Capítulo 77

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   POV ANASTASIA

Michelle sale de la casa dejándome a solas con la pedófila mataperros.

Ella me mira detenidamente, sus ojos arden de furia pura. Está enojada, puedo sentirlo.

— No te tengo miedo Elena— le advierto con tono desafiante, mientras enderezo la espalda y doy un paso atrás.

Estoy asustada pero no sé lo demostraré.

— Deberías tenerlo— responde dándome una mirada fulminante. Su mirada refleja la ira que está sintiendo.— Pasé una noche horrible en un lugar horrible por tu culpa— añade.

Observo momentáneamente un florero. Con ese objeto podría defenderme si Elena trata de atacarme para hacerme daño.

— ¡¿Te quedarás ahí?! — Grita

— No pretenderá que vayamos al salón, tomemos café y hablemos como dos buenas amigas ¿Verdad?— Mi tono es sarcástico.

— Eres muy irritable, debí deshacerme de ti, pero para tu desgracia, no soy una asesina.

Me río sin ganas.

— ¿Y lo que hizo con mi perro no la convierte en una asesina? No jodas Elena. — Le digo con rabia al recordarle lo que hizo con mi amado Jamie.

— Entonces ¿Tu montaje es para vengar la muerte de ese maldito animal? — ¡¿Montaje?! ¡¿Cual montaje maldita estúpida?!

— No te refieras a mi perrito con tu boca sucia, y yo no hice ningún montaje, usted me obligó ir en ese horrible lugar— de sólo recordarlo siento un escalofrío recorrer por mi cuerpo.

— Yo no te obligué ir, tu me suplicaste  que te lleve en aquel lugar— ¡¿Que?! Ésta mujer ya se tornó loca.

Lo miro horrorizada y niego con la cabeza. ¿Está mal de la cabeza?

— Usted sabe que no fue eso lo que sucedió.— Ella se ríe.

— Si,  pero lo que realmente sucedió, quedará entre las dos, al juez le diremos que tu quisiste comportarte como la zorra que eres, no conforme con cogerte a tus maestros y compañeros de escuela, quisiste ir a buscar aventuras nuevas.

— Usted está loca si piensa que le salvaré su culo.— Esto es realmente insólito. Tiene que ser un chiste, aunque Elena como cómica se muere de hambre.

Debe estar realmente loca al pensar que yo la salvaré.

El sonido del timbre en la puerta obliga a Elena alejarse un poco de mi para abrir la puerta.

Suelto el aire que estaba conteniendo.

No quiero imaginar que sea Christian, aunque esté furioso, me encantaría que fuese él quien ha tocado el timbre.

Un hombre vestido de traje negro camisa blanca y corbata azúl atraviesa el vestíbulo, debe tener entre cuarenta y ocho a cincuenta años, con algunas canas y ojos azules. Todo mi cuerpo se paraliza al verlo. No puede ser lo que mis ojos están viendo. Esto tiene que ser una pesadilla. Por favor que sea una pesadilla y despertarme ahora.

— Linc— escucho que dice Elena.

Mi frecuencia cardíaca ha aumentado de inmediato. Necesito aire.

— Usted— es lo único que soy capaz de decirle al tener de frente a mi peor pesadilla.

Estoy en shock. Estoy Aterrada. Por favor Christian, ven a rescatarme de aquí.

El maldito pedófilo me mira de los pies a la cabeza. Siento como mi cuerpo empieza enfriarse hasta quedar helada. Estoy segura que los fuertes latido de mi corazón pueden escucharse por toda la casa.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora