Apartamento Compartido II

Noche accidentada

-Bueno, ¿alguien más quiere decir algo?- En cuanto la encargada de los grupos de terapia dice eso, alzo la mano viendo como muchos me miran con diferentes expresiones.- Adelante, Kuchiki san.

Me pongo en pie y tomo aire antes de hablar.

-Bueno casi todos los que estais aqui me conoceis, pero para los que son nuevos, soy Sen. Entre aqui hace dos meses y medio y lo hice porque uno de mis hermanos me trajo inconsciente.- Veo como los nuevos me miran sorprendidos, tanto como lo hicieron mis otros compañeros la primera vez que hablé en las sesiones en grupo.- Si buscais la expresion "tocar fondo" en un diccionario, seguramente al lado vereis una foto mia.- Sonrio.- Hace tres años, perdí a una persona tan importante para mi que mi mundo se desmoronó y me refugié en el alcohol para no sentir ese vacío, ese dolor. Poco a poco, fui cayendo más y más profundo hasta que practicamente perdí el contacto con la realidad que me rodeaba. Había conseguido mi objetivo, no pensar en mi dolor pero no me daba cuenta del dolor que causaba a todos los que me rodeaban. Ademas, caí en manos de gente que podría haberme desgraciado la vida y tomar consciencia de ello ahora, es tan liberador como aterrador.- Tomo aire e intento dominar la tristeza que aun queda en mi interior por esos años perdidos pero alargo una sonrisa satisfecho por haber logrado salir de todo lo malo que había en mi vida.- Hoy puedo decir que estoy curado... al menos, fisicamente. Sé que tendré que estar el resto de mi vida, controlando el impulso de volver a recurrir a la bebida si algo se tuerce pero tengo una familia que esta a mi lado, apoyandome y dispuesta a darme una patada en el culo si hiciera falta.- Todos se rien un poco, incluso los mas serios del grupo.- Quiero daros las gracias, a muchos de los que llevamos aqui el mismo tiempo, por ayudarme a ver que no estaba solo en esa oscuridad, que salir es posible y que todos somos humanos, que podemos errar y caernos pero que tambien es de humanos levantarse y rectificar. Si yo he podido salir, vosotros podreis tambien asi que animo.

-Como se nota que te marchas mañana.- Dice uno de los mas antiguos.

-He tenido suerte.- Digo encogiendome de hombros.

-¿Suerte?- Pregunta uno de los mas nuevos.

-Si. Encontré la motivación por la que debía curarme, por la que debía luchar.

-¿Y donde las venden?- Bromea uno de los antiguos.

-No creo que tengan nada para ti.- Le digo haciendo que varios estallen en carcajadas.- En serio chicos, os echare de menos pero no por ello pienso quedarme a vuestro lado ¿eh?

-Largate ya, Sen.- Dice uno de los que más cerca he tenido.- Sin tu mala leche del mono no eres divertido.- Dice con cierta malicia.

-Tu nunca lo fuiste.

-Lo has hecho muy bien.- Dice el doctor Ishida cuando el grupo se dispersa. Yo lo miro algo sorprendido de que esté aqui, él suele estar siempre en su despacho, pasando las consultas individuales.

-Como he dicho, he tenido ayuda.- Digo sonriendo y sintiendome en paz.

-Has sido un caso muy interesante.

-¿Interesante?- Digo torciendo un poco la cabeza y sonriedo.- No me ira a decir ahora que me va a echar de menos ¿no?

-Mentiría si te dijera que no.

-Pues yo intentaré olvidar todo este lugar en cuanto salga de aqui.- Le digo viendo como entrecierra un poco los ojos.- Aunque sé que nunca podré olvidarle, Doctor.

-¿Que piensas hacer?

-Tengo que arreglar bastantes cosas que destroce en estos ultimos tres años.

-¿Iras tras él?- Dice refiriendose a Zan.

Cuando hace un par de meses vi a Zan y Sou nii me explicó la situacion, fue un duro golpe pero, en contra de lo que todos pensaban, no me hundi ante la posibilidad de perderlo de nuevo. Sé que esta prometido con un chico que ni siquiera conozco. Sé que tras su visita a Japón, regresó a Estados Unidos. Pero todo eso solo me ha dado una razon de ser.