Una resaca ridícula

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#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#

Me desperté un poco confusa... Quizá en algún momento fui a coger una cerveza de la nevera y quizá la probara por algún extraño motivo.

Tenía la falsa esperanza de que no hubiera bebido mucho. Ya había probado el alcohol hacía mucho, a los nueve años ya lo bebía de seguido sin problema. Lo único malo es que no lo soportaba porque con apenas medio vaso ya estaba completamente borracha. Me sentaba muy mal, sobretodo al día siguiente, la resaca era lo peor de aquello, me sentaba incluso peor que las drogas. Tenía un grave problema con el alcohol y no era precisamente porque no dejaba de tomarlo, sino porque era la persona a la que peor le sentaba lo más mínimo de esa bebida.

Intenté incorporarme en la cama pero como he dicho... era un intento... no conseguí ni darme la vuelta. Quizá habría estado una hora solo para levantarme. Me encontraba fatal. Con mucho esfuerzo llegué a las escaleras y, como no me veía capaz de bajarlas como una persona normal, decidí sentarme y dejarme caer como si fuera una niña pequeña.

Sí, era una estupidez pero a mí me funcionó. Llegué al piso de abajo en menos tiempo del que habría estado si lo intentara de pie. Me levanté como pude y llegué con dificultad a la encimera de la cocina. Allí conseguí sentarme en un taburete.

-Buenos días, cielo.- Me saludó Leo.

No me había dado cuenta de que estaba sentado frente a mí con un bol de cereales sobre la mesa.

-¿Papá? Em... ¿tomé ayer algo de alcohol?- Pregunté aún confusa.

-Sí. ¿Has pasado mala noche?-

-Debería haberos dicho que no me sienta nada bien.- Añadí dejando caer mi cabeza sobre mi brazo que estaba apoyado en la encimera.

-Si apenas tomaste nada. Un vaso de vodka..- Se quejó él divirtiéndose por la situación.

-Eso es demasiado para mí. ¿Y por qué me dejaste tomar cerveza? Se supone que debes cuidarme.- Dije levantando ligeramente la cabeza para que se me escuchara bien.

-Fuiste tú la que insistió tanto.-

-¿Yo insistí?- Me pregunté a mí misma.

De repente, vino un recuerdo a mi mente. El momento exacto de por qué insistí con la cerveza.

"Hacía una hora que Josh se había ido y yo hablaba con Luke un poco confundida después de que me ganara en lo del baile. Dios. No había conocido nunca a una persona que bailase como él lo hacía. Yo estaba tremendamente pesada con lo que él tenía que obligarme a hacer.

-Venga. Dímelo ya, ¿qué te cuesta?- Insistía yo.

-Me cuesta el tiempo para pensarlo.- Me respondió sin mirarme.

-¿No lo has pensado aún?-

-Bueno... mi primera opción era que te alejaras de Josh pero eso no lo harás aunque te lo pida. Mi segunda opción era que me dejaras dormir esta noche contigo.-

-Oh... de eso nada.- Le repliqué.

-¿Y tu tercera opción?- Pregunté impaciente.

Él miró a Leo que estaba sacando varias latas para que los adultos bebieran.

-Que te tomaras un vaso de vodka.- Respondió finalmente.

-Eso se te acaba de ocurrir.-

-Sí pero técnicamente es mi tercera opción. ¿Aceptas?- Me retó.

-No debería. No quiero hacer nada de lo que vaya a arrepentirme mañana.- Le reproché sin estar segura.

¿Quién soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora