POV ANASTASIA
Empujo la puerta. Lo primero que noto es el olor: Piel, madera y un aroma muy empalagoso, seguramente se trata del aroma del limpia pisos.
Está oscuro: ¿Donde estará el interruptor? Esto me recuerda la habitación de juegos de Christian. Seguramente – ¿Cómo la llamó Mía?– "Nadadora" también tiene su propio cuarto de juego y yo por curiosidad he entrado.
Sigo buscando con la mano hasta que logro encontrar el interruptor veo que no es muy diferente al cuarto de juegos del ático. Lo único diferente son los muebles, todos son de tipo clásico francés. Muy ornamentado. La cama tiene un dosel, pero sus sábanas son negras de seda. Tiene una cruz en uno de los muros y en diferentes cristaleras exhibe una cantidad impresionante de juguetes eróticos.
Vaya con la ninfómana...
Veo uno de sus dilatadores anales y de no ser porque sé para qué sirve, diría que es bonito. Es translúcido, tiene una rosa negra en su interior y burbujas que hacen que parezca que está cubierta de rocío. Tiene un mango lo bastante grueso como para que lo pongas sobre su base. No quiero imaginar donde han estado esos artículos.
En una percha tiene colgados varios juegos de arneses y estos me han dado una idea. Las sábanas también, porque ahora que recuerdo, Elena ha dicho que no le gusta la ropa que Christian me obsequió y sus sábanas son ideales para un vestido, no creo que le moleste que las tome prestadas siempre y cuando mantenga sus estándares...
Sigo observando sorprendida por todo los objetos. Está vieja está loca, y lo peor ha contaminado a Christian con su locura.
Será mejor salir de aquí antes que la bruja me descubra.
Tomo las sábanas de color negro. Me haré un lindo vestido con estás sábanas de seda.
Con eso en mente, tomo lo que sirva para desquiciar a la mataperros poco a poco y voy a mi habitación.
***
A la mañana siguiente entro a la cocina y para mí buena suerte no hay nadie. Tomo algunas frutas, me me preparo un sándwich y una botella de zumo de naranja y lo guardo en la mochila.
Taylor ya está esperando por mí.
— Buenas días Taylor.
Christian no ha venido, y yo que tenía muchas ganas de verlo. Supongo que tendré que esperar hasta la tarde.
— Buenos días señorita—
Entro al auto, mientras Taylor entra en el asiento del piloto, abro la cremallera de la mochila.
— Taylor ¿Puedo pedirte un favor?
— Por supuesto... Dígame qué puedo hacer por usted— cuando me dice «usted» me hace sentir mayor.
— Puede buscar alguna costurera... Es que quiero hacer un vestido con esta tela—
Le enseño la sábana. Taylor me mira con curiosidad a través del espejo retrovisor.
— Elena no le agrada mi ropa— añado
— ¿Hasta en la ropa se mete la lagartija?
— ¿Qué?
— No se preocupe... Yo me encargo— dice Jason dándose cuenta de lo que acaba de decir.
Sé refirió a Elena como "lagartija". Por lo que veo Taylor no quiere la bruja.
***
Mi mañana pasa tranquilamente.
Estoy comiendo una manzana mientras observo como las hijas de padres rico presumen su ropa de diseñadores. Yo también tengo ropa linda que me regaló Christian pero no la presumo.
— A tí te estaba buscando— me volteo y es «Miss tonta»
— Katherine Kavanagh.
Está sola, eso sí es raro. Ella siempre anda acompañada de sus lame botas.
— ¿Podemos hablar?
— ¿Hablar tú y yo?— ¿Que querrá? Es obvio que no es nada bueno.
— Si... Acompáñame—
— Ya te dije que a mí me gustan los hombres... — me apresuro en decir.
— No caeré en tu provocación... Por favor Anastasia.— No quiere pelear... Mmm ¿Que será lo que quiere de mi?
— Está bien.— No pierdo nada con averiguar qué quiere de mi.
La acompaño hasta un lugar solitario detrás del colegio.
— ¿Que piensas hacerme? — Seguramente me trajo aquí para seducirme.
— No te conozco y tú no me conoces— ¿Cómo que no la conozco? Si está hablando conmigo — y algo en mi me dice que puedo confiar en ti—
— No sé que quieres de mi, pero el hecho que me hayas traído en este lugar se me hace sospechoso...¿Eres lesbiana?—
— ¡No!— Ok, ya entendí— puedo preguntarte algo privado.
— Tengo novio y me encanta... No lo cambiaría por nadie— quiero ser clara para que no se haga ilusiones conmigo.
— ¿Me puedes dejar de hablar?— Espeta
— Habla.
— Acabas de decir que tienes novio, eso significa que el te folla ¿Verdad?—
¿Pero que me está preguntando? Abro los ojos como platos, sorprendida por lo que ha dicho.
— No me mal entiendas... Sólo quiero saber.
— No entiendo...¿Por qué quieres saber?— Agradece que no te doy una bofetada por las estupideces que estás diciendo.
— Por qué yo quiero saber... Verás yo soy...
— ¿Eres vírgen?— Y yo que pensaba que era una zorra.
Sus mejillas se sonrojan y asiente con la cabeza. ¡Wow, no puedo creerlo! Yo la creí una experta
— Mis amigas creen que ya lo he hecho. En realidad yo le dije que ya he estado con algunos chicos.
— No entiendo por qué me estás diciendo todo esto. Yo puedo ir con tus amigas y decirle que nadie te ha cogido.
— Tú no harías eso... — es obvio que no lo haría.
— No lo haría, pero por qué recurres a mi... Ósea debes tener a más personas a quien preguntarle.
— Posiblemente, pero se burlarían y me avergüenza preguntarle a mi mamá.
— ¿Que quieres saber exactamente?— No puedo creer que le daré consejo de sexo a la chica más bonita y tonta del colegio.
— ¿Duele? Ya sabes...
— ¿Quiere saber si la penetración duele?—
Asiente con la cabeza.
***
Le expliqué con lujos y detalles a Katherine Kavanagh como es estar con un chico por primera vez. Me sorprendí que recurriera a mi y no sus amigas pero al parecer sus amigas son unas zorras que se burlan de las chicas vírgenes.
Son alrededor de las tres de la tarde. Hablar de sexo me calentó bastante. Christian Grey, prepárate porque me urge tus atenciones.
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Anastasia; Mi Dulce Desafío
FanfictionAnastasia (17) se ve obliga por el destino a ser una delincuente. Ella junto a un grupo de jóvenes son obligada a entrar a robar en la tienda Cartier, pero son descubierto por lo que Anastasia, es llevada a un juzgado donde le ofrecen una alternativ...