secretos ♡ 전정국

➸n u e v e

Capítulo Ⅸ:

“Yo puedo jugar tu juego”

Sus grandes ojos lo observaban con un brillo de emoción mientras que lo abrazaba. El cuerpo de Jungkook se tensa repentinamente y detiene su respirar. Aún no se acostumbraba a la cercanía de ella y menos el hecho de que siempre lo tomara por desapercibido cada vez que lo hacía.

—¿Q-qué haces? —tartamudea.

—¿No es obvio? te estoy abrazando —contesta aún con una gran sonrisa en su rostro—. Dijiste que te gustaban las chicas lindas y tiernas, pues bien…

Jungkook tragó saliva y desvió la mirada hacia un costado. Él no tendía a ser tímido con las chicas, ni mucho menos con otras cosas; pero sólo había algo que siempre lo incomodó y era la muestra de cariño al frente de otras personas, y, joder, estaban en la maldita calle muy transitada al frente de un restaurante muy conocido.

La vuelve a mirar encontrándose nuevamente con su rostro de muñeca mirándolo con esos grandes ojos que brillaban de emoción como si fuera una niña mirando su nuevo juguete. Había una realidad que ni él podía negar, ella era jodidamente hermosa.

—Maldición, deja de mirarme así —pide frunciendo el ceño.

—¿Por qué? Estoy tratando de ser linda —confiesa la ahora castaña—. Al menos para saber si tengo una mínima oportunidad.

El castaño levanta la cabeza y nota cómo cada persona que pasaba por ahí se los quedaba mirando: algunos con sorpresa, otros indiferentes y unos tantos con una extraña sonrisa. Al darse cuenta de que estaban siendo el centro de atención se aleja y comienza a caminar intentando parecer indiferente.

—Se supone que eres tú la que se tiene que enamorar, no yo —comenta de mala manera Jungkook—. Es ridículo.

Si bien se mostraba desinteresado, casi no había logrado dormir nada por culpa de los nervios que sentía y de los cuales no encontraba el sentido. Él no debería ni siquiera de haberse preocupado por esto pero lo hizo, a tal punto que hasta había hecho una lista de planes para la cita guiándose por los gustos de las mujeres con quienes él se relacionaba. Su plan era perfecto y no cabía duda de que ella se enamoraría de él.
Pronto toda esta mierda terminará.

•••

Ver una película.

¿Cliché? sí, pero esto era lo que les gustaba a las mujeres. Había sacado con anticipación dos entradas para ver una película romántica, de esas donde el chico malo termina convirtiéndose en bueno gracias a la dulce chica que logró ablandar su corazón y donde te dan el estúpido mensaje de que el amor lo cambia todo. Jungkook rezaba que al menos haya un final trágico –cosa que no creía- o al menos una pelea para que haga de esta una experiencia menos aburrida.

Los marrones ojos de Jungkook se dirigieron a la muchacha quien observaba todo el lugar, a las personas y especialmente la gran pantalla –que aún se encontraba en blanco- con curiosidad... Como si todo esto fuera nuevo para ella. Quería preguntarle si nunca había estado en un cine, pero antes de que las palabras salieran se detuvo, a él no le tendría que interesar nada de Mina, ni mucho menos seguir conociéndola más a fondo. Era innecesario.

Sus pensamientos fueron cortados por la voz de la chica.

—No me esperaba que te gustara este tipo de películas. —Lo mira fíjamente a los ojos—. Resultaste ser más tierno de lo que creía.