Como es debido

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Salgo de la carcel aspirando fuertemente mientras sonrio de forma torcida a los guardias que me miran con malas caras.

-¿A que viene esa sonrisa, Kuchiki?

-A que en una hora estare follando en una buena habitacion de hotel mientras vosotros seguis aqui jodiendoos por un misero sueldo de mierda.- Les digo consciente de que desearían darme una paliza a modo de despedida.

-No vuelvas por aqui, Kuchiki. Tal vez la proxima vez no tengas tan buena suerte.

-Tal vez la proxima vez, no la tengas tu.- Le digo claramente en una amenaza antes de sonreir de nuevo al escuchar la voz de Muramasa llamandome desde el otro lado de la verja.

Nunca imagine que el regalo de Yhwach a cambio de proteger a Ichinose llegara a importarme tanto como para hacer cualquier cosa por él. Muramasa es precioso y desde el principio no mostró importancia sobre el tema de que fuera un presidiario. Es dulce pero oscuro a la vez y sabe como complacerme por completo.

Acaricio su espalda desnuda y observo el impresionante tatuaje que se hizo por mi. Un dragon negro con los ojos verdes que le ocupa toda la columna y parte de los hombros. Cuando se lo hizo dijo que era su forma de demostrar al mundo que era mio. Que me pertenecía y por raro que parezca, eso me hizo valorar más lo que teniamos.

-¿Averiguaste lo que te pedí?

-Si.- Dice moviendose sobre la cama para tomar un papel del bolsillo trasero de su pantalon tirado en el suelo.- Ese es el sitio.- Miro el papel, el nombre del local que le pedi que localizara y la direccion.- ¿Vas a salir?- Dice acariciandome el pecho acoplandose a mi.

-Si. Tengo que solucionar un ligero problema. Alguien en esta familia tiene que hacer las cosas como es debido. Pero no me tomará demasiado tiempo.

-Entonces te esperaré imaginando las cosas que me harás cuando regreses.- Dice de forma lasciva. Yo me muevo para besar sus labios y los muerdo tras besarlos.

-No creo que puedas imaginartelas, pequeño.- Digo sonriendo ante su jadeo de expectación.

***Sen***

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza y jadeo al sentir todo mi cuerpo entumecido. Abro los ojos aumentando las punzadas de mi cabeza y siento como al moverme las sabanas estan pegadas a mi cuerpo.

-Mierda... ¿que coño hice anoche?

Entonces lo siento. Semen saliendo de mi interior y abro los ojos incorporandome inmediatamente. Joder. Joder. ¿Que hice ayer? Estoy completamente desnudo, cubierto de semen seco y expulsando tanto que no sé ni cuantas corridas serán. Encima tengo el culo como si me hubiera follado un caballo.

Algunos retazos de lo que ocurrio anoche vienen a mi cabeza y jadeo al sentir como creí haber encontrado a Zan de nuevo. Eso me hace llevarme las manos a la boca para acallar un sollozo. Odio tanto como adoro soñar con él porque es mi unica forma de poder vivir algo imposible pero, cuando todo desaparece...

Entro en la pequeña ducha que hay en la habitacion y dejo que el agua calida me recorra llevandose toda la suciedad de lo que hice anoche. Joder, realmente es como si hubiera estado con Zan. No puedo evitar sonreir al recordar como me quedaba tras nuestras primeras sesiones de sexo. Lo cierto es que al principio tardaba en poder sentarme con normalidad un par de dias y sentia todos los musculos del cuerpo agotados por el intenso esfuerzo de nuestros marathones sexuales.

-Ah... Zan... realmente te echo tanto de menos que ya incluso imagino sentirte en sustitutos sexuales.- Dejo las lagrimas correr mientras siento que me parto de nuevo. Sí, es cierto, anoche no sé con quien estuve pero si se que lo hice pensando en él. Sintiendolo a él y eso es demasiado adictivo como para abandonarlo. Tener a Zan en otros... demasiada tentacion...

Apartamento Compartido IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora