Cuando ya creía que la película no podía ser más aburrida, y el ambiente entre Stephan y yo más incómodo, sucedió lo que nunca creí que ocurriría.
De pronto Stephan se terminó de inclinar todo lo que podía inclinarse hacia mí y me besó.Fue un beso bonito, la verdad, se notaba que había practicado mucho. Pero no fue un beso de los que te estremecen de amor, al menos para mí no. No tenía la cabeza para eso y además, ¿Stephan? No le había dado tiempo físico a dejar a Tiffany.
No entendí lo que pasaba, pero por algún motivo dejé que él se apartara de mí sin yo hacer nada para quitármelo de encima, y después ni siquiera le pedí explicaciones.
Él se quedó mirándome a los ojos, como esperando una contestación, a lo que yo le respondí bajando la vista. -Debería irme ya. -Dije cogiendo mi mochila y levantándome.
-¡Espera! ¿Qué pasa con la peli?
-Ya la veré otro día. Es tarde. -Y era cierto. Tenía un sueño que me caía.No tenía la mente muy fresca, pero pensaba que no había sido para nada una buena idea acompañar a Stephan tan lejos sólo para charlar.
No sé cómo exactamente, conseguí llegar a casa por mis propios medios.
A la mañana siguiente, sonó el despertador como un día más.
Salí de la cama y bajé la vista en dirección a mi cuerpo. Estaba vestida como el día anterior. Apenas recordaba lo que había pasado entre Stephan y yo. Lo único que me importaba en ese momento era lo cansada que estaba y el infierno que suponía para mí afrontar otro rutinario día más. <¡Por Dios! ¿Cuándo llegará el fin de semana?> Pensé instintivamente.
Me cambié y salí sin desayunar. Mejor no podía ir: había dormido unas cinco horas y tenía el estómago lleno de aire. Encima tendría que verle la cara a Stephan en clase, como si no hubiera pasado nada, o quien sabe. No quería ni pensar en lo que me esperaba.
Usé gran parte de mis fuerzas para llegar a tiempo a clase, incluso llegué dos minutos antes.
-Hola, Ella. -Marmalade también, lo que es raro, pues normalmente suele entrar cuando está empezando o, peor aún, teletransportarse.
-Hola. -Respondí yo con una sonrisa forzada.Ella frunció el ceño ligeramente, mostrándose sorprendida. Me había acorralado en una esquina del aula antes de que yo pudiese sentarme. -Estás más morena, Ella.
-¿Ah, sí? Ya.
-Y... tienes ojeras. ¿Pasa algo?
-¿A mí? No. Nada. Yo sólo... -Traté de disimular e inventarme alguna excusa.
-Ya sé. -Suspiró. -Has estado corriendo de madrugada.
-¿Qué?
-Haciendo deporte.-
Traté de disimular de nuevo. -Sí... ¡Es eso!
-Para aprobar Educación Física de una vez, ¿no? -Me guiñó un ojo.
-¡Oye! Yo en Educación Física voy sobrada. -Reflexioné y me di cuenta de que incluso en mi anterior instituto, era una asignatura que siempre me había costado. -Bueno, tienes razón.
-¡Sentaros! -El profesor Greg (así es como se llama el profesor de Biología) entraba por la puerta en ese mismo instante.Yo miré a mi alrededor, buscando caras conocidas. Encontré a Stephan durante dicho scanner, quien simplemente me sonrió y estiró un poquito su mano para saludarme. Yo hice como si nada. Simplemente seguí mirando quién había asistido a clase, hayé a los de siempre, básicamente.
Me percaté de que Tiffany no estaba entre ellos, ¿había pasado algo? <Ay, Dios.> Me temía algo malo, aunque no sabía realmente qué.
De tanto rodearme de criaturas no humanas, mi "sexto sentido" se había agudizado, y no me gustaba.No sé porqué, quizás por no haber dormido mucho, o por las preocupaciones que rondaban por mi cabeza, no pude concentrarme en la clase. Ni siquiera recuerdo con claridad si era biología, para ser sincera.
La clase terminó sin más. El estómago me rugía y no me había llevado nada para comer, ni dinero. Fui al pasillo para despejarme un poco.
-¡Toma! Para você [Para ti]. -Exclamó Marmalade tendiéndome una apetecible tostada de pan con mermelada de fresa.
Yo la cogí. -¿Y ese acento francés?
-Es portugués, menina [chica].
-Lo que sea. Y... gracias.
-Gracias a ti por darme la idea de traerme el almuerzo en la mochila.-
Yo carcajeé mientras empezaba a morder el pan. -¿Te has copiado? -Marmalade asintió risueña. -¡Venga, hombre! -Dije. -¿Nunca se te había ocurrido traer comida al instituto?-
La vampiresa no me respondió. Sólo se encogió de hombros, mostrando una mirada perdida de repente.
-¿Pasa algo? -La pregunté extrañada.
-No. -Había borrado totalmente su sonrisa de la cara y en lugar de ella, una incertidumbre rara se había apoderado de su rostro.
Yo me asusté. -¿Segura? -Ya casi había terminado de comer la tostada. Ella vio esto y, sin decir nada más, simplemente se alejó de mí.Yo me quedé viendo como se perdía entre la muchedumbre. Era fácil perderla, pues llevaba una sudadera negra, como casi todos los vampiros. (La verdad es que esto lo suelen llevar por su seguridad, para taparse la cara del sol). Los humanos en cambio, casi todos íbamos con camisa de cuadros rojos y negros. <"Predecible."> Eso era lo que había dicho Marmalade cuando la conocí; que los humanos somos predecibles. No la había dado la razón, pero ahora veía que la tenía. Casi todos nos comportamos igual, vestimos igual, y nos gustan las mismas cosas. Pero bueno, es una sociedad algo pensada para eso. No es del todo culpa nuestra.
-¡Muévete! -Una chica de pelo negro teñido, incluso más oscuro que el de Marmalade, y con maquillaje pálido hasta las cejas me empujó como si yo fuera su blanco.
Yo me quedé ahí quieta. -¿Qué pasa?
-Obstaculizas el paso. Si no vas a pasar al menos apártate.
-Oh, perdón. -Me aparté. Pero me sentí incómoda y me fui de allí.Quería tomar el aire, pero también estar sola. Así que en vez de salir al patio decidí ir al baño.
El baño más cercano estaba en el pasillo de la primera planta. Me dirigí hacia allí.
Eran dos puertas azules: uno para caballeros, y otro para señoras. El de señoras era el de la izquierda, pero no quería confundirme así que miré el cartel para asegurarme.
Efectivamente.
Entré.
En cuyo momento palidecí por completo y pegué un grito corto pero chirriante. Después callé y me tapé la boca.Ante mis ojos había un charco de sangre rodeando a Tiffany. Ella tenía los ojos cerrados y estaba completamente inmóvil en el suelo. Abrí la puerta de un golpe para pedir ayuda, intentando no desmayarme del shock. -¡¿Quién ha hecho esto?! ¡Ayuda! ¡Socorro! -Nadie parecía oírme. -¡Un asesinato! ¡Ayuda por favor!
-¡Sharon, llama a la ambulancia!-
Llegó el que parecía el profesor de otra clase y se arrodilló ante Tiffany. -No tiene pulso. ¡Hay que llevarla al hospital! Dijo cargándola sobre sus brazos.
Varios estudiantes se habían acercado ya a mirar, todos tenían cara de espanto. Ninguno al que conociera.
-¡Aparataros, por favor, abrid paso! -Dijo mientras la sacaba del baño hacia el patio.
-La ambulancia está de camino. -Le dijo una señora regordeta con el pelo naranja y cortito.
-Bien, hay que darla aire.
-¡Niños, todos a la azotea! Vamos a dejar el patio libre.-Yo estaba paralizada. Me había quedado en la puerta del baño, sujetándola.
Algunos estudiantes hicieron caso a Sharon, otros no.
Unas chicas, que antes estaban en las escaleras sentadas no paraban de preguntar si podían quedarse con Tiffany. Al parecer eran sus amigas.
<¿Amigas?> Habría dicho Marmalade en ese momento con una seriedad e indignación propios de ella. Pero no estaba ahí. No la había visto desde el comienzo del recreo.
Esa vez se había ido seria. No pude evitar pensar qué había sido de ella. Aunque yo estaba en shock, aún podía analizar algunos detalles.
Esperaba que no me tuvieran que ingresar a mí también.
Me preguntaba quién había sido capaz de tal salvajada.
Más tarde, cuando ya estuve un poquito más calmada, volví al interior del baño para intentar refrescarme y observé que también había sangre en uno de los grifos, y una cuchilla de afeitar en él.
Concluí entonces que no había sido obra de nadie, más que de ella misma: había sido un intento de suicidio; pero no podía descartar del todo la posibilidad de que alguien hubiera querido hacerle daño.
¿Quién la odiaba tanto como para hacer una cosa así? Desde luego, los candidatos no eran pocos.
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Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.
VampireElla es una estudiante normal que se ha mudado a una nueva ciudad, dónde la convivencia con criaturas no-humanas se ha popularizado. Allí conocerá a fantasmas, hombres-lobo...y a una vampiresa de lo más peculiar que la traerá el amor a la mente. ⚠️...