¿Quién soy yo?

¿Hubo o no hubo error?

#PERSPECTIVA DE ÁNGEL#

Abrí los ojos un momento. Estaba desorientada por lo que no me moví. Estaba tumbada en el sofá con mis piernas sobre las de Luke. Él estaba concentrado en un videojuego por lo que no se percató de que estaba despierta. Pronto el sueño volvió a inundarme sin aviso.

"Llevábamos horas cansando a los críos para que se durmieran. Tenía a Lindy sobre mi regazo con un libro entre las manos. No entendía cómo podía leer nada si estaba borracha. Luke me miraba, tumbado con los niños que ya estaban dormidos. Finalmente el sueño alcanzó a la niña que poseía en mis brazos. La tumbé en su cama y me levanté agotada.

-¿Te acompaño a tu habitación?- Me susurró mi primo para no despertar a los niños.

-Vale. ¿Qué hora es?- Pregunté frotándome la cabeza.

-Son las... cuatro y media de la madrugada. Hemos aguantado como campeones.- Bromeó el chico.

Sonreí abriendo la puerta. Luke me guió hasta mi cuarto ya que no conseguía recordar dónde estaba mi habitación. Era todo demasiado confuso en mi cabeza.

-Bueno, aquí estamos.- Dijo señalando la puerta que supuse que sería mi cuarto.

-Adiós.- Se despidió.

Me abalancé sobre él y le abracé con fuerza. Noté que él estaba realmente sorprendido.

-Gracias.- Fue lo único que conseguí decir.

Apoyaba mi cabeza en su pecho y sentía que, en cualquier momento, se me saltarían las lágrimas pero eso no debía pasar por lo que aguanté como pude.

-Por cuidarme y todo eso.- Completé para que no se sintiera incómodo.

-De nada. ¿Para qué está la familia?-

-No lo sé. Nunca había tenido ninguna.- Añadí entristecida.

-No pasa nada. ¿Quieres que duerma contigo esta noche?- Bromeó él sin separarse de mí.

-Sí, por favor.-"

Abrí los ojos. ¿Había dicho que sí? ¿Lo había dicho en serio? ¿Cómo había pasado? ¿Luke durmió conmigo? Qué confuso.

-Buenos días, princesa.- Me saludó mi primo sin apartar los ojos de la pantalla.

Me había sobresaltado por lo que se dio cuenta de que estaba despierta. Me sentía tremendamente incómoda. Le había dicho que quería que durmiera conmigo. ¿Pero cómo pudo ocurrírseme? ¿Es que era tonta?

-¿Una pesadilla?- Preguntó sin mirarme.

-No. Un recuerdo.- Respondí con un tono cortante.

El chico puso el juego en "pause" y me miró. Sabía perfectamente lo que yo había recordado.

-¿Qué sabes?- Dijo para confirmarlo.

-Que te invité a mi habitación.-

El muchacho sonrió.

-Duerme un poco más hasta que recuerdes todo. Quizá te venga bien.- Añadió él comenzando a jugar de nuevo.

Yo le hice caso e intenté dormirme. Me costó un poco más que antes porque el dolor en las sienes había vuelto.

"Luke se había quedado anodadado. Me separó de él para mirarme a los ojos.

-Lo decía de broma. Ángel, estás borracha. No sabes lo que dices.- Decía preocupado poniéndome una mano en la frente.

-No me refería a eso.- Le reproché quitando bruscamente su mano de mi cabeza.

-Necesito contarte algo. Quédate un rato conmigo.- Le expliqué agarrando su mano.

-Está bien.- Dudó antes de aceptar mi propuesta.

Tiré sin apenas fuerza de él para que entrara en la habitación. No me costó moverle ya que él se dejó llevar por mí.

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Estábamos los dos sentados en mi cama apoyados contra la pared. Él estaba más cuerdo que yo en aquel momento. No dejaba de delirar sobre sentimientos y todas esas cosas que normalmente yo no suelo mencionar.

-No estoy segura de lo que me pasa con Josh. Es extraño. Estoy muy a gusto con él.-

-¿Igual que conmigo?- Preguntó mi primo.

-No. Contigo estoy muy bien pero con él es diferente. Es como... como que... no sé.- Dije bajando la cabeza.

-No es exactamente un deseo de estar continuamente con él pero hay momentos en que me gustaría estar a su lado.- Continuaba delirando.

-Eso es que te gusta.-

-¿Tú tienes novia?- Pregunté de repente.

¿Por qué hice eso? Cambiar de tema no era cosa mía pero, en ese caso, lo hice.

-Sí.-

-¿Y qué sientes por ella?-

-Bueno... yo... eh...mm...- El chico dudaba así que decidí cortarle.

-Es algo que no puedo expresar. Lo peor es que Josh no es la única persona por la que he sentido esto.- Volví al tema principal.

-¿En serio?- Se sorprendió el muchacho.

-Sí. Había un chico en el instituto por quién sentía lo mismo y no me daba cuenta. Y los dos me gustan pero de formas completamente diferentes.-

Lo cierto era que, en aquel momento, estaba delirando y lo más probable es que no supiera qué estaba diciendo ni qué estaba pensando.

-¿Y puedo saber quién es el otro afortunado?- Preguntó, muy curioso.

-Mañana lo sabrás.- Me burlé.

Era increíble que hubiera recordado aquella frase. Él sonrió y volvió a preguntar.

-¿Cómo se llama?-

Me tumbé en la cama. Estaba agotada.

-Se llama... em... - Me quedé dormida antes de terminar.

Estaba demasiado cansada como para decir nada más. Luke me miró dulcemente unos segundos. Se levantó con cuidado y se dirigió a la entrada.

-Buenas noche, Ángel.- Se despidió y se fue cerrando la puerta sin hacer ni un solo ruido."

Abrí los ojos de nuevo. No había nadie. Estaba sola en el sofá. Me incorporé con mayor facilidad sobre el mueble. La resaca se me estaba pasando pero aún continuaba ahí. Me avergonzaba con la simple idea de haberme emborrachado con solo un vaso de alcohol. Escuché unos pasos.

-Hola.- Saludó Luke cediéndome una taza que llevaba en la mano.

-Te sentará bien.- Dijo para que bebiera.

-¿Por qué me miras así?- Preguntó al ver que no apartaba mi mirada de él.

-Sobre lo de ayer. Mejor si lo olvidamos todo.- Añadí como respuesta.

-¿Por qué?-

-Porque estaba borracha. Deliraba y cuando decía aquellas cosas no lo sabía, no me enteraba de lo que hacía. Nada era cierto.-

-Dicen que el alcohol es el mejor suero de la verdad.- Me planteó antes de irse.

-Eso te lo acabas de inventar.- Le dije.

-Puede que sí pero tú piensa en ello.- Me contestó asomándose por el marco de la puerta y guiñándome un ojo.