Capítulo 84

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   POV ANASTASIA

— ¿Nos vamos?— Mía se detiene bruscamente al ver a Elena parada en la entrada de su casa— ¿Que está haciendo ésta mujer aquí?— Añade enojada

— Que tal Mía, tú siempre tan educada... ¿Cómo estás?— Mía fulmina con la mirada a Elena, pero ella no se inmuta. Maldita pedófila.

— No puedo creer tu desfachatez de presentarte aquí, después de lo que hiciste con Ana— riñe Mía a Elena.

— ¡Escucha mocosa estúpida, estoy aquí para hablar en privado con está perrita, no para aguantar tus reproches!— Elena alza la voz y se acerca a Mía.

Elena tiene un cuello ortopedico en el cuello.

— No te rebajes a su nivel Mía, y vamos a casa de Kate— tiro a Mía de su brazo y nos encamimos hacia la calle pero Elena alcanza tomar mi brazo.

— Créeme que te conviene lo que tengo que proponerte, si no me escuchas Christian será el único perjudicado... Ya sabes a lo que me refiero— ¡Maldita sea!

Maldito el día que te cruzaste en la vida de Christian.

La escucharé, pero no permitiré que te quedes sin castigo.

— Te escucharé.

— ¡¿Qué?!— Grita Mía histérica — ¡¿No ves que sólo quiere provocarte?!— Añade

— Déjame un momento con ella por favor.— Le pido.

— ¡No! No te dejaré a solas con ella, si tiene algo que decirte que lo haga delante de mi— ¡Mierda!

— Te prometo que si necesito ayuda, gritaré— no creo que Mía esté preparada para saber el tipo de relación que tuvo su hermana con ésta endemoniada mujer. — Por favor... Déjame a sola con ella un momento.

— Está bien... Estaré cerca por si acaso— dice finalmente mi amiga.

— Gracias.

Mía se va a la parte de atrás de la casa.

— Supongo que nuestra conversación será dentro de la casa— espeta Elena

— No puedo invitarla a pasar por qué ésta casa no es mía, y si lo fuese... Tampoco la invitaría entrar.

Ella esboza una sonrisa.

Hija de satán, pero te aseguro que me vengaré de ti... Ya verás.

— Tú tan amorosa como siempre — murmura sarcástica.

Le saco mi lengua y ella niega con la cabeza indignada.

— Otras hubieran sido las circunstancias hubieras sido excelente alumna mía— uy, que asco— haz sido una digna rival.

— Pues claro... Te quité lo que más quería... Te quité a Christian— le digo triunfante.

— Tu no me quitaste nada querida.

— Si tú lo dices, pero si no recuerdo mal... Estabas desesperada para volverte acercar a él ¿No?— Mi tono es burlón— incluso me amenazaste para alejarme de él... Pero no lo lograste, Christian me ama con locura y ninguna de tus trampas o intrigas funcionaron.— Muestro toda arrogancia que puedo sentir.

— No estoy aquí para reconocer tu supuesto "triunfo"— gesticula los dedos — estoy aquí para hacer un trato.

— No haré ningún trato con una maldita pedófila como usted... Usted va ir a la cárcel igual que su marido... Personas como ustedes no merecen estar en libertad.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora