Capítulo 48

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...

La mujer que amablemente conversaba con Jane, prácticamente la ignoró por completo al ver a su acompañante, y sin decir más pasó por su lado para dirigirse hacia él.

Al darse cuenta de esto, Jane permaneció inmóvil un momento, y sin pensarlo dos veces aceleró el paso para pararse a su lado antes de que llegue con Lian.

—Nalari— Dijo frenándola— ¿Cuántos Lucero del alba quedan disponibles?

—Creo que alrededor de diez. Están atendiendo a otros en las habitaciones de al lado. Recién llegaron algunos desde la última guardia y... no sé, parece que hubo alguna especie de problema.

—Entonces los demás están desplegados en la frontera del domo...— Musitó pensativa y algo preocupada.

—Sí... La guerra ya empezó— Respondió Nalari— Han empezado a reforzar todo Fuerteluz, también los despliegues de Frenteluz y Forjaluz han aumentado en los últimos días, y los del alto mando andan desesperados con lo de la defensa global. Es todo un caos— Explicaba preocupada.

—No quiero ni pensar en eso...

—Odio la política— Dijo sonriendo hacia Lian de nuevo— Así que no me meto en eso y trato de disfrutar de cosas más... bonitas- Afirmó con una mirada seductora hacia él.

—Igual yo— Respondió tirando hacia atrás su cabeza, pero luego algo llegó a su mente.

¿Sabes si mi hermana está aquí?— Preguntó más seria que antes, pero antes que Nalari pueda responder, ella y Lian fueron llamados por Krístal.

Al voltear a ver a Krístal a lo lejos, su mirada reflejaba preocupación, no era normal en ella pero no parecía ser algo tan grave.

—Jane...— Dijo Lian poniendo su mano en el hombro de la joven— Ven, Krístal dice que el humano despertó.

—Sí, vayan...— Respondió Nalari que se quedaba en su posición, hasta que se dio cuenta de lo que dijo Lian— ¿Él dijo humano?— Preguntó con gran temor en su mirada.

—No puedo creer que despertara— Decía Jane camino hacia la otra habitación donde estaba Krístal— Esto pondrá muy feliz a Astrid.

Entraron a la habitación, y veían a dos sanadores al lado del hombre que tenía ya los ojos abiertos, pero entonces Krístal los detuvo al entrar y los llamó a un lado.

—¡Maestra, que alegría! Logró salvarlo... Temía que...— Antes de que pueda continuar, Krístal le pidió detenerse y una vez más su mirada se puso muy seria.

—Jane...— Dijo ella en voz más baja.

—¿Q—qué... ocurre, maestra? ¿Pasa algo malo?— Preguntó algo preocupada.

—No recuerda nada— Soltó sin demora— Lo lamento.

He sanado sus heridas y su vida, pude retirar el fragmento de su cabeza sin dañar el cerebro ni matarlo, pero... su mente no reacciona como debería. Él no recuerda nada, no sabe ni siquiera cómo se llama. Es algo bastante severo— Afirmó con seriedad.

—Ay no...— Balbuceó con asombro. Pero también pensaba que haber recibido tan severo daño en su cabeza y seguir vivo, de por sí ya era algo sorprendente.

—Lo lamento, pero no pude hacer nada para que recuerde, no lo hemos logrado.

El cerebro funciona de manera misteriosa, está evitando que recuerde qué le causó tanto daño, es como un mecanismo de defensa— Explicaba con voz calmada.

—¿Es temporal?— Preguntó.

—Me temo que eso no lo sé— Dijo volteando a verlo— Sin embargo— Suspiró cerrando los ojos— No quiero darte falsas esperanzas, es algo muy difícil, incluso sanando con la luz...

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