secretos ♡ 전정국

➸t r e i n t a y c i n c o

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Capítulo XXXV；

❝Mi límite❞

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Todos miraban anonadados aquella escena que parecía tan irreal e imposible. Siempre hubieron varios rumores pero a pesar de eso jamás pensaron que sucedería algo como esto, era increíble y digno de ser hablado por toda la escuela.

Mina y Hoseok caminaban tomados de la mano, sus dedos entrelazados y ambos con la cabeza en alto como ya era de costumbre.

Todos murmuraban y preguntaban ante lo que sus ojos estaban viendo.

¿Estaban saliendo?

—Hey, Mina.

La castaña mira hacia la dirección donde la llamaban. Jungkook caminaba hacia ella con tranquilidad aún sin ser consciente de lo que en verdad estaba sucediendo.

—Sobre lo de ayer, hay algo más que necesitaba decirte...

Se detuvo en el momento en que posó sus ojos en las manos de ambos "amigos". Jungkook miró a Hoseok quien sonreía de forma arrogante y luego dirigió sus ojos a Mina la cual de cierta manera se sentía culpable.

Bueno, básicamente la rechazó, ¿cómo debía actuar ahora? tal vez debería de disculparse.

—¿Debería de exigir una explicación o simplemente fingir que no estoy viendo nada? —inquiere con dureza Jungkook.

—Mejor aún, sigue tu camino, Jeon —contesta Hoseok.

—¡Já! ¿Es en serio, Mina? hacer todo esto sólo porque estás enojada conmigo, es patético —lo ignora.

—No... —murmura la castaña.

—¿No? Entonces explícame ésto, Mina, porque si sólo fuera uno de tus tontos juegos no tendrías problema en decirlo, en cambio estás dudando como si de verdad pasara algo.

—Ey, ¿podrías dejar en paz a mi novia? —interfiere Hoseok metiéndose entre los dos.

—¿Y tú de qué vas? Ella ni siquiera te ama, deberías de agradecer que al menos te considera su amigo.

Jungkook estaba enojado con la situación o mas bien, con Mina. Esta era la primera vez que su enfado y su ira iban dirigidos a ella y no era un auto-culpa, pero aun así mantenía la calma ya que no dejaba de estar en público.

—¿A estas alturas crees que me interesa si me ama o no? Oye, deberías de estar feliz —una sonrisa falsa se forma en los labios de Hoseok—. Al fin eres libre.

Hubo un pequeño choque de miradas hasta que finalmente Hoseok comenzó a caminar arrastrando a Mina, todo bajo la atenta mirada del castaño.

‹Dijiste que querías saber cómo se sentía el amor... pero ahora sólo estas huyendo de ti misma›

Mina había roto una de las reglas.