Capítulo 5

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En'thalo y sus doce protectores, acompañados por cada vez más y más hijos de la luz que se fortalecieron como un gran ejército, avanzaron por el mundo limpiando toda corrupción en cada rincón, enfrentando incontables sombras y criaturas cada vez más fuertes, en batallas cada vez más difíciles, y durante toda una vida.

Con el paso del tiempo, el nombre de Guardián se convirtió en leyenda, pues todos sabían que era En'thalo en persona quien iba por el mundo sanándolo a su paso, y fortaleciendo su luz.

Muchos siglos pasaron desde entonces, y aquellos que una vez fueron unos pequeños poblados protegidos por los Ent, crecieron enormemente y se convirtieron en grandes civilizaciones que ocuparon distintas partes del mundo.

Pero a medida que ellos se expandían y sus números crecían, también parecía hacerlo la oscuridad, y esta seguía avanzando, incansable e imparable por el mundo, manteniéndose oculta para hacer más daño cuando menos lo esperaran.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vieron al guardián por el mundo, y las cosas parecían complicarse de nuevo. Su ausencia, al igual que la primera vez, parecía hacer que todo cuanto había mejorado en el mundo con tantos años de constante esfuerzo, se arruinara con gran velocidad.

Nadie nunca supo qué fue del guardián si murió o se fue, o incluso tal vez se había cansado de ayudar tantas veces cuando al final se volverían a corromper; pero la esperanza que había sembrado entre muchos de los hijos de la luz no había muerto.

Valientes héroes de la luz se levantaron a pesar de las adversidades para enfrentar ellos mismos a la oscuridad. El legado del hijo de la luz, guardián del mundo, En'thalo, no había terminado, pues estaba vivo en ellos.

Los campeones de la luz, junto a sus legiones de guerreros iluminados, buscaron incansablemente el origen de esta oscura fuerza primigenia en su mundo, y parecía que mientras más cerca estaban de encontrarla, más peligros aparecían en su camino.

Pero era de esperar. Pensaban que la fuerza imparable que el mismo guardián enfrentó por tanto tiempo, tal vez era demasiado para ellos, aunque eso no los frenó, pues su valor y esperanza estaba con la luz.

Cuando llegó el momento, una batalla que muchos hijos de la luz nunca presenciaron ni se enteraron, se libró en los cielos, la tierra y los mares, haciendo que nuevamente el mundo entero se estremezca en cada rincón, y terminando con la derrota de gran parte de la oscuridad gracias a los poderosos ejércitos de la luz, pero tal como algunos sospecharon, este no sería el fin, y la muy reducida legión de campeones de la luz no pudo descansar.

Los guerreros de la luz comenzaban a resignarse al ver que no podrían contra ello, pensaron que no había forma de enfrentarla por más tiempo y serían consumidos pronto, y en el momento en que más débiles se vieron sus voluntades, y se doblegaron al perder las esperanzas, recurrieron con súplicas a la luz, y esta volvió a brillar en el mundo alzando de entre las cenizas a un nuevo guardián.

El legado de En'thalo en sus recuerdos encendió una vez más la poderosa llama de sus voluntades, y este nuevo guardián, portando la hoja sin igual de En'thalo, ayudó a combatir a los demonios que estuvieron por terminar con los debilitados hijos de la luz, logrando expulsarlos de la faz de la tierra y concediéndole la victoria a la luz, pero tristemente, a costa de su propia vida.

El mundo entero sufrió la pérdida de una nueva luz, un nuevo guardián, pero al fin pudieron tener una nueva era de paz. Los hijos de la luz quedaron devastados, pero estaban libres de las sombras, y se reagruparon para volver a protegerse unos a otros en caso de que el peligro resurgiera, en espera de un nuevo guardián elegido por la luz cuando el momento llegara.

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