Puto baile

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#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#

Me tapé los oídos cuando escuché los gritos de unas chicas al otro lado del comedor. Debían estar emocionadas porque pronto sería el gran baile que se celebraba antes de las vacaciones de Navidad. Las adolescentes se preparaban cuidando su físico y comprando vestidos y los chicos, simplemente fingían que escuchaban a sus parejas.

Yo, la verdad, no sabía en qué grupo estaba... si en las ansiosas o en los indiferentes... En realidad, no estaba en ninguno de ellos. El baile me gustaba pero no me interesaba tanto como para comprarme un vestido con varios meses de antelación como habían hecho mis compañeras de habitación.

Lo que más gracia me hacía era que algunos chicos estaban más emocionados, incluso, que algunas chicas.

-Va a ser increíble. En estos internados lo celebran de una manera especial.- Afirmaba Josh mientras yo fingía que le escuchaba.

"¡No puede ser! ¡Josh y yo nos hemos intercambiado los papeles! ¿Cómo ha sido esto posible?" Pensé.

-Lo siento, Josh, pero creo que no te está haciendo caso.- Añadió Ryke sentándose en frente de mí y mordiendo una patata a la vez que sonreía.

-Claro que estoy escuchando.- Mentí.

-¿Y qué estaba diciendo?- Me preguntó Josh sabiendo que me había pillado.

-No sé qué del baile.- Terminé por decir.

-¿Eso es lo único que se te ha quedado? Te he estado describiendo cómo eran las fiestas anteriores durante media hora.- Comentó el chico.

-Pues me da que ha sido una pérdida de tiempo.- Dijo Ry.

-¿En serio no te importa esto del baile? La emoción de bailar con tu pareja, divertirte con tus amigos...- Preguntó mi amigo un poco ofendido.

Miré hacia otro lado mientras pasaba una mano por mi cuello.

-¡No te importa el baile!- Exclamó tras mi pausa.

-Sinceramente, no me parece tan interesante. Llevo toda mi vida sin ir a un baile y me ha ido bien.- Me defendí.

-Eres la primera chica en el mundo que ha dicho eso.- Añadió Ryke.

-Mira, ya que no has ido nunca a un baile...- Comenzó a decir Josh mientras se acercaba más a mí y ponía su mano sobre mi pierna.

De repente, me tensé sin darme cuenta. Temía por dónde iba a seguir. Ryke sonrió al ver que estaba incómoda.

-...voy a enseñarte lo que es un baile de verdad.- Concluyó por fin mirándome a los ojos.

Quitó su mano de la pierna sin llegar a alejarse de mí. Clavé mis ojos en Ryke y me percaté de que miraba hacia otro lado, queriendo escapar, sintiendo que sobraba en aquel momento. De hecho, durante un segundo, cogió sus cosas con la intención de irse pero le di una patada disimulada para que no me dejara sola con él. Estaba demasiado cerca de mí y yo estaba demasiado nerviosa como para quedarnos a solas.

Mi corazón latía rápidamente al son de mis respiraciones nerviosas. Finalmente, Josh se separó, sonriendo, y volvió a su bandeja. Miré a Ryke que se estaba partiendo de risa. Le hacía gracia ver cómo me comportaba en esas situaciones incómodas. Apoyé mis codos en la mesa y hundí mi cabeza en mis manos intentando bajar mi pulso aún acelerado.

Ryke me observaba divertido. Él era una de las pocas personas que sabían perfectamente cómo me sentía en cada momento con solo mirarme. Notaba que aquello me alteraba y me estresaba y, de alguna manera, se divertía con ello.

Esperé a que Josh terminara su comida y se fuera. Yo me quedé sentada, preocupada, con mis pensamientos atentos en aquel momento que me resultaba tan incómodo. Ryke se levantó y se puso tras de mí.

-Tranquila. Solo déjate llevar y te lo pasarás bien.- Me susurró al oído.

-¿Lo dices por el baile?- Pregunté irónica.

-Lo digo en general.- Contestó él antes de irse.

Su compañía me relajaba y me gustaba que me aconsejara pero mi corazón daba un vuelco cuando notaba a Josh tan cerca de mí y ni siquiera Ryke podía calmar aquella sensación. No sé si era porque Josh me gustaba o porque me preocupaba que él quisiera llegar a algo más. No lo tenía claro... solo sabía que sentía algo por él... quizá amistad, quizá amor, quizá afecto...

Me mantuve en el sitio hasta que apareció Adam y se sentó frente a mí con la misma postura con la que yo estaba.

-¿Qué te pasa?- Me preguntó al ver que yo no iba a decirle nada.

-Josh me acaba de insinuar que quiere ir al baile conmigo.- Respondí.

-¿Y?-

-Que a mí no me gustan esas cosas. Odio arreglarme más de lo normal, hacer esos bailes lentos...-

-¿También odias pasar una bonita tarde con un chico increíble? Tranquila, solo estás nerviosa.- Me dijo.

-¿Y tú? ¿Qué tal con Tania?- Pregunté queriendo dejar atrás aquel tema.

-Por eso venía...- Comenzó él a explicar.

-Está enfadada y lo comprendo.-

-Debes decidir a quién quieres.- Le ordené.

Él me miró molesto sabiendo que había sido una orden. Puede que su ligero rencor hacia mí se hubiera disimulado últimamente pero aún continuaba teniendo ciertas dudas sobre mí y, en ocasiones, lo demostraba.

-Ya está decidido. Amelie quedó atrás, Tania es mi novia y la amo. Solo quiero hacerla saber que ella es la única por la que siento algo especial.- Añadió el chico.

-¿Y has recurrido a mí por...?- Dije para que completara la frase.

-Porque... necesito tu ayuda. Tienes ideas increíbles y me gustaría que utilizases esa linda cabecita tuya para planear algo que me ayude.- Me lo pidió un poco desesperado.

-Valep... Así que, de todas las chicas lindas que hay, le pides a la que ha salido de un reformatorio que planee una bonita idea... para tu novia.- Me burlé.

Era algo muy irónico. Todas las tías de allí eran cursis y podrían decirle lo que les suelen gustar pero no, me lo tenía que pedir a mí, la única chica en todo el internado que prefería hacer deporte que retocarse el maquillaje. Irónico.

-Sé que es muy lioso pero ¿podrías dejar de lado tu maldad y obscuridad para conectar con tu parte femenina?- Me suplicó una vez más.

-¿Tengo un lado femenino?- Me volví a burlar.

Adam rodó los ojos porque le estaba tomando el pelo.

-Está bien. Veré qué se me ocurre.- Cedí finalmente.

-Gracias, gracias, gracias.- Añadió antes de irse.


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