➸c i n c u e n t a y d o s

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Capítulo LII:

❝Mis enemigos❞


—Me gustas, Jiwoo.

La rubia lo miraba con asombro, ¿la persona que le hizo la vida imposible ahora dice que gusta de ella? No, no podía ser.

—¿T-te gusto...? —tartamudea anonadada Jiwoo.

—¡Es amor, por donde sea que lo mires es amor!

—Espera, espera, espera…

Jiwoo cubre sus oídos intentando comprender todo lo que estaba sucediendo, puesto a que en su cabeza aún la idea de una confesión por parte de Taehyung le parecía una completa locura.

—Todo comenzó cuando te molestaba... Fue a partir de eso que nacieron estos sentimientos.

Taehyung la toma de la muñeca.

—Oye, espera-

—¡Ya esperé lo suficiente! Llevo esperando desde mucho antes de que apareciera Jungkook. —Taehyung se ruboriza aún más—. Yo siempre te he... amado y eres la única a la que siempre he mirado.

Acerca su rostro al de Jiwoo.

—Sal conmigo, por favor, yo... te trataré como a una princesa y te regalaré rosas todos los días.

Jiwoo lo miró con lástima, pues la respuesta para ella era obvia: no había ninguna posibilidad de salir con Taehyung por muchísimos motivos, pero en especial porque no sentía nada por él ni tampoco tenía motivos para hacerlo, pues el rubio se ha encargado de maltratarla durante toda su niñez y es el causante de miles de lágrimas que ha derramado.

—Yo... lo siento, Taehyung —se disculpa Jiwoo—, pero no siento nada por ti.

Un fuerte dolor en el pecho se produjo en Taehyung mientras que una sensación de melancolía y rabia se apoderaban de él.

—¿Me... estás rechazando...?

—Taehyung...

El rubio ejerce una mayor fuerza en el agarre de la muñeca de Jiwoo, haciendo que ésta hiciera un gesto de dolor.

—Me estoy humillando por ti… ¿y tú me rechazas?

La mirada del muchacho gritaba peligro, daba miedo.

—¡S-suéltame! —grita desesperada—. ¡Aún sigues siendo un niño inmaduro, Taehyung!

Jiwoo, como pudo, logra safarse del rubio.

—Cambia tu actitud que así no conseguirás nada...

Estaba enojada, era evidente.

Sin dudarlo, comienza a correr lo más lejos posible mientras que las lágrimas brotaban de sus ojos.

Taehyung tenía miles de problemas, pero el más grande era ese: él no estaba mentalmente estable y todos lo sabían. Él era peligroso cuando perdía el control.

‹Eres cruel, Taehyung›

•••

Mina lo mira pasmada al oir la confesión.

—¿A-asustado...?

Jungkook se enfoca en un punto fijo tratando de disimular su muy notable rubor.

—Si me dices que por ahora no podemos salir, lo entiendo. Esperaré por ti, pero no me preocupes, ¿de acuerdo?

Mina suelta una fuerte carcajada de felicidad y de emociones encontradas al momento de verlo decir tales cosas, jamás se hubiese imaginado que el niño bueno que oculta un gran egocentrismo fuera capaz de decir tales cosas.

secretos ♡ 전정국Donde viven las historias. Descúbrelo ahora