¿Quién soy yo?

Hora de la manipulación

#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#

¿Cómo podría yo hacer para librarme de Micthel? Él esperaba, con todo su orgullo, encontrar a una chica que acepte su trato para convertirla en su novia de mentira y así poder continuar su vida como hasta ahora lo hacía pero todos sabíamos que aquello era casi imposible. La única chica que aceptaría era Emily pero Mitch nunca se rebajaría a pedírselo así que decidí manipular un poco la situación.

Entré en la habitación y me sorprendí al observar a Emily allí sola. Era extraño que se separara de Elisa pero, algunas veces, solía pasar. Sin embargo, aquella era la escena perfecta para desatar mi plan.

Fingí que estaba agotada y me tiré con fuerza en mi cama. Resoplé unas cuantas veces como una tonta hasta que por fin me preguntó:

-¿A ti qué te pasa ahora?-

Lo dijo sin ganas porque, como ya sabía, yo no le importaba lo más mínimo, solo me utilizaba para ganar el estúpido concurso de los equipos o como se llamara.

-Mitchel no me deja en paz con lo de ser su novia. Dice que encontrará a una chica pero creo que no va a ser así.- Expliqué como si fuera lo más importante en aquel momento.

-Lo único por lo que quieres librarte de ese idiota es para poder asistir al baile con Josh.- Respondió ella.

Apenas había pasado unas horas desde que Josh me insinuó aquello. ¿Tan rápido se había enterado la gente?

-¿Cómo sabes eso?- Pregunté alterada.

Inmediatamente, sacudí mi cabeza queriendo volver al plan principal.

-Tú solo sigue contando y luego te respondo a eso.- Me contestó de forma un poco borde.

-Necesito encontrar a alguien que me ayude...- Dije mientras fingía ponerme a pensar.

Dejé que pasaran unos cuantos segundos antes de volver a hablar.

-Tengo una idea. ¿Y si tú finges ser su novia?- Le pregunté ilusionada.

-¡¿Qué?!-

No parecía muy contenta con la idea.

-Por favor, hazlo por mí.- Le supliqué de rodillas mientras arrastraba mis lindos pantalones por el suelo para acercarme a ella.

Lo que hay que hacer para librarse de un tío.

-No, no, no. Eso nunca.- Me negó ella haciendo gestos exagerados con las manos.

-Vale.- Dije borde mientras me levantaba. -Pero piénsalo bien. Si sales con él, le estarás haciendo un favor, algo que él te tendrá que agradecer en algún momento. Puedes utilizar eso para chantajearle.- Explicaba sabiendo que aquello llegaría a convencerla.

Esperé unos segundos hasta que por fin escuché las palabras que quería.

-Está bien.-

Comencé a gritar ilusionada y a dar saltitos cual niña tonta, fingiendo que estaba agradecida con lo que iba a hacer. Reacciones poco propias de mí pero que solía hacer cuando actuaba o me burlaba de algo.

Había conseguido la primera parte de mi plan. Bueno... primera parte... era lo único que yo tenía que hacer. Solo me quedaba esperar a que todo sucediese como yo quería que lo hiciera.

#PERSPECTIVA DE MITCHEL#

Llevaba tiempo buscando a la chica que pudiera aceptar mi trato y no había avanzado mucho. Tenía que conseguirla rápido. No podía entretener a Ángel con mis tonterías, principalmente porque Josh ya me dejó claro que él iba a ir con ella al baile y que debía "romper" con ella antes de esa noche.

Caminé por los pasillos, fijándome en cada una de las chicas que pasaban y evaluaba si podrían servirme como tapadera. Sin embargo, me vi obligado a hacer un gesto de cansancio cuando vi cómo se me acercaba la cucaracha con maquillaje de Emily.

-Hola...Mitchel.- Me saludó borde mientras apoyaba su cadera en la pared y se cruzaba de brazos.

-Hola... Emily.- La imité intentando molestarla.

-He oído que necesitas ayuda.- Añadió rápidamente.

-¿Y vienes a ofrecerte?- Dije un poco desconcertado.

-Sí.-

-Pues no te necesito.- La rechacé.

-Ambos sabemos que eso es mentira. Me necesitas, incluso, más de lo que parece.- Reprochó con toda la razón del mundo.

-¿Y tú qué sabes?- La contesté borde.

-Sé que tienes que encontrar a alguien antes del baile porque Ángel quiere ir con Josh. O me aceptas o vuelves con Delia.- La última palabra la dijo con tono agudo imitando la insoportable voz de mi ex-novia.

-¿Y qué quieres a cambio?- Pregunté sabiendo que aquello iba con segundas intenciones.

-Nada.-

-¿Qué?-

-Que, por ahora, no quiero nada. Me recoges a las ocho y media, ¿no?- Dijo antes de irse con una leve sonrisa diabólica.

Me daba miedo lo que esa chica pudiera hacerme pero no tenía otra opción. Fui a decirle a Ángel que todo estaba arreglado... más o menos...