Capítulo 14

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Por más que buscara y pensara en alguna forma de salir, no había manera; todo estaba totalmente bloqueado en toda dirección, y un solo paso en falso podía ser su último movimiento.

El pequeño estaba tan desesperado que ya no podía quedarse acostado en su hombro, y miraba aterrado toda la escena a su alrededor.

—Solo mírame— Interrumpió llamando su atención—Concéntrate en mis ojos, ¿de acuerdo? No mires lo demás, solo a mis ojos— Decía agitado mientras sujetaba con una mano el rostro del pequeño para que no volteara y se asustara más.

La mirada de aquel niño lo decía todo, no podía dejar de llorar y estaba aterrado, jamás había sentido tanto miedo en su vida, y el temblor no paraba.

—Vamos a estar bien. Créeme, solo hay que esperar— Repetía Ren intentando hablar más fuerte que el sonido que hacía la casa entera, y los golpes, y llanto desesperado de Khara del otro lado de la puerta.

¿Cómo te llamas?— Preguntó con voz suave para distraerlo.

—Rian— Respondió sollozando.

Aquel nombre tocó un recuerdo sensible, pero ese momento no era el adecuado para dejarse llevar.

—Es un nombre genial, mi mejor amigo se llama así— Soltó tranquilo— Te lo presentaré cuando salgamos.

—Y—Yo soy Ren— Dijo apretando los dientes y volviendo a sujetar su rostro, para que no volteara al escuchar que otra cosa cayó con fuerza.

No, no mires atrás, solo mírame a mí— Soltó con una sonrisa de lado que se forzaba a mostrar.

Resignado al escuchar un desesperante sonido que le indicaba lo peor, se acercó al niño para protegerlo tanto como pudiera con su propio cuerpo, y esperó. Era todo lo que le quedaba por hacer después de todo, esperar, y eso era lo peor.

El lugar entero había llegado a su límite y ya varios fragmentos del techo caían sobre Ren lastimándolo poco a poco, mientras que él protegía al pequeño con su propio cuerpo en todo momento.

Como era de esperar, lo inevitable pasó, y mientras Ren intentaba retirar unos escombros del suelo para desbloquear la salida, el edificio colapsó sobre ellos causando un terrible estruendo y levantando una gran nube de polvo por toda la calle, que ahora tenía muchas más grietas por el suelo.

Khara se vio invadida por el miedo y cayó de rodillas con lágrimas en los ojos, no había podido hacer nada, y en menos de una hora perdió a dos de sus mejores amigos, su familia.

Una gran parte del edificio se había derrumbado cerca de la entrada, precisamente donde se encontraban Ren y el pequeño al que entró a recatar.

La parte delantera del edificio al igual que la entrada, estaban ahora destruidas junto a la mitad del segundo y tercer piso, pero sin importarle eso, Khara corrió hacia el derrumbe para ponerse a levantar escombros con total desesperación, gritando el nombre de su amigo.

Poco antes de eso, un par de desconocidos acudieron al llamado de Khara, pero se resignaron y asustaron al ver la magnitud del derrumbe, así que se fueron dejándola sola.

—Responde por favor— Repetía a cada instante sin dejar de retirar escombros, pero era demasiado para ella.

Pronto el resto de la casa también caería, sobre todo porque también se parecía estar formando una grieta cerca de ella, pero Khara no se quería ir.

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