PESADILLA
Ren contemplaba a Astrid alejándose a la distancia sin desprender la mirada de ella, era realmente veloz y casi parecía un asteroide, pero lo único que recordaba en ese momento era su mirada antes de despedirse; había conectado tanto con ella como si realmente la conociera desde antes, que al parecer se quedó en su mente muy grabada. Entonces un grito de dolor detrás de él lo sacó de sus pensamientos.
—Por favor déjame ver— Exclamó Khara levantando la voz ante la necedad de Laia— Sangras mucho, eso no es bueno— Afirmó arrodillándose a su lado.
—¿Qué pasó? ¿Ella está bien?— Preguntó preocupado— Creí que Astrid la había sanado.
—¡Estoy bien!— Bufó golpeando la mano de Khara para que no se acerque.
No necesito de ustedes, puedo sanar sola— Respondió fría y seria intentando ocultar el dolor, sin embargo, ellos notaron que se cubría el lado izquierdo del abdomen.
Ren se acercó sutilmente para intentar ver qué ocultaba, y se dio con una herida nada pequeña, que además tenía algo extraño incrustado en ella.
—Oye, oye... espera. ¡¿Qué es eso?! Hay algo... ahí— Dijo señalando su abdomen con temor de ver aquello.
—¡Aléjate! No es tu problema— Replicó— Solo no se acerquen.
Laia intentó ponerse de pie para alejarse, pero el dolor fue más fuerte y la delató.
—M—me... curaré yo misma— Respondió intentando ocultar el dolor a toda costa.
La extraña y hostil mujer traía puesta una especie de cubierta de cuero grueso que la protegía, y había usado la misma para evitar que Astrid viera su herida en un intento de lograr que la deje acompañarla.
—Déjame ver por favor, solo a mí...— Insistió Khara viéndola fijamente e intentando descubrir la herida.
—¡No! ¡Quítate! Quédate lejos de mí— Respondió con enojo y a la vez bastante nerviosa, mientras retrocedía como si huyera de ella.
—Espera...— Bufó corriéndose el cabello que cubría su rostro— N—no te voy a lastimar— Tartamudeó confundida— Hay que llevarte a curar esa herida, tengo lo que necesitamos en mi mochila, solo déjame ayudarte— Explicaba intentando calmarla.
—¡No! Déjenme, no necesito su ayuda.
Laia intentó levantarse ligeramente apoyada de una roca y finalmente lo consiguió.
—Tranquila por favor... Sé que no confías en nosotros, no tienes motivos para hacerlo, somos desconocidos, y de otra... especie, y...— Bufó rendido al ya no saber qué decir.
P—pero Astrid nos pidió que te ayudemos y eso queremos hacer— Explicaba Ren— Eso planeo hacer— Completó con voz suave.
—¿Y con qué motivo harías caso a Astrid? ¿Ya la conocías?— Preguntó sin dejar de verlo con desconfianza.
—Ella nos salvó la vida dos veces, ese es un gran motivo— Respondió con seguridad— Pero no solo por eso. Ni Khara, ni yo, seríamos capaces de dejar a alguien herido que necesita ayuda— Respondió sorprendiendo un poco a Laia con sus palabras.
Por favor ven con nosotros.
—No te haremos daño, solo queremos ayudar— Reafirmó Khara acercándose un poco aún de rodillas.
Los temblores parecen haber parado, hay que ir a un lugar seguro primero. ¿Podrás resistir un poco?— Preguntó preocupada levantándose a recoger su mochila.
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ETERNAL
FantasiaMucho tiempo atrás, la lucha por defender la tierra contra la oscuridad estuvo en manos de dioses y muchas razas poderosas que la habitaban además del hombre. Millones de años después, esa misma oscuridad que amenazó con destruir todo ha vuelto, y u...