Capítulo 52

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INFILTRACIÓN



Jane continuaba su relato metida en sus pensamientos, recordando todo lo que había pasado antes de la que tal vez había sido la experiencia más traumante por la que tuvo que pasar en su vida, hasta el momento de aquel tremendo estruendo que inició con todo, pero de pronto escuchó a Tyrion hablarle y se detuvo.

—Ojalá tus expresiones no fueran tan transparentes— Dijo con preocupación— Algo muy malo debió pasar— Susurró.

—Es... aún peor— Respondió apretando los puños al recordar toda la impotencia que carcomía sus pensamientos.

—Por favor continúa, dinos qué pasó en Fuerteluz, necesitamos saber todo lo que vieron— Pidió sentándose al fin sin descuidar su recta e imponente postura.

—Yo seguiré, ¿Sí?— Preguntó Lian al verla así de apenada— Descansa y recupérate.

Jane pasó su mano sobre la que él apoyaba en su rodilla, como diciéndole que no se preocupara, así que él solo afirmó con la cabeza sin decir otra palabra.

Ella seguía pensando en la forma de decir las cosas que tenía en su mente, sintiendo como si fuera a explotar si no empezaba a hablar, pero aún sin saber cómo hacerlo decidió proseguir.

—C—cuando... ustedes partieron, nosotros fuimos al área de sanación para esperarlos hasta que vuelvan, como Lian dijo.

Al estar allá, él me contó que había visto algo extraño en el área oeste de Fuerteluz, cuando te estaba buscando, Tyrion— Dijo mirándolo.

Me dijo que toda el área oeste estaba desprotegida. Los guardias no estaban en sus puestos, no había actividad militar, las defensas del perímetro tampoco, pero sí había visto algo que lo preocupó.

Un grupo de soldados vigilaba que nadie los siguiera como si estuvieran escondiendo algo, y con todo lo que Lian vio, solo pudimos pensar en una cosa.

—¡Traidores!— Exclamó Tyrion cambiando su mirada por una de enojo.

—Exacto— Respondió con decepción— Pensamos que podían habernos traicionado o... que se infiltraron demonios entre los guardias.

—Imposible— Soltó Tyrion enfadándose al pensar en ello— El pilar protege el paso de demonios— Dijo él dando razón una vez más a sus sospechas.

Los guerreros empezaban a balbucear cosas, era claro que estaban preocupados, para nadie era fácil procesar la idea de que habían sido traicionados, y ya empezaban a entrar en pánico al imaginar el rumbo que tomaría el informe de Jane.

—Silencio por favor, déjenla hablar— Exclamó Krístal subiendo el tono de voz para callarlos, por lo que todos obedecieron para que ella continúe.

—Sí... Se habían infiltrado como pensamos— Afirmó bajando la voz al ver que todos se callaron— Significaba que toda la avanzada estaba en peligro, al igual que lady Astrid, porque... el riesgo de que se infiltraran entre los Forjaluz era muy alto.

—¡Eso es absurdo!— Exclamó uno de los guerreros, y de inmediato todos volvieron a hablar al mismo tiempo una vez más.

La función de un comandante no es solo dirigir y entrenar un ejército, es también cuidar de un grupo de guerreros quienes serían como familia, y que se conocieran entre ellos al punto de saber sus acciones en combate, como si pensaran y sintieran como un solo guerrero. Es la unión, cooperación y confianza, lo que forma una legión, y la idea de pensar que había traidores entre ellos, era no solo preocupante, también era dolorosa.

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