...
¿Cómo lo hiciste?— Volvió a preguntar.
—Bien...— Respondió en un susurro acercándose un poco a Khara, quien no se movía por el asombro y la expectativa de saber qué pasaba.un raspón que tenía en el brazo, dándole a entender que la quería curar, a lo que ella asintió un tanto dudosa sin dejar de ver a Ren.
La mano de Astrid comenzó a desprender un brillo nuevamente, y en un instante la herida de Khara se cerró ante la atenta mirada de los tres.
Ren y el pequeño Rian se acercaron tanto como pudieron hacia el brazo de Khara, lo que acababan de ver era algo simplemente increíble, y al parecer no reaccionaron como Astrid temía, por el contrario, se emocionaron.
—Esto es la luz— Empezó a explicar Astrid un tanto nerviosa— La luz es quien pudo sanar sus cuerpos, sus heridas...— Dijo intentando sonar lo más calmada posible, y luego se alejó un par de pasos para darles espacio.
Y—yo... soy un ángel de luz— Completó más segura.
—¿Un qué? — Susurró Ren confundido, pero además, algo en su mente volvió a resonar como cuando vio a Astrid por primera vez.
—No me...— Musitó sin creerlo— ¡Ya no...! ¡Ya no está! ¡Ren, ya no está la herida!— Exclamó Khara con gran asombro, y una sonrisa que no pudo evitar formar en su rostro; algo que volvió a sorprender a Astrid por sus reacciones tan distintas de lo esperado.
—Gracias a la luz pude sanar el brazo lastimado que tenías por la cuerda— Dijo dirigiéndose a Ren— También la herida del pequeño— Explicaba haciendo una pausa— Y en cuanto a lo que pasó recién...
Astrid se detuvo una vez más cerrando los párpados, y cuando los volvió a abrir, un fuerte brillo dorado se desprendía de sus ojos, pero entonces hizo algo que nadie habría esperado o siquiera imaginado.
Un brillo desprendido de su espalda formó de pronto un par de brillantes alas hechas de pura luz, tan grandes, tan bellas, totalmente increíbles; era imposible no sentirse emocionado con solo verla.
Sus alas brillaban tanto como el mismo sol, pero no quemaban ni cegaban la vista, solo era algo tan alucinante que ninguno quería desviar la mirada en ningún momento.
—Escuché gritos, y te vi en la entrada intentando abrirla—Dijo gentilmente hacia Khara.
—¡Sí, yo fui! — Exclamó con emoción, confundiendo a Astrid una vez más.
—Salté al interior de la casa rompiendo una parte de la estructura, estaba casi destruida así que fue fácil, y envuelta en mis alas logré llegar hasta ustedes a tiempo, o de hecho al último segundo— Contaba recordando cuando los encontró, un segundo antes de que les caiga encima toda la estructura de los pisos superiores.
Luego todo se derrumbó y nos cubrí con... una... barrera... de luz...— Musitó un tanto avergonzada por contarles esas cosas, sabiendo, al ver sus expresiones, que no le creerían, o entenderían.
Después esperé que todo deje de temblar y salté fuera del lugar, de lo contrario lo que quedaba de la casa se habría caído sobre nosotros— Terminó de contar haciendo desaparecer sus alas una vez más.
—¡No es cierto! ¡No puede ser! — Decía Khara sin dejar de hablar fuerte por la emoción— Esto es... increíble. Es algo único, es...— Repetía Khara con emoción y una amplia sonrisa.
—Un ángel... ¿Eres un ángel? Tienes... alas...— Preguntaba Ren, que tampoco sabía qué decir.
—Sí, lo soy.
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ETERNAL
FantasyMucho tiempo atrás, la lucha por defender la tierra contra la oscuridad estuvo en manos de dioses y muchas razas poderosas que la habitaban además del hombre. Millones de años después, esa misma oscuridad que amenazó con destruir todo ha vuelto, y u...