Capítulo 46

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A medida que iban más abajo, la grieta parecía ser cada vez más angosta, además de muy profunda. Llegó un punto en que tuvieron que seguir bajando con saltos entre los escombros, pero ellos lo hacían con tal facilidad que ni siquiera tenían el más mínimo daño.

Habían llegado a la gran roca que había mencionado Astrid que estaba al fondo de la grieta, y como la luz que emitían sus ojos, y sus marcas, no era suficiente para ver bien, Astrid y Jane formaron unas esferas de luz que dejaron flotando cerca de ellas.

La roca no había logrado tocar el suelo pero estaba bastante cerca, se había atascado casi a cinco centímetros de algo, y solo Astrid sabía qué.

—¡Rápido!— Exclamó con apuro levantando la pesada roca junto a Jane y Lian, aunque al ver que no hacían tanto esfuerzo, parecían estar levantando algo realmente liviano.

Debían hacerlo muy despacio o podría romperse y caer encima de lo que estaba ahí, habían llegado muy lejos como para hacer algo tan descuidado.

Astrid corrió la roca a un lado donde no estorbara, y ellos seguían sin entender por qué solo quería moverla un poco, hasta que entendieron el motivo de su preocupación y apuro, cuando encontraron tirado a un hombre desconocido que tenía mucha sangre en el rostro y la cabeza, además de estar cubierto por bastante tierra hasta casi parecer sepultado.

Apenas lo vio, Astrid se lanzó sobre él y se tendió sobre su pecho para escuchar sus latidos.

Uno, dos, tres... Los segundos pasaban y no había respuesta de parte de ella, y entonces la vieron sonreír. El hombre seguía con vida.

—¿Está vivo?— Preguntó ella acercándose a Astrid para empezar a curarlo.

—Lo está— Sonrió aliviada haciendo igual— Será mejor sacarlo— Afirmó.

—Que chico más duro— Dijo ella mirando hasta la cima.

Había caído bastante profundo y además tenía mucho daño, pero parecía estar aún con vida.

Entre Astrid y Jane lo sacaron de la grieta con sumo cuidado, sus daños no eran nada leves.

—Esta es una herida grave— Afirmó Astrid empezando a curarlo al llegar arriba— Deben atenderlo pronto, necesitamos más personas para esto.

—Yo me encargo— Aseguró Jane remangándose los brazos, pero entonces fue frenada por Astrid.

—No... Esto es muy grave en serio, se desangrará— Dijo moviendo a un lado su cabeza para mostrarle cómo tenía plantada una piedra en punta.

Si le sacamos eso de la cabeza se va a morir, el corte en su brazo está muy profundo, apenas estoy conteniendo el daño, estamos por perderlo— Dijo con voz seria.

Solo hay alguien que puede ayudarlo con esto— Afirmó viéndolos con seriedad.

—¿Quieres que traigamos a mi maestra hasta aquí?— Inquirió confundida.

—Jane, curar la cabeza es cosa muy peligrosa y complicada, apenas podemos mantenerlo con vida con nuestra energía actual, y ni tú ni yo tenemos el conocimiento sobre esto. Necesitamos a Krístal.

—P—pero hasta que venga... Él no va a resistir, a menos que vaya Lian y...

—Por eso quiero que lo lleven a Fuerteluz.

—¡¿Te has vuelto loca?!— Exclamó con asombro.

Jane sabía desde un inicio que eso era lo que quería decir, pero quería darle el beneficio de la duda, porque sería algo bastante serio pedir algo como eso.

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