. Parecía que Mitchel se estaba peleando con su novia como últimamente solían hacer. Se había formado un mogollón de gente alrededor de ambos.
-¡Lo único que digo es que ya no quiero salir contigo!- Gritaba él enfadado porque no hacía comprender a la chica lo que quería.
-¿Pero cómo es posible? Soy casi perfecta, lo único que me falta es una pareja igual de perfecta que yo. Nosotros somos la pareja perfecta. Seguimos saliendo.- Insistía ella.
-Te estoy diciendo que no.- Repetía el muchacho.
Me acerqué y me quedé tras la joven que chillaba junto con el grupo de gente que allí se encontraba: entre ellos, dos personas que eran conocidas para mí.
-¿Qué sucede?- Le pregunté a Tania en voz baja.
Sin embargo, antes de que ella pudiera responder, su novio la interrumpió:
-Mitch ya está harto de Delia.-
Clavé mis ojos en el rostro de mi amigo antes de observar a Josh, que se encontraba justo detrás de él, apoyándole. El chico me miró y lanzó una tímida sonrisa pero rápidamente volvió a su cara seria al escuchar los continuos gritos de la pareja.
-¿Pero por qué?- Preguntaba ella confusa.
-Em... No es cosa tuya. Es que me gusta otra chica y estamos saliendo desde hace un tiempo.- Mintió él.
Casi todos sabíamos que Mitchel era incapaz de mantener una relación durante mucho tiempo a no ser que fuera de mentira.
-Eso es imposible.- Gritó Delia creyendo que le haría más caso si hablaba más alto.
-No lo es.- Le reprochó él inseguro.
-¿Y quién es tu "novia"?- Preguntó la chica con confianza sabiendo que el chico no podía nombrar a nadie que la hiciera sombra.
En aquel momento, me arrepentí enormemente de muchas cosas: de haber pasado por aquel pasillo, de haberme acercado pero, sobretodo, de haberme puesto detrás de la chica en vez de detrás de él porque Mitchel me miró con su típica cara de tener una idea alocada y yo supe perfectamente qué era. Le negué con la cabeza desesperada hasta que lo escuché. La terrible frase que me metería en un lío tremendo.
-Es Ángel.- Contestó él.
Delia se dio la vuelta y me miró con rabia. Aguanté la respiración antes de mirar a Josh. Noté cómo se tensó, cerró sus puños con furia y apretó su mandíbula con fuerza. Bajé la mirada al suelo sabiendo que todos me miraban y queriendo volverme polvo para no tener que pasar por aquello.
¿De verdad Mitchel me había hecho eso? ¿Cómo podría solucionar aquello? Menudo problema me había creado el muchacho.
De repente, la gente se empezó a dispersar cuando se percataron de que se acercaba un profesor, haciendo que el pasillo volviera al silencio sepulcral que solía haber entre sus baldosas.
*****
Clavé mis ojos en Mitchel que se encontraba sentado en el comedor junto con sus amigos. Obviamente, me encontraba tan enfadada que no pude evitar acercarme sin darme cuenta del hambre que yo poseía.
-¿Pero qué coño has hecho?- Le grité una vez estuve a su lado.
La gente de alrededor pensaba que estaba furiosa porque había desvelado nuestra relación pero nada de aquello era cierto.
-Baja la voz.- Me mandó mirando cuidadosamente hacia todos los lados.
-¡No pienso bajar la voz porque tú me lo digas!- Seguía gritando descontroladamente.
-Lo siento mucho. Tenía demasiada presión sobre mí. No se me ocurrió otra cosa.-
Miré un segundo alrededor, lo suficiente como para percatarme de quiénes estaban pendiente de nuestra conversación. Dentro de nuestra mesa, era Josh el que escuchaba atentamente con curiosidad pero, fuera de ella, también nos espiaban Charly, Ryke, Spencer, el equipo rojo, al igual que muchas otras personas con las que nunca había mediado palabra pero, sobretodo, Delia.
-Aún así, ¿cómo me has podido hacer esto?-
Le dije en un tono normal después de calmarme para no llamar más la atención.
-¿Por qué te pones así? No tienes novio.- Dijo como escusa.
Cuando dijo eso miré inconscientemente a Josh. Me percaté de que mantenía una expresión de ligera molestia.
-Mira... Sé que he hecho mal pero solo será hasta que encuentre a una chica que acepte mi trato. No tendrás que hacer nada que no quieras.- Me susurró.
No tenía otra opción. El daño ya estaba hecho, no podía arreglarlo y no iba a decir la verdad para que Mitchel estuviera en un lío peor que el que ya tenía.
Me senté frotándome un poco la frente preocupada por lo que pudiera pasar.
-Está bien.- Terminé por decir.
Mitch sonrió y Josh se colocó el pelo enfadado. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Qué tendría que hacer? Ya me había metido en un problema. Bueno... era mi récord. Nunca había tardado tanto en estar en un lío.
*****
Cuando pasaba por los pasillos, notaba cómo casi todas las chicas me miraban con un poco de envidia y odio. Seguramente, eran las tías con las que Mitchel se enrolló y, ahora, era yo su objetivo. Estaba en el punto de mira de tres cuartos de las chicas del insti. Estaba demasiado concentrada en quienes me observaban que me choqué sin querer con un chico y las cosas que llevaba en brazos cayeron al suelo. El muchacho siguió andando como si nada.
-Gracias, eh. Me encanta que un tío me tire los libros y no me ayude a recogerlos.- Le grité con ironía un poco enfadada.
El chico me miró y sonrió pícaramente mientras seguía caminando. ¿Eso a qué venía? La verdad, el muchacho no tenía el mejor cuerpo del mundo, era escuálido pero se notaba que hacía deporte, sin embargo, tenía algo en la expresión de su rostro que te atrapaba.
Cogí mis libros y escuché voces conocidas: Adam y Tania.
"Oh, no. Más peleas de parejas no... por favor." Pensé.
-Últimamente voy un poco atrasada con biología y tendré que estudiar esta tarde pero podemos vernos mañana.- Dijo la chica de forma muy amable.
Fue entonces cuando me percaté de la presencia de Amelie que hablaba con Emily al otro lado del pasillo. Sin embargo, el motivo por el que me fijé en ella era porque Adam desviaba su mirada hacia la joven.
-Claro, eso está bien.- Contestó él distraído.
-O también podemos pasar de las asignaturas e irnos a pincharnos droga debajo de un puente.- Añadió ella sabiendo que él no escuchaba.
-Eso sería perfecto.- Respondió el chico.
-¿Pero a ti qué te pasa? ¿Sigues sintiendo algo por la zorra de Amelie después de cómo te trató?- Gritó Tania enfadada haciendo que el chico reaccionara por fin.
Adam salió de su embobamiento con Ami y se centró en su novia a quien había enfurecido.
-Sí pero...-
-¡¿Sí?!- Repitió la chica sin creerse lo que su novio le acababa de decir.
Tania se dio la vuelta y se fue enfadada a la vez que intentaba contener las lágrimas. Adam suspiró fuertemente y dio un fuerte golpe con el puño en la pared.
-¿Pero qué has hecho?- Dije sin que pareciera una pregunta.
Ya sabía lo que había hecho, lo acababa de ver. Solo era la forma de decir: "¿Cómo has sido capaz?"
-Tengo que arreglar esto de alguna manera.- Me respondió Adam antes de irse.
Después de lo que había hecho era difícil que Tania le perdonara. Le costaría mucho volver a ser la linda pareja de antes. Lo tenía crudo...
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¿Quién soy yo?
Teen FictionNo hay forma más básica de describir una historia que diciendo que contiene un inicio, un problema y un desenlace. No puedo decir lo mismo de esta historia protagonizada por una joven que, como muchos escucharéis decir, está perdida y parece buscar...