Clases Particulares.

386 47 1
                                    

Se quedó callada por un momento, lo cual desgastó aún más la poca paciencia que sentía que tenía en ese momento. Quería pegarla en la cara.

-A ti te lo hago encantada, Bradd. Sabes de sobra que me sé todos los idiomas del mundo, no sería un problema.
Pero a Ella... -me miró. -¿No eras tú la que quería ser la estudiante modelo?-
Yo asentí muy levemente intentando tragarme mi vergüenza.
-Si copias, o consigues que otro alumno te haga parte de los deberes, aunque sea voluntariamente, va contra las reglas, ¿cierto?-
Asentí con un poco más de fuerza. Noté como Bradd ponía los ojos en blanco. -Pero, si no te pillan, ¿cuál es el problema?
-No. Tiene razón Bradd.
-El problema -dijo sarcásticamente -es que quizás tu novia quiera ir a una buena universidad y se lo tenga que ganar; no como tú que ya lo tienes todo en el bolsillo, o como yo, que me pasaré unos 200 años más decidiendo qué quiero hacer con mi vida.

Me quedé mirándola esperando a que su cabeza se incendiara. No podía evitar preguntarme si esa respuesta era meramente por los celos que sentía al haberse enterado de que salía con Bradd, o realmente era una respuesta franca porque yo le seguía importando.

-Mira. -Dijo Bradd intentando tener la última palabra mientras cogía el cuaderno. Si no la vas a ayudar a ella, prefiero que no me ayudes a mí tampoco. Como tú has dicho, yo lo tengo todo en el bolsillo, así que qué más da. Encima, estoy en cuarto curso. -Se fue enfadado sin ni siquiera decirme nada.

Marmalade abrió los ojos como platos mientras me miraba aun con esa sonrisa en los labios. -Lo siento...
-No, Marmalade. -Dije seria. -Tengo que agradecerte por no haberme dejado hacerlo. Seré honesta y diré que no los he hecho porque no tengo ni pajolera idea de por donde empezar.
-¿Es Lenguas Muertas?
-No hay manera de que me entere.
-Pues si tanto te cuesta lo que sí puedo hacer es ayudarte.
-¿Qué? ¿Ayudarme tú a mí?
-Las clases particulares sí están permitidas que yo sepa. -Se encogió de hombros.
Me puse a temblar. No sabía qué decir.
Sonó el timbre y me fui sin darle una respuesta.

Me senté en mi pupitre cabizbaja, dándole vueltas a esa propuesta tan tentadora. Por alguna razón no quería simplemente confiar en que me quería ayudar, no desde que sabía que estaba por mí.

El Profesor Greg pasó lista y acto seguido pidió los deberes. Alguna vez se le olvidaba pedirlos, pero justo ese día que yo no los tenía hechos, no se le olvidó.
Llegó hasta mí. -Señorita Alla, sus deberes. -De lo que sí se olvidaba siempre era de mi nombre.
-No los tengo, señor profesor. Es Ella, por cierto.
-¿Que no los tiene?-
Saqué mi cuaderno y se lo mostré totalmente en blanco.
Greg empalideció un poco. -¿Qué la pasa?
-Lo siento, es que, nunca he estudiado esta asignatura antes, y, es demasiado para mí.-
Greg se quedó reflexionando unos segundos mientras el resto de la clase escuchaba atentamente nuestra conversación. -Voy a tenerte que pedir que recibas clases particulares.
-Sí, señor profesor. -Agaché la cabeza.
-Eres muy buena estudiante, pero si te atrasas en Lenguas Muertas, no vas a llegar a nada. Al terminar la clase ve al despacho del Director y pide ayuda con esto. Ellos te asignarán un profesor de apoyo.
-¿P-profesor de apoyo? -Tartamudeé.
Yo recibiendo clases de apoyo. Sonaba fatal.

Aun tragándome mi orgullo seguí las instrucciones del profesor, fui al despacho del Director para que me asignaran un profesor de apoyo y así poder aprobar la asignatura de Lenguas Muertas.

Cuando entré a Secretaría, sentada en lo que se suponía que era la sala de espera, estaba únicamente Marmalade. Se la veía tan cómoda que parecía estar prácticamente en su casa.
-¿Qué haces aquí? -Pregunté.
-Se está muy bien aquí.
-Ya, ¿no está el Director?-
Se encogió de hombros. -Yo he venido aquí a molestar un poco a la Alison, pero debe de estar en el descanso del café.
-¿Vienes a molestarla? ¿Has estado en clase?
-Es una manera de hablar, mujer. -Se levantó. -De vez en cuando la ayudo con alguna tarea que otra.-
Suspiré. Me empezó a entrar calor. -Necesito hablar con el Director...
-No será por haberme pedido ayuda, ¿no? Porque yo no he hecho nada...
-No, no es eso. -La corté mientras me intentaba dar aire agitando mi camisa de cuadros. -De todas formas, tú ya sabes por qué estoy aquí. Puedes leer la mente, donde y cuando quieras. Es más, ¿qué haces en el instituto? Si llevas tantos años viviendo en este mundo... ¿hay algo que no sepas sobre él? -Dije borde.
Me miró con cara de querer asesinarme y me dio la impresión de que los ojos se le estuvieran poniendo amarillos... o rojos.
De pronto, la silla que estaba justo detrás de ella, hizo un movimiento brusco elevándose y luego cayéndose de repente.
Marmalade se giró para ver qué había pasado. Pero yo sabía que no estaba sorprendida del todo, era sólo que se estaba aguantando las ganas de asesinarme. Aquello no era más que un aviso.
-¿Qué es todo este jaleo? -Dijo Alison con voz de que tenía dolor de cabeza.-
Me encogí de hombros. -Pero si no estamos haciendo nada.
-¿Y qué queréis? -Otra más que me lanzaba una mirada asesina.
-Yo, -Marmalade dio un paso al frente -ya me iba, y Ella, quiere hablar con el Director.
-Ah bueno, en ese caso, -esbozó una sonrisa falsa- tú cierra la puerta cuando salgas, y a ti, tendré que atenderte yo porque el Director no está.
<Qué emocionante.> Me dije a mí misma con sarcasmo.

Marmalade salió de la sala y yo procedí a explicarle a Alison mi problema:
-Verá, señorita Alison.
-Al grano, guapa. -Me metió prisa.
-El Profesor Greg me ha recomendado un profesor de apoyo para la asignatura de Lenguas Muertas, ya que mi nivel en esta materia es cero.
-Bien. -Cogió un par de documentos de su mostrador como si los hubiera estado preparando justo antes de que yo entrara en la sala. -Firma aquí, aquí y aquí.-
Hice lo que me dijo. -¿Me costará algo?-
Negó con la cabeza mientras sonreía.
-¿Es gratis?-
Asintió y me dio uno de los documentos.
-¡Gracias!
-Ahora vete. -Siguió asintiendo y sonrió.

Sólo fue salir por la puerta y me topé con Marmalade otra vez. Al parecer me había estado esperando ahí ese tiempo.
-¡Hola! -Vino hasta mí efusivamente. -¿Cómo ha ido?
-Me van a dar un profesor de apoyo, y no me van a cobrar.
-¡Guau! ¡Es impresionante! ¿Y te ha dicho cuándo?-
Me puse seria. -La verdad es que se me ha olvidado preguntar.
-Bueno, veamos, ¿qué dice en el papel?-
Lo miré y leí en voz alta: -"Enhorabuena. Se te ha asignado a uno de los mejores alumnos en el Instituto Goliard para que te guíe como profesor de apoyo en esta asignatura. Nombre del alumno: Marmalade Sanchis". ¡¿Qué?! -La miré. Aquí dice uno de los mejores alumnos.
-Sí, bueno. Soy la mejor en esa asignatura en concreto. Tienes suerte. -Me sonrió.
La abracé. -Gracias. -Suspiré aliviada.





¡Hola a todos! Espero que paséis unas felices navidades. Quiero pedir disculpas por estos últimos dos meses de inactividad. Me estoy organizando para poder subir capítulos más de seguido.

Simplemente quiero haceros saber que no me olvido ni de esta historia ni de vosotros, Wattpad es importante para mí. Un abrazo!

Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora