Lucha Kuchiki

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En cuanto piso suelo firme aspiro profundo mirando todo lo que me rodea. Tras catorce horas de avion creía que tendría algo mas claro que iba a hacer cuando llegara pero ahora que estoy aqui... lo unico que tengo claro es que mis nervios son el doble de cuando salí de Tokyo.

Por suerte, Stark me ha dado varias indicaciones que me serán de gran ulitidad. Dios, solo quedan diez dias para la boda de Zan y ese Kenryu y aun no sé como voy a hacer para evitarlo. Tengo que recuperar a Zan. No puedo perderlo, al menos sin luchar por él. Creo que es lo menos que puedo hacer por el Zan que conocía...

El hostal que me aconsejó Stark no está mal del todo. Saco el plano de la ciudad que he comprado en el aeropuerto y compruebo las direcciones que me dijo.

-Su piso está... aqui.- digo señalandolo en el mapa.- Mi hostal solo está a dos manzanas asi que no debería ser dificil localizarlo. A ver...- Digo buscando la direccion de la obra donde esta trabajando.- Aqui. Bueno, algo más lejos pero eso me dará la posibilidad de verlo sin que su novio nos interrumpa.- Digo asintiendo.- Sí. Seguramente lo mejor sea esperarlo a la salida de su trabajo.

Dioses... ¿como reaccionará cuando me vea? Podría ignorarme o cabrearse por haberme presentado alli. Joder. No recuerdo mucho de su expresión cuando lo vi en el cementerio y eso me aterra. No sé que pensara de mi. Encima está lo de esa noche en el club. Tras ese encuentro de año nuevo y saber que Zan estaba vivo, algunas cosas que habían pasado mientras yo estaba "ido" comenzaron a tomar sentido. Estaba seguro de que el ultimo tipo con el que me había acostado, había resultado ser demasiado familiar y en cuanto sali de la clinica le pedi a mi hermano que me acompañara al club. No es que le hiciera demasiada gracia pero lo hizo y en cuanto le mostré al camarero la foto de Zan, ni lo dudó. Fue él. ¡Dioses, me acosté con él! Solo de pensarlo me odio a mi mismo por no ser capaz de recordarlo todo pero, al menos, sé que estuvimos juntos y sé que volvimos a conectar. Lo siento en mi interior.

En fin, creo que debo pensar en que decirle para lograr que al menos, quiera hablar conmigo. Y para ello tengo hasta la tarde, que es cuando terminará de trabajar.

***Soujun***

Miro con desconfianza a Renji cuando entra en el piso y puedo notar como él me mira con cierta incomodidad.

-Soujun...- dice con algo de cautela.

-Hola Renji. Pasa por favor.- Le digo viendo como lo hace sin decir nada más. Cuando veo que va directo a la habitación de Byakuya lo detengo.- Renji.- Él se para y me mira.- Hace años heriste profundamente a mi hermano. Si lo haces de nuevo...

-No lo hare.- Dice serio, con total convencimiento.- Hace tiempo te dije que amaba a tu hermano. Eso no ha cambiado.- Voy a añadir algo respecto a lo que hizo hace casi dos años pero él se me adelanta.- Sé que actué mal. Nunca me perdonaré haber hecho lo que hice y haber dejado a Byakuya en el peor momento pero estoy aqui.- Puedo notar como el brillo de sus ojos es el mismo que hace años.- No pienso volver a abandonar.

-Eso espero porque Byakuya te necesita. Mas de lo que él pueda imaginar.- Digo con toda la preocupacion que siento por mi pobre hermano.

-Soujun, conseguiré ayudarle. Te lo prometo.

***Renji***

Camino por el piso y me detengo en la puerta de Byakuya llamando antes de entrar. Él no me contesta pero entro igualmente, viendolo sentado en la silla junto a la ventana. Cuando sus ojos se vuelven hacia mi, puedo sentir un escalofrío recorrerme. Es como si me odiase o me estuviera advirtiendo que no me acerque pero, como si fuera un iman, mi cuerpo se acerca al suyo sin temer consecuencia alguna.

-Hola Byakuya.- Digo sin recibir respuesta alguna.- ¿Como estás hoy?

-¿T-t-t-u c-c-como c-c-cres?- Dice sin mirarme.

Apartamento Compartido IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora