secretos ♡ 전정국

➸o n c e

Capítulo Ⅺ:

Un chico especial

Caminaba a pasos lentos por el pasillo de la escuela dirigiéndose hacia la azotea de ésta. Desde el incidente no lograba prestarle atención a nada de lo que ocurría a su alrededor, la irritación rápidamente cambió a una incómoda tristeza y no comprendía por qué le afectaba tanto el hecho de que él no la viera de la misma manera que a Jiwoo.

¿Qué tenía esa chica que no tenga Mina? Ella era mucho más interesante.

Abre la puerta de la azotea esperando ver su figura masculina, pero la decepción fue grande al notar que no había nadie allí. Sin cambiar su semblante de seriedad camina adentrándose más al enorme lugar y soltando un agotando suspiro en el proceso.

Él no estaba ahí y se sentía estúpida por haber ido. Tuvo que haberle hecho caso a su consciencia y quedarse en el salón soportando a los imbéciles de sus compañeros y al idiota del profesor.

—Ya estás aquí —la dulce voz del muchacho resuena a sus espaldas.

Mina se voltea a verlo y Jungkook frunce el ceño al ver nuevamente ese semblante decaído de la muchacha.

—En serio, hoy estás actuando raro —habla acercándose lentamente a ella.

Desde su encuentro no pudo dejar de pensar en el pequeño murmullo de Mina antes de que fueran interrumpidos por Jiwoo.

“Da igual porque no soy ella”

Eso fue lo que había dicho la castaña, o al menos eso fue lo que creyó escuchar.

Ella… ¿a quién se refería?

—¿Qué te sucede? —interroga Jungkook curioso sin romper el contacto visual con ella.

—Jeon… cárgame como una princesa —suelta de repente estirando sus brazos hacia él como si de una niña se tratase.

—…¿Princesa?

La chica asiente.

—Lo que escuchaste, Jeon —dice sin bajar sus brazos—. Misión número tres: cárgame como a una princesa.

—¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Por qué tan de repente?!

No es que le sorprendiera que ella le diera una misión, era algo sabido que lo haría, pero se esperaba algo más… fuerte y no algo tan infantil como ser cargada.

—¡Lo hiciste con Jiwoo! —grita Mina—. ¡Apúrate y hazlo!

Jungkook suelta un suspiro.

—Eres pesada… —murmura acercándose aún más a ella.

Pasa sus fuertes brazos por la espalda de la chica y las piernas de ésta para alzarla como ella había pedido. Sus rostros quedaron a centímetros de distancia y Mina podía sentir el cálido aliento de Jungkook chocar contra sus labios. Instintivamente el castaño la aprieta aún más contra su cuerpo, de cierta manera le empezaba a gustar su cercanía y la sensación de sus cuerpos pegados.

—¿Qué tal esto? ¿Satisfecha?

Mina traga saliva. No lo había pensado antes, pero estaba siendo cargada por un completo bastardo, un idiota que era capaz de todo y eso la asustaba, ¿y si la tiraba? No, definitivamente ser cargada como princesa no era lo suyo y menos si el demonio en persona es quien la alzaba.