secretos ♡ 전정국

➸c u a r e n t a y n u e v e

Capítulo XLIX:

❝No puedo dejarte solo❞

—Estar con la Muñeca es lo mejor... —musita Taehyung apretando sus manos en la cintura de la chica—. Simplemente no logro comprender a las mujeres, pero tú eres diferente… es tranquilizador...

Mina levanta una ceja confundida.

«¿Debería de ofenderme o sentirme halagada?»

—De todos modos, ¿cómo estuvo tu confesión? —pregunta la castaña.

—¡¡Obviamente no terminó bien!! —La mira de mala manera—. Me odia por lo de su colgante... No hay vuelta atrás.

—¿Qu- Entonces, apresúrate y explícale que lo hiciste por su bien.

—Lo hice, pero me ignoró. —Fija su mirada en un punto muerto del lugar.

—¿Acaso no es demasiado temprano para rendirse? ¿Hasta aquí llegan tus sentimientos?

Taehyung frunce el ceño y violentamente se levanta de donde estaba, soltándola.

—¡Cállate! Me rechazó —exclamó—. Estoy cansado de esta mierda.

—Tae-

—¿Ya ves, Muñeca? Los sueños son inútiles.

Y sin más, se fue del lugar caminando cabizbajo.

«Taehyung…»

•••

—Ey, estabas tardando mucho así que vine a buscarte —dice Hoseok mientras se acercaba a Jiwoo—. ¿Adónde está ese sujeto?

La rubia se encontraba sentada en uno de los árboles de aquel parque. Se había asegurado de estar muy lejos de Taehyung o al menos lo suficiente para que él no la encontrara.

—Éste colgante no fue algo de parte de mamá, de hecho, es de Taehyung… Supongo que después de todo mamá me odiaba, pero es extraño. —Una triste sonrisa se formó en sus labios—. Estoy triste, y aún así las lágrimas no caen.

Jiwoo se levanta y le hace una pequeña reverencia.

—Lo siento, pero hoy me iré a casa.

Hoseok la observó marcharse, pero de pronto una idea surgió en su cabeza.

—¡Jiwoo! —la llamó—. Sabes...

•••

Camina por las calles con cansancio. Había ido hasta la casa de Jungkook para buscar a Taehyung, pero no había tenido resultado, parecía ser que él no se encontraba ahí. ¿Adónde se pudo ir? ¿Estará bien no preocuparse? claro que no lo estaba, después de todo, ese chico era problemático y podía meterse en problemas en cualquier momento.

Llega a la puerta de su casa la cual se abre justo cuando estaba por entrar, encontrándose con Hoseok que parecía agitado y llevaba consigo un libro y su celular.

—Mina...

—¿Adónde vas? Ya casi es la hora de la cena.

—Lo siento —se disculpa—, tengo algo que hacer ahora mismo, ¿podrías decirle a tu mamá que no necesitaré cenar esta noche?

—¿Hmm? S-seguro.

—Bien, me voy. Adiós.

«¿Y ahora en qué está metido?»