#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#
Era el día después de la fiesta, el último día antes de las vacaciones, y parecía que yo era la única despierta en todo el instituto. Todos los demás se habían ido a dormir demasiado tarde como para levantarse a las diez de la mañana. Seguramente, no se despertarían hasta la hora de comer. Estaba cansada pero, igualmente, no soportaba desperdiciar una mañana por lo que me levanté pronto con un gran esfuerzo. Mis compañeras de habitación dormían profundamente, demasiado para mi gusto. Si tuvieran una orquesta tocando sus instrumentos al lado no se habrían dado cuenta. No había hablado con ninguna de ellas ya que las tres llegaron muy tarde y, para cuando entraron por la puerta, yo ya estaba durmiendo plácidamente.
Caminé hasta una habitación esperando a que, al menos, una persona estuviera levantada. Llamé a la puerta pero la persona que me abrió fue otra de la esperada.
-No hagas ruido.- Dijo Ryke de mal humor.
Vestía con tan solo unos calzoncillos por lo que mi mirada se fijó por un momento en su cuerpo pero rápidamente volví a mirar sus ojos, evitando observar su tableta.
-No estoy de humor para coquetear contigo.-
-¿Os he despertado?- Pregunté intentando parecer amable después de su frase prepotente.
-No, están todos dormidos y yo llevo levantado un buen rato.- Me respondió apoyándose en la puerta.
-Entonces, ¿por qué estás de mal humor?- Dije sin comprender su comportamiento.
-Digamos que no tuve buena noche.-
-¿Tuviste un gatillazo?- Bromeé para que sonriera un poco y, por suerte, lo conseguí.
-¿Qué? No, yo nunca he tenido un gatillazo. Solo es que... he descubierto por qué la chica con la que salí ayer me invitó al baile.- Me explicó dejando atrás las risas.
-¿Qué pasó?-
-Salió conmigo para incitar a otros dos tíos a montarse un trío con ella.- Confesó finalmente bajando la cabeza.
-Sé lo que se siente. Por eso el amor es algo que no me gusta. Quién se interesa por ti solo tiene segundas intenciones, te utiliza para conseguir lo que quiere sin importarle sus sentimientos.- Dije sabiendo perfectamente de lo que hablaba.
-Bueno... algo más que tenemos en común.- Añadió volviendo a su postura arrogante con aquella sonrisa atractiva que tanto había añorado.
-¿A qué habías venido?- Preguntó él tras un breve silencio.
Miré un segundo la cama de Josh para luego volver a los ojos de Ryke.
-Bueno... Eh... Para nada, en verdad. Mejor me voy.- Me despedí antes de irme sin permitirle decir nada más.
Comencé a caminar hasta haber recorrido todo el instituto. Estaba tan silencioso y en calma. Parecía que ni siquiera los profesores se hubieran despertado. Resoplé sin querer admitir que lo único que podía hacer en aquel momento era... estudiar...
*****
Miré la hora en mi móvil: la hora de comer. Por fin, la gente se había despertado y tenían hambre. La gente se abalanzaba contra la comida mientras que otros se dormían sobre su bandeja porque aún tenían sueño.
Como el equipo rojo no apareció, decidí sentarme con el equipo azul y conversar con ellos. Aún estaban ligeramente cansados pero eran capaces de prestarme atención mientras hablaba, haciendo algunas pausas para mirar disimuladamente a Josh. Sin embargo, era imposible no fijarse de Adam y Tania. Parecían realmente felices, como una parejita amorosa.
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¿Quién soy yo?
Teen FictionNo hay forma más básica de describir una historia que diciendo que contiene un inicio, un problema y un desenlace. No puedo decir lo mismo de esta historia protagonizada por una joven que, como muchos escucharéis decir, está perdida y parece buscar...