secretos ♡ 전정국

➸v e i n t i o c h o

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Capítulo XXVIII；

❝Nuestro mundo de mentiras❞

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—Ey, Mina —saluda Sehun—. Te estuve esperando por un largo tiempo, creí que no habías venido.

Una sensación de nauseas surgió en Mina.

—¿Qué haces aquí?

—Bueno, a decir verdad desde ayer que he tenido curiosidad de ti —se encoge de hombros—, no nos hemos visto por cuatro años ¿te parece hablar un rato?

«No»

—¿Cómo sabes dónde estudio? —volvió a preguntar Mina a la defensiva.

—Reconocí tu uniforme —contesta tranquilo—. ¿Podemos ir a algún lugar a hablar con tranquilidad?

No quería y eso se podía notar en el rostro de la castaña. Sehun era alguien que generaba rechazo en Mina, alguien que le daba asco y lo quería lo más lejos posible, pero aún así ella necesitaba cerrar aunque sea una de las miles de puertas abiertas que había dejado desde años atrás, necesitaba terminar un capítulo de su historia de una vez por todas y da la casualidad que Sehun era uno de los protagonistas de ese capítulo por cerrar.

—Está bien.

¿Se arrepentiría? algo le decía que sí, pero ya no había vuelta atrás… Hoy le diría adiós a los recuerdos de Sehun.

•••

Se detiene al ver el lugar que Sehun había elegido para su charla. Lo había sospechado desde minutos atrás cuando comenzó a reconocer poco a poco aquellas calles de mala muerte que tanto detestaba.

—¿Entramos? —pregunta Sehun a sus espaldas asustándola.

—Es un club nocturno, no creo que esté abierto a estas horas…

El muchacho suelta una ligera risa.

—Soy el dueño de este bar, Mina, has venido tantas veces ¿y aún así no lo sabías?

«¿Dueño? Ya veo»

Al momento de entrar el lugar se veía completamente diferente a como ella lo recordaba, claro, no había música ni gente bailando, besándose, riendo y tomando… Sólo era un lugar que podría pasar por desapercibido, si tan sólo la policía supiera las miles de cosas que sucedían o suceden aquí.

Mina se sentó en una de las sillas frente a la barra mientras que Sehun pasa para el otro lado con la intención de servir algunos tragos.

—Toma —le da una vaso de whisky a lo que Mina se niega.

—No tomo alcohol.

Sehun levanta una ceja.

—Sí que has cambiado… —comenta tomando un sorbo de su bebida— bueno, no tanto. Supongo que tendrás una idea de porqué te invité, ¿verdad?

—¿No querías hablar? —cuestiona con falsa seguridad la castaña.

—Sabes que no, Mina —sonríe—. ¿No te trae recuerdos este lugar? podríamos revivir algunos.

Mina frunce el ceño ante las palabras de aquel imbécil.

—Los recuerdos se quedan así, en simples recuerdos —aclara.