Capítulo 71

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   POV ELENA

Llego cansada a mi casa, una de las estilista se enfermó y yo he tenido que cubrirlo... Buscaré una excusa para despedir la estúpida estilista, ya van dos veces en el año que se enferma. A mí no me sirve la gente inepta.

Espero que la mocosa estúpida no esté con la rebeldía de siempre, hoy definitivamente no estoy de ánimo para aguantar sus estupideces.

Lo único que logra animarme es la fiesta de mañana dónde la zorrita entrará al mundo del sadomasoquismo. Ella debe sentirse privilegiada, no todo el mundo puede decir que ha Sido escogida por mí. La entrenaré, la convertiré en mi discípula... Ella será cruel, será todo lo que Christian detesta en una mujer.

Cuando voy cruzando el umbral, me sorprende ver a Christian bajando las escaleras de ¡Mi casa!

— ¿Que estás haciendo aquí?— Maldita sea, ha estado con la bastarda.

— Obviamente no he venido a verte a ti— gruñe dejándome en petrificada por un instante.

Tiempo... Falta poco tiempo para que vuelvas ser mío y ahí no permitiré ninguna falta de respeto.

— Viniste a visitar a esa mocosa— afirmo.

Maldita sea... ¡¿Acaso esa perra dijo la verdad cuando me echó en cara que no terminado con Christian?

— Así es... Pero ya me voy— se dirige a la puerta

Maldita perra, pero vas a ver de lo que soy capaz. ¡Nadie se burla de mi en mi cara! Ya suficiente paciencia te he tenido maldita Anastasia.

— Ah— se detiene— no se te ocurra llevar a Anastasia en alguna fiesta de las que te gusta asistir, si lo haces te denuncio con las autoridades— ¡Maldición! — Y no sé te ocurra hacerle nada, porque si no yo me olvido que eres mujer— me amenaza dejándome petrificada por segunda vez en menos de dos minutos.

Ésto no está sucediendo.

Él sale sin que yo puede siquiera darle una respuesta.

Antes que suba las escaleras y enseñarle a esa mocosa que conmigo no se juega, aparece Michelle.

— Señora Lincoln.

— ¡¿Dejaste entrar a Christian en el cuarto de Anastasia?!— Pero que ineptitud la suya, pero ésto no se quedará así.

— No pude detenerlo— se defiende la maldita— pero no creo que haya venido a visitarla para estar con ella.

— ¿A qué te refieres?— Pongo mi atención – que no se merece– en mi sirvienta.

— Escuché llorar a Anastasia— la mocosa llorando

— ¿Estás seguro que no lo fingió para engañarte?

— No lo creo, ella no me vió... Yo sólo la escuché llorar... Creo que discutieron— tal vez Christian ha venido a decirle lo placentero que se siente con Susy, pero: ¿Por qué me amenazó?

Mmm, iré a ver a la mocosa.

Subo las escaleras y me voy a la habitación que le he asignado a la perra.

Al abrir la puerta la encuentro sentada en la orilla de la cama.

— ¿Por qué huele a perfume?—

— Por qué me gusta oler bien, no como usted qué huele a pescado podrido—

Mañana cuando te aviente a los amos del sado más crueles te arrepentirás de cada insulto hacia mí.

— ¿Que vino hacer Christian aquí?—

— Vino a verme ¿Por qué?¿Quiere que le diga lo que me hizo en ésta cama?

Anastasia; Mi Dulce DesafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora