Enfrentando el terror

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Salgo de nuevo de la mansion de esa maldita mujer sintiendo como estoy a punto de cometer un terrible error.

-Zangetsu... ¡Zangetsu, espera!- Gruño al volverme para ver a Kenryu correr tras de mi pero la verdad es que ahora mismo tampoco me apetece mucho hablar con él.- Zangetsu no puedes ponerte asi cada vez que mi abuela diga algo sobre...

-No Kenryu.- Le corto mirandolo serio.- Eres tu el que no puedes ponerte del lado de esa maldita mujer cada vez que diga algo sobre mi o lo nuestro.

-Sabes que eso es injusto.- Dice mirandome ofendido.

-Sé que ella te crió cuando murio tu madre. Que se ocupo de ti hasta que tu padre se volvio a casar y os mudasteis a Estados Unidos pero eso no le da derecho a hablar mal de mi. Kenryu, aceptaste estar conmigo y aceptaste que nos casaramos. Lo que diga esa mujer no tiene porque importarnos.

-Pero es que es mi abuela, Zangetsu. Yo... simplemente no puedo hacer las cosas y ya. No puedo decepcionarla.- Dice haciendome mirarlo con mas furia aun.

-Pero a mi si que puedes decepcionarme ¿no?

-¿Y que me dices de ti?- Dice en tono agresivo.- En cuanto ha mencionado a tu familia te has puesto hecho una bestia.

-¿Y eso te parece normal?

-Ni siquiera los has visto. No los sientes como familia. ¿Que mas te da lo que diga mi abuela de ellos?

-Kenryu, puede que no los conozca aun pero son mi familia. Y tu abuela no tiene derecho a simplemente tacharlos de mafiosos o corruptos.

-Pero podrían serlo.- Dice con algo de cautela.

-¿Tu te estas escuchando?

-¿Que? Es cierto ¿no? Tu mismo has leido esas noticias donde se relaciona a tu padre con ciertos hombres de dudosa reputacion.

-Tu lo has dicho. Eran noticias, rumores. No hay nada probado. Aun asi, sabes que ella solo busca excusas para que nos alejemos. Y tu se lo consientes.

-Y tu... solo haces enfurecerla. ¿Que mas te da consentirla un poco?

-Si tu quieres dorarle la pildora a esa vieja insoportable que se cree mucho por tener una mansion o dinero o empresas vale, pero yo no pienso hacerlo.

-¡Zangetsu!- Grita cuando le doy la espalda.- ¡Zangetsu no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca!¡¡Zangetsu!!

Camino hasta que los gritos de frustracion de Kenryu se pierden en la lejanía. Dios, en buena hora decidi venir a Japon para intentar hacer de este momento algo magico. Tenía simplemente que haberle propuesto matrimonio allí y punto. Sin intentar ser alguien que no soy. Yo no soy un hombre romantico. No debería intentar cambiar solo por contetar a alguien que no es capaz de defenderme frente a los ataques de esa mujer.

Aun puedo escuchar su voz estridente y prepotente diciendole a Kenryu que si no tenia suficientes pruebas de que lo nuestro era una abominacion condenada al fracaso. No solo por nuestra diferencia de edad, que practicamente se la doblo, sino que encima era parte de la familia Coyote. Dios, había pensado por un segundo, que al tener ciertas raices en una familia acomodada, podría ganarme algo de su respeto o afecto pero esa mujer no tiene corazon. Simplemente se le pudrio en el interior de ese demacrado cuerpecillo que tiene.

¿Que mi familia es corrupta?¿Y que hay de ella? Ha hecho fortuna con el tema inmobiliario, especulando y aprovechadose de la desgracia ajena. Comprando en susbastas de bancos propiedades desahuciadas a los pobres que no podia hacer frente a sus pagos. Comprando barato y venciendo caro. Asi cualquiera se enriquece y esta mujer lleva haciendolo desde a saber que año. Y luego dice que porque mi padre tenga un negocio de la noche es un mafioso o un lujurioso que se aprovecha de los deseos mas bajos de la humanidad. Si es que ya quisiera tener una boca y unas manos prestadas para decirle todo lo que pienso y darle unos pocos de golpes hasta hacerla ver la realidad.

Apartamento Compartido IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora