Anastasia; Mi Dulce Desafío

Capítulo 48

POV ANASTASIA

Termino de ponerme el uniforme. Estoy lista para ir a la escuela.

Miro a mi alrededor, esa maldita pedófila me envió al cuarto donde guarda las cosas que ya no les sirve. Ni siquiera dormí en una cama, por fortuna encontré unas almohadas vieja y lo utilicé cómo cama. Maldita vieja, pero esto no se quedará así.

Tomo mi mochila y salgo del cuarto. Me pregunto si esa vieja zorra ya se levantó.

En la cocina encuentro a la ama de llaves. Ella está preparandole el desayuno a esa vieja estúpida.

- Buenos días-le digo a la mujer de unos cuarenta y pocos.

- Buenos días jovencita- responde sin dejar de picar las fresas.

- La "señora" ¿Ya sé levantó?- Ojalá que no. Lo que menos me apetece es ver su horrendo rostro

- No. - ¡Genial!

- ¿Puedo prepararme un sándwich? Desde ayer por la tarde que no he comido nada- Elena no me dió de cenar.

La señora deja lo que está haciendo y pone su atención en mi.

- Aproveche de comer, la señora Lincoln, no se levantará... De hecho yo tengo que llevarle el desayuno en la cama- uy, vieja floja.

- Gracias- le sonrío.

La ama de llaves, reanuda sus quehaceres y yo dejo mi mochila encima de la encimera.

Me pregunto si no habrá algo para que Elena le de diarrea.

- En el refrigerador hay zumo de frutas, y leche por si deseas tomar algo.

- Gracias- respondo con la boca llena.

Hice un sándwich, con jamón, aguacate, tomate, y más jamón.

La señora coloca en una bandeja, un tazón de leche, un bowl con frutas picadas, otro bowl con cereales, jugo de limón.

- ¿La anciana se comerá todo eso?- Le pregunto

- ¿Anciana?- Responde perpleja

- La señora Elena... Me refiero a ella

- No seas grosera... Ella no es una anciana-me dice molesta.

- ¿Qué edad tiene?

- ¿La señora Lincoln? Debe tener entre treinta y cuatro y treinta y cinco- no es vieja la perra.

- No nos desviemos... ¿La bruja se comerá todo eso?

- Eres irritante, en cuanto a tu pregunta obviamente no se comerá todo esto... Sólo se lo llevó para que elija que comer- ella toma la maldita bandeja

Está señora es una pesada.

Ella sale de la cocina con la bandeja. Yo termino de comer mi sándwich, me hago otro para llevarlo a la escuela, aprovecho de guardar frutas en un recipiente y la pongo en mi mochila, del refrigerador tomo una caja de un litro de jugo de naranja... Mmm, ¿Que más aprovecho de llevar? Así, yogurt.

Guardo todo en mi mochila, es obvio que la bruja no me dará de comer.

Cuando voy saliendo veo a la ama de llaves bajando las escaleras.

- Adiós señora, no me dijo su nombre... Pero adiós...Ah, y agradezco el gesto de permitirme preparar un sándwich- y robarme un poco de comida de lo que había en el refrigerador.

Ella no responde.

En la calle, está estacionado el Audi de Christian, con Taylor esperandome con la puerta trasera abierta.