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Los soldados que quedaban en el exterior intentaban matar también a tantos como podían sin salir de la barrera, pero no lograban mucho, las hordas de demonios eran innumerables, y por cada uno que mataban, aparecían diez más.
—¡¿Qué pasó ahí adentro?!— Exclamó un ángel que había llegado junto a un par de guerreros y su acompañante.
Mientras Jane y los demás habían estado adentro, cuatro ángeles más se unieron a los que resistían en la barrera de la bóveda; entre ellos, dos protectores de un miembro del alto mando que habían sido enviados como refuerzos, pero que desgraciadamente habían perdido en la batalla a todos los demás que los ayudaban.
—Llegamos hace poco. Los guerreros nos explicaron a qué entraron. Escuchamos mucho ruido y...— Empezó a decir uno de ellos, pero se quedó en silencio algo desconcertado al notar algo— ¿Lian?— Preguntó preocupado.
—Está algo herido, lo dejamos abajo— Respondió Jane tranquilamente— ¿Cuántas torres cayeron?
—Por ahora una de ellas— Respondió— Solo nos quedan seis más y no se han reactivado las defensas. ¿Qué pasó?— Preguntó más preocupado, sabiendo que ellos habían bajado justamente para reactivar las defensas.
—Unos traidores provocaron esto, destruyeron los controles de la barrera y sabotearon las defensas.
—¿Traidores?— Preguntó extrañado— ¿Estaban adentro?— Inquirió dirigiendo la vista a la entrada de la bóveda.
—Sí...
Ambos protectores se miraron mutuamente algo incrédulos al inicio, pero no podía haber equivocaciones, la verdad se veía a su alrededor, donde estaban los demonios como prueba de lo sucedido.
—¡Maldita sea!— Exclamó él— Sin defensas, sin barrera, sin una legión...
—Mejor guarda silencio, Boros. Solo alterarás a todos— Replicó su compañera.
—Yo ya estoy alterado Lira— Afirmó más fuerte.
—Pues desaltérate.
Kein— Llamó Arani con voz calmada ignorando la discusión de los protectores.
—¿Sí?
—¿Recuerdas lo que dijiste hace rato?— Preguntó el gario esbozando una sonrisa maliciosa.
—Tienes razón— Dijo él volviendo a colocarse el yelmo.
—¿De qué hablan?— Inquirió Aurian confundida.
—Tendremos que salir de la barrera para matarlos a ellos— Exclamó Jane señalando a los colosales acorazados.
—Ay...— Musitó la elfa de cabello rubio blanquecino— No debí preguntar...
—Si esas bestias continúan atacando las torres así, pronto no va a quedar ninguna— Exclamó Jane arrancando sus mangas, dejando ver las marcas en sus manos que llegaban hasta sus muñecas.
—De acuerdo— Afirmó Aurian rápidamente tomando las dos espadas que guardaba en su cintura— Aunque les ganemos solo un minuto más de tiempo, valdrá la pena— Afirmó con gran determinación.
—¿Podrás cubrirnos a todos, Jane?— Preguntó Belial tomando sus hojas.
—No, son demasiados para mí— Respondió pensativa.
—Que... directa...— Musitó preocupado, pues sin barreras no durarían mucho tiempo peleando afuera rodeados de demonios.
—Escuchen— Dijo alzando la voz para que la oyeran todos los soldados presentes.
Hace tiempo han estado entrenando el control de luz, pero sé que esto es algo nuevo para ustedes. No estoy segura de que dure mucho, pero sé que ustedes podrán crearlas.
Las barreras de luz son nuestra defensa más poderosa— Continuó, y pronto las miradas con duda se vieron en ellos.
No tengan temor, no tengan duda, ustedes son ángeles de la luz, guerreros, poderosos sanadores, y sé que podrán lograrlo— Afirmó con voz fuerte hacia ellos.
No podemos quedarnos sin hacer nada, nuestros guerreros necesitan nuestra ayuda, y solo nosotros podremos protegerlos.
Para poder lograr algo, vamos a dividirnos en dos y así acabarlos fácilmente. Si concentramos todo el ataque en un solo lugar, ellos también lo harán y será todavía peor— Explicaba observando el terreno con detenimiento.
Los sanadores se acercaron hacia ella para escucharla mejor, sentían algo de duda por lo que les estaba pidiendo pero ella confiaba en ellos, no querían decepcionarla.
—Todos somos sanadores— Dijo ella— Sé que podrán lograrlo— Completó.
El pequeño grupo de sanadores afirmó con la cabeza uno a uno, estaban decididos a hacerlo y la duda los abandonaba.
Cuando el enemigo los siga— Continuó diciendo hacia los demás, mientras que los sanadores parecían ya intentar cómo crear barreras— Podré golpear a los acorazados con algo que seguramente los matará, incluso a los que están más lejos, pero luego me tomará un tiempo recuperarme así que no podré proteger a nadie.
—Vas a necesitar protección en ese momento— Afirmó Arani al entender sus palabras.
—Sï...— Respondió preocupada— ¡Prepárense para lo que haremos— Concluyó dirigiéndose una vez más a los soldados que la escuchaban, y al terminar se acercó hacia los sanadores reunidos, seguida por los de más rango.
—Así que tienes un as bajo la manga— Dijo Belial con notoria curiosidad en su expresión.
—No es algo que pueda hacer seguido, y me deja completamente expuesta, así que es un arma de doble filo.
Apenas lo estuve practicando con mi maestra.
—Entiendo— Concluyó sin dejar de verla con notoria curiosidad.
—Hola— Saludó amablemente a los sanadores.
—Maestra— Respondieron al oírla.
—Comprendo que la mayoría de ustedes aún está en entrenamiento y algunos tal vez ni siquiera estuvieron en un combate real— Dijo ella— Y también sé lo difícil que es el control de luz, pero aun así tendremos que hacerlo esta vez, tendremos que superarnos a nosotros mismos.
Estar en batalla es totalmente distinto a estar en un campo de entrenamiento.
Allá se puede intentar y fracasar, una y otra vez hasta perfeccionar algo, pero durante una batalla... Nuestros guerreros dependen de nosotros, y sé que eso puede ser una presión abrumadora.
Necesitarán toda su concentración y habilidad para esto, pero no deben dudar de ustedes mismos, porque es en momentos como estos en que rompemos el límite y nos superamos. No tienen nada que demostrar a nadie, solo a ustedes mismos. Háganlo siempre creyendo en ustedes mismos.
Miren a su lado— Dijo Jane— Todas estas personas a su alrededor son sus hermanos y hermanas, su familia... y a nuestra familia hay que protegerla con nuestras vidas— Exclamó enfatizando en la última palabra.
Usen todo lo aprendido, concéntrense más que nunca en sus vidas, no dejen que la duda entre en ustedes, denlo todo, y lo van a lograr.
Su expresión cambió a una de seriedad y determinación, la cual inspiró a todos y les dio gran seguridad. Querían impresionarla.
No solo estaban ante una experta del control de luz y maestra sanadora, sino también ante una de las mejores guerreras, y la más valiente ante sus ojos.
¿Están conmigo?— Preguntó con seguridad.
Los sanadores iluminaron sus ojos y sus marcas al instante, concentrando todo su poder para poder cumplir su objetivo, y ver tal determinación en ellos hizo sonreír bastante más aliviada a Jane. Estaban listos para lo que estaba por venir.
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ETERNAL
ФэнтезиMucho tiempo atrás, la lucha por defender la tierra contra la oscuridad estuvo en manos de dioses y muchas razas poderosas que la habitaban además del hombre. Millones de años después, esa misma oscuridad que amenazó con destruir todo ha vuelto, y u...