Capítulo 38

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   POV CHRISTIAN

Ana se queda viéndome con sus enormes emocionados y hermosos ojos azules  y sin siquiera preguntarme si lo que acabo decir es verdad, ella toma mi cara entre sus manos y se inclina para besarme. Soy incapaz de seguir conteniéndome. Ella está aquí y ahora conmigo. Yo la necesito más que cualquier otra cosa. Lo que siento por ella es realmente abrumador.

Sus labios tocan los míos y el deseo estalla en todo mi cuerpo y sin decir nada más regresamos a la habitación para demostrarle con mi cuerpo lo que siento por ella.

Arranco su ropa de su cuerpo dejándola  desnuda, la subo a la cama hasta colocarme encima de ella. Le separo las piernas mientras nos besamos y quedo encajado entre sus muslos, mi lugar favorito. Me besa con una pasión que me enciende la sangre, su boca insaciable, su lengua peleando con la mí. Ella me desea y yo a ella.

Deslizo una mano por detrás de su cabeza y recorro su cuerpo con la otra,
estrujándolo y masajeándolo hasta alcanzar uno de sus pechos. Lo cubro y le pellizco el pezón. Estoy maravillado viendo cómo se endurece entre mis dedos. Esto es lo que necesitamos. Ansío este contacto físico. Estoy bajo el hechizo de Anastasia Steele.

Ella gime, y yo estoy muy duro. Me detengo para quitarme la ropa rápidamente, y ponerme el condón para luego colocarme encima de ella nuevamente, beso cada centímetro de su suave y delicada piel. Ana es perfecta. Ella está lista para mí y no puedo seguir esperando. Quiero sentirla ya.

Muy despacio, me hundo en ella,
reclamándola.

Ella es mía.

Se aferra a mis brazos y levanta la barbilla mientras su boca abierta forma una amplia o de placer. Con suavidad, vuelvo a deslizarme en su interior, con los brazos y las manos a ambos lados de su cara. Quiero que disfrute, quiero que sienta el placer que solo yo puedo dárselo. Su pelvis se alza al encuentro de la mía.

— Más rápido por favor— me dice con tono de súplica.

No puedo ir rápido. Necesito ir despacio. Lo necesito.

— Necesito ir despacio.

Ella hunde sus manos en mi pelo, mientras yo entro y salgo de ella lentamente.

Entro salgo. Entro salgo. Una y otra vez hasta que ambos llegamos al clímax gritando nuestros nombres como si fuese una oración.

Dulce Jesús, me he enamorado. Estoy enamorado de una hermosa adolescente.

Nos quedamos en silencio hasta que nuestra respiración se normaliza y Anastasia decide romper el silencio.

— ¿Realmente fuiste sincero cuando me dijiste que estabas enamorado de mi? — Me pregunta.

Salgo de ella y me acuesto a su lado.

— Lo que siento por ti, no lo he sentido nunca antes... Y es realmente abrumador por qué no sé cómo manejarlo. — Aunque sé perfectamente que la amo no es fácil decírselo.

— ¿Estás enamorado de mi. Sí o no?— Me encara.

No puedo evitar esbozar una sonrisa. Rebelde y hermosa.

— Ya te lo dije, y es realmente difícil decirlo. — Ella no entiende lo culpable que me siento por haberme enamorado de ella.

La vas a Joder Grey.

— No es difícil Grey, cuando se ama de verdad no es difícil. — Tal vez para ti sea fácil, pero para mí no lo es.

— Hablas como si fueras una experta— le digo

— No soy una experta, pero creo qué sé más que tú con respecto al amor. — ¿Así? Esto ya me dió curiosidad.

— Explícame eso...¿Acaso has estado enamorada antes?— Dime que no. Dime qué soy el primero de quien te has enamorado Anastasia.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora