El Chico Nuevo.

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Al final mi padre me llevó en coche hasta Camilton por la noche y me dejó a la puerta del Instituto 10 minutos antes de la hora en la que empezaban las clases.

No estaba muy segura de cómo iba a responder a las preguntas que suponía que iban a hacerme. Tenía miedo, miedo de perder el control; miedo de que Marmalade se avalanzase sobre mí.

Y para colmo no había dormido durante el viaje. Así que iba a estar un total de 24 horas sin dormir.

Tragué saliva y crucé el paso de cebra que llevaba a la acera por donde se entraba a Goliard.

La primera persona que vi fue Pam. No estuve muy segura de qué hacer pero me atreví a saludarla cuando pasé por su lado. -Hola.

-Hola. -Me respondió ella sin siquiera mirarme.

Entonces me di cuenta de que estaba observando detenidamente algo. O más bien, a alguien.

Una nube de personas, principalmente chicas estaban alrededor de un chico al que no había visto en mi vida.

-¿Quien es ese?-

Pam se giró levemente hacia mí. -Ese es Bradd. El chico nuevo. Todo el insti está loco por caerle bien.

-¿Es famoso?

-Parece ser que es un influyente.

-¿Quieres decir un influencer?-

Asintió con cara de concentración aún. -Aunque yo no había oído hablar de él en la vida. Pero es guapísimo. -Se puso colorada y sonrió.

-¿Cuándo ha llegado?

-Hace un par de días.

-Osea que estoy una semana fuera y ya os olvidais de mí. -Dije un poco irritada.
-Exacto. -Seguía embobada sin prestarme atención.
-¿Qué pasa? Ya no soy tendencia, ¿o qué? -Dije irritada elevando la voz.

En ese momento Pam se giró del todo hacia mí y puso un poco más de atención a nuestra conversación. -Oh, ¿en serio te habías ido? -Intentó aguantarse la risa.

-¡Venga ya! Pero si casi nos matamos todos. Tienes que acordarte perfectamente.

-Si me acuerdo, Ella. Pero... Con la llegada de Bradd -suspiró -eso es agua pasada. -Me dio una palmadita en el hombro. -Superalo. -Agarró la mochila que llevaba a la espalda con firmeza y se fue dejándome con la palabra en la boca.

-¿Que lo supere? -Escupí al suelo.

No suelo hacer esas cosas pero estaba nerviosa y el cuerpo me pesaba de no haber dormido.

Decidí intentar no darle importancia y entré al interior del instituto.

Cogí las cosas de mi taquilla asimilando que ya no sería el centro de atención. Al menos, no por un tiempo. Debía estar contenta pues tener a todos encima era lo que me había estado martirizando; pero por alguna razón no me sentía bien.

-¡Has vuelto!-
Cerré la taquilla. Marmalade estaba al lado mío sonriente.
Por un momento me quedé paralizada y creo que me puse blanca como la pared.
Marmalade al ver esto se alejó unos 5 centímetros de mí. -Perdón, no quería asustarte. Quiero decir que me alegro de que estés aquí. -Me sonrió y se fue.

Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora