Anastasia; Mi Dulce Desafío

Capítulo 78

   POV ANASTASIA

Ok, Anastasia, puedes llamar a alguien más. Marco el número de Mía.

Mientras espero, me voy a encerrar en el baño. Necesito un poco de tiempo.

Encerrada en el baño, no escucho los golpes en la puerta.

— ¡Ana!— Gracias a Dios que me responde.

— Mía, no me preguntes nada por favor, solo te suplico que hagas lo que te pido— estoy demasiado asustada, mi voz se escucha temblorosa, y a duras penas logro sostener el celular.

— ¿Que ocurre? Te noto asustada ¿Todo está bien?

— No. Por favor ven a la casa de Elena, con la policía... No puedo decirte nada más... Solo haz lo que te pido— cuelgo

Inspiro hondo y le marco nuevamente a Christian, pero está vez me envía al buzón de voz.

¡Responde Christian!

Marco el número de Jason, afortunadamente él si me responde.

— Señorita Steele.

— Jason, necesito tu ayuda— escucho unos golpes en la puerta.

Oh por Dios, él está a punto de derribar la puerta. Maldita sea, si tan sólo hubiera algo donde amarrar las sábanas lo haría, pero no hay nada.

— ¿Que le sucede señorita Steele?

— Estoy en casa de Elena, y ese hombre quiere matarme— estoy desesperada

— ¿Quien?

— El marido de Elena... O eso creo.

— ¡Abre maldita!— Los gritos del malnacido me asustan tanto que suelto el celular.

Por favor que Mía llegue pronto, los Grey no viven muy lejos de aquí, ella es la única que puede salvarme, si no llega a tiempo moriré.

— ¡Abre maldita mocosa!—

Joder joder joder, no tengo nada para ponerle la puerta del baño para hacerle peso.

Escucho su voz más cerca. Por Dios, ha entrado a la habitación ¿Que voy hacer? Siento el corazón latir desbocado, todo mi cuerpo se ha enfriado. Estoy aterrada, las lágrimas no tardan en caer por mi cara.

— ¡¿Dónde estás maldita?!—

Por favor que se vaya, por favor que no tire la puerta del baño.

¡Mía apresúrate!

— ¡¿Estás en el baño?! ¡Esconderte no te servirá de nada!— Su voz se escucha cada vez más cerca.

¡Vete de aquí maldito!

— Me daré un festín con tú cuerpo y luego me voy deshacer de tí— por favor no.

Me siento en el retrete y abrazo mis rodillas mientras lloro en silencio.

¿Por qué tuve que haber venido?¿Por qué no le hice caso a Christian? Maldita sea, por mi irresponsabilidad seré violada y luego asesinada... Por favor no quiero terminar así. No lo merezco.

Observo como la puerta se abre de golpe. El maldito lo ha derribado de una patada.

— Aquí estás— dice con una horrible sonrisa en los labios.

De inmediato me levanto y tomó la pasta de dientes y se lo lanzo, tomo un vaso y también se lo lanzo pero él logra esquivarlo.

— Por favor no me haga daño— le suplico en un susurro