¿Quién soy yo?

My first time

#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#

Observé con cuidado la valla. No me extrañaba que no hubieran sido capaces de treparla con aquel recubrimiento de pinchos que habían colocado en lo alto. Me di la vuelta queriendo observar la gente que esperaba con paciencia a que nos reuniéramos todos.

Por lo que podía ver, los presentes parecían ser gente adinerada o que tenía popularidad en el instituto por lo que sentí no encajar. De todas maneras, como entre ellos pude reconocer a personas cercanas a mí, pude relajarme.

Clavé mis ojos en Josh que charlaba con sus compañeros de habitación mientras sonreía.

-Angie, ¿por qué no te acercas?- Me preguntó Tania, soltándose del brazo de su novio para acercarse más a mí.

-No quiero molestarle, está hablando... - Respondí queriendo evitar mirarles.

Fue entonces cuando Adam apoyó su brazo sobre mi hombro.

-No hace falta ser tu mejor amiga para darme cuenta de que pasa algo más.- Dijo sin mirarme.

Obviamente, Tania conocía mi relación con cada uno de ellos ya que había tenido tiempo de sobra para contárselo. Sin embargo, ella había sabido guardar muy bien mi secreto, incluso de su novio.

-Ryke cortó su amistad conmigo y, ahora, no nos hablamos.- Respondí para que comprendiera la situación.

-No sabía que te llevaras con él.-

-Da igual.- Le interrumpió la chica. –Si quieres ir y estar con Josh, debes hacerlo.- Añadió empujándome para que me moviera.

Obviamente, siendo obligada por Tani, caminé hacia ellos. Charly sonrió cuando se percató de que me acercaba.

-El angelito ha aparecido.- Dijo con un tono alegre pasando su brazo por encima de mis hombros de forma amistosa.

-Hola, chicos.- Saludé sonriendo.

Sin embargo, mi sonrisa desapareció cuando Ryke, en vez de mirarme, se dio media vuelta y se fue caminando hasta reunirse con otro grupo de personas que estaban por allí.

-¿Le pasa algo?- Preguntó Josh confuso por su actitud.

-Creo que está algo cansado.- Contestó Charly sabiendo, en realidad, que aunque sucediera algo, no debía inmiscuirse.

-¡Ángel!- Gritó con ilusión un jovencito Ian que se acercaba corriendo.

De repente, se abalanzó contra mí y me abrazó con ilusión.

-Ian, ¿qué haces aquí?- Le dije mientras intentaba quitármelo de encima.

-El equipo de fútbol le ha invitado para que se integre un poco.- Contestó Josh mientras sonreía, a sabiendas que yo me sentía incómoda por aquel contacto físico.

Por fin, conseguí que el muchacho me soltara antes de resoplar. Me fijé en su sonrisa orgullosa. Me daba la sensación de que le encantaba molestarme. Entonces, Josh se acercó a mí y me besó en la mejilla para calmarme.

-An, creo que ya es la hora.- Dijo con un tono dulce mientras sonreía de forma coqueta.

Simplemente, asentí y caminé hasta la valla. Pasé entre los arbustos, seguida de mis compañeros, hasta que encontré la puerta que, por suerte, solo estaba cerrada por un alambre demasiado fácil de quitar. Así que, la abrí y pasé al otro lado.