-Por qué diablos has dicho eso? -Me girtó Marmalade en cuanto nos quedamos a solas. -Ahora te cambiaran de instituto.
-Marm, no hay escuelas públicas en cien kilómetros a la redonda.
-¡Pues te cambiarán de ciudad!
-Mis notas están al caer. Si saco más de un seis todo será como siempre, y mi madre se olvidará. No me van a sacar de Goliard, Marmalade, y menos en pleno curso. Después de lo de Tiffany, no.-
Suspiró de alivio. -Eso puede ser verdad. Por suerte los trimestrales están al llegar.
-¿Qué? ¿Los trimestrales?
-Los exámenes trimestrales. ¡Mañana empiezan!-
Me llevé las dos manos a la cabeza. -¡No puede ser! ¡No, eso no!
-¿Qué pasa?
-No sabía que mañana había examen. ¡Mar, no he estudiado nada, cero!-
Me hizo una mueca pícara. -Por eso he venido a tu casa. Para que estudiemos -sacó un libro de su mochila -para el examen de mañana. -Lo tiró de un golpe al escritorio de mi habitación.
Yo la sonreí ligeramente. -Gracias.
-Pero me has decepcionado.-Se me borró la sonrisa de la cara. -¿Qué? ¿Por lo del examen?-
Negó con la cabeza seria. -Acaso... ¿acaso no te ha caído bien Margaret?
-¿Margaret? -Me quedé pensativa unos segundos.
-Te he enviado una futura hada medicinal, a punto de graduarse de cuarto curso. Y no la has dejado ni que te toque. ¿Estoy en lo cierto?- Se acercó a mí. Aún llevaba ese look que se había puesto en el instituto, lo que me hacía sentir ligeramente nerviosa.
-Por Dios. Qué cosas tienes, Marmalade. -Me enfadé y me alejé de su lado, sentándome en mi cama. Si hubiera sabido que era amiga tuya, la cosa hubiera sido diferente.
-Era un experimento. -Volvió a sonreír picaramente.
Yo la miré a los ojos. -¿Qué pretendes con eso? ¿Con todas estas cosas?-
Se encogió de hombros. -Yo nada. -Se sentó en la mesa de mi escritorio con actitud despreocupada. Quería que te curases más rápido, eso es todo. No eres ningún juego para mí, boba.-
Noté como se enrojecían mis mejillas. -No pensé que lo fuera.-Estaba incómoda. Mi situación era crítica. Estaba en mi habitación con la única amiga que se puede decir que era, más o menos, real: una vampiresa. Ella estaba cómoda, y con una ropa provocativa. Íbamos a "estudiar". Demasiadas señales subliminales.
Sentí que mi final estaba cerca. O me arrinconaba en mi cama y me chupaba la sangre, o lo otro que se hace en la cama.Tragué saliva. No quería que se me notara, pero se me había acelerado el corazón. Mis instintos me podían traicionar en cualquier momento y llevarme a cometer un error.
Miré un momento a mi alrededor para buscar una distracción, un arma con que defenderme, algo.-Ella. -Su voz me sacó de mis pensamientos.
Quería detener el tiempo, no estaba preparada. Tenía miedo de que me dijese que le gustaba directamente; no quería oír esas palabras. Mi frente destilaba sudor frío.
-¿Pero qué te pasa?
-¿Eh? -Dije confusa secandome el sudor de la cara.
-¿Quieres aprobar o no? -Dijo poniendo una cara sarcástica y señalando el libro.
Yo solté un suspiro de alivio y me senté en la silla de mi escritorio.
Abrí el libro y empecé a leer en voz alta intentando pensar en lo que estaba leyendo.La vampiresa sacó un cuaderno y empezó a tomar apuntes de lo que parecía más importante mientras estaba sentada en la mesa.
La miré por un segundo, agradecida. Tal vez mis pensamientos iban demasiado lejos y era verdad que tan sólo me quería ayudar.
Nos pasamos todo el día estudiando, pero aprobé mi primer examen.
Aun no sabía la nota, pero sabía que me había salido bien, y se me notaba en la cara.
-¡Felicidades! -Dijo Marmalade dándome una palmadita en el hombro detrás de mí.
Me giré. -¡Gracias!
-Caray, ha merecido la pena sólo por la sonrisa que llevas hoy. -Soltó una carcajada.Fruncí ligeramente el ceño por un segundo. Algo no andaba bien.
A pesar de que yo estaba rebosante de felicidad, en la voz de la vampiresa se reflejaba cierta duda, pero no podía reconocer qué era.Antes de que pudiera tan si quiera contestarla, ella comenzó a caminar hacia la salida. -¿A donde vas?
-Me voy ya a casa.
-¿Ya? Pero si aún quedan cuatro horas de clase.
-Estoy muy cansada, quiero dormir algo. -Sonrió. -Pero seguro que he aprobado yo también.-
Le devolví la sonrisa. -Me alegro. -Asentí como si estuviera dándole permiso para que se fuera.Vi como se alejaba hacia la puerta. ¿Realmente se iba a dormir? ¿O había algo más que no me estaba diciendo? <Igual los vampiros no son tan diferentes a los humanos.>
Me encogí de hombros. Por primera vez en mucho tiempo había sido capaz de concentrarme al cien por cien en el estudio. Y eso era lo que importaba ahora.
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Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.
VampireElla es una estudiante normal que se ha mudado a una nueva ciudad, dónde la convivencia con criaturas no-humanas se ha popularizado. Allí conocerá a fantasmas, hombres-lobo...y a una vampiresa de lo más peculiar que la traerá el amor a la mente. ⚠️...