Capítulo 24

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Se retiró el brazal derecho que portaba y se remangó la ropa para dejar ver su brazo, donde tenía más marcas.

Normalmente no usaba ropa larga debajo de la armadura, le limitaba mucho los movimientos según decía, pero en esos momentos estaba usando ropa con la que pudiera camuflarse en caso de tener que hacerse pasar como humana.

—Estas marcas son símbolo de que somos parte de una legión, y también de nuestra habilidad en combate— Dijo alzando el brazo a la altura de su hombro.

En una explicación muy sencilla, es esto— Empezó a decir.

Aquellos que entrenan el control de luz para el combate las portan en uno o ambos brazos y en el abdomen, dependiendo del nivel de entrenamiento y habilidad— Afirmó victoriosa.

—Cada que veo esas marcas me gustan más— Dijo Ren admirando las marcas en su brazo.

Aquellos que entrenan el control de luz para protección, los más estoicos y resistentes, las portan en la espalda y el brazo dominante.

Ellos son los que se especializan en recibir palizas por los demás, pero son tan resistentes como una montaña, y derribarlos es un verdadero reto. Son los que van en primera línea, los reconocerán por los escudos— Dijo señalando con la mirada a un guerrero con escudo que estaba no tan lejos.

Por último, pero no menos importante, aquellos que entrenan un control perfecto de luz y son más diestros para la sanación, nuestros sanadores, quienes las portan en las manos.

Ellos pueden pelear a distancia y para nada son débiles, son la fuerza vital para la victoria en los combates.

—Wow...— Musitó Khara con asombro.

—¿Qué?

—Es que... Al ser una guerrera, una comandante, creí que serías más de las que admiran solo su propia habilidad.

—Cualquier comandante con medio cerebro entiende a la perfección la gran labor de los sanadores durante la batalla. Ellos pueden extender por mucho nuestro tiempo combatiendo contra varios enemigos, y nos ayudan a volver más rápido a la lucha en caso de salir heridos de gravedad— Afirmó con seguridad.

Eso, claro, no quiere decir que puedan vencer a una guerrera como yo en un combate uno a uno— Completó terminando de hablar.

Es bastante más complejo que esto, pero al menos así se hacen una idea de qué significan las marcas, y de que no son tatuajes— Replicó haciendo énfasis en lo último.

Los tres llegaron hasta el frente de todos, donde estaba aquel guerrero enorme de antes y algunos más que lo acompañaban al igual que Astrid.

Laia junto a los humanos, contaron de inmediato todo lo que les había ocurrido desde la partida de Astrid hacia aquella misteriosa avanzada de la que hablaban, y también lo que se había enterado sobre los Guardaluz.

La sorpresa y miedo se reflejó en el silencio de los guerreros, y la mirada de los comandantes con ellos, eran noticias realmente aterradoras.

Los Guardaluz, como llamaban a los titanes, habían desaparecido del radar hace tanto tiempo que era preocupante, y por fin tenían una pista real de su paradero además de lo que les había ocurrido; debían hallarlos pronto para saber toda la historia y su situación actual.

—Lo que dice la comandante es cierto, mi lady. Ahora que por fin tenemos indicios de a dónde debemos ir no hay tiempo que perder— Afirmó el comandante de aquella legión.

—Hay que enviar un emisario a Fuerteluz para que sepan la situación y hagan regresar a las patrullas que se desplegaron— Dijo una mujer de cabello ondeado y rojo al igual que sus ojos.

—¿Quién es ella?— Susurró Khara admirando a la imponente mujer de gran belleza.

—Shh...— Respondió Laia silenciándola.

—No hay nada más que deliberar entonces, todos estamos de acuerdo en lo mismo.

Si me permiten, ofrezco a mis guerreros Filo de ébano para el trabajo. No es por ofender Tyrion, pero mis velocistas son más rápidos que los tuyos, creo que quedó demostrado en la última competencia.

—En tus sueños— Respondió Tyrion de brazos cruzados. Su evidente tranquilidad era porque él sabía que podía respaldar sus palabras y estaba muy seguro.

Aquel hombre desprendía un aura distinta. Parecía ser bastante serio y sobre todo muy fuerte; además de bastante alto, pero por alguna razón, también hacía sentir una gran tranquilidad y seguridad estando cerca de él.

—No hace falta elegir, los necesitamos a ambos— Dijo Astrid— Enviaremos a los Forjaluz y a los Filo de ébano a esta misión.

Necesitamos avisar también a Gearand de la situación actual para que estén alertas, siendo tan veloces como afirma el comandante Gabriel, no creo que les sea problema a los Filo de ébano llegar primero a Gearand. ¿Tengo razón?— Completó dejando en total silencio al comandante de armadura oscura.

—N—no... mi lady, no será problema alguno— Respondió retirándose a seleccionar a sus guerreros, y dejando a Tyrion con una amplia sonrisa de satisfacción.

Las sospechas que había tenido Laia sobre una posible emboscada hacia los Guardaluz tenían a todos igual de preocupados, la idea de filtración de información por un enemigo oculto era algo bastante serio que se debía tratar de inmediato.

Y finalmente, con las legiones de ángeles una vez más sobre la tierra, y después de la partida de los velocistas con los informes de los comandantes, el tiempo de iniciar el avance hacia las montañas había llegado, en espera de encontrar a los poderosos titanes Guardaluz; ellos eran la mejor esperanza de evitar una catástrofe en la guerra que se acababa de desatar sobre la tierra.

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